El liberal Federico Tournier tiene todo listo para asumir en lugar del radical Alfredo Vallejos. La exdiputada del PRO Ingrid Jetter reclama en la Justicia.
Alfredo Vallejos, Gustavo Valdés, e Ingrid Jetter, en el centro, durante la campaña en 2023 en Corrientes.
El reemplazo de Alfredo Vallejos en la Cámara de Diputados abre una nueva interna en el oficialismo de Corrientes, que tenía todo listo para que Federico Tournier asumiera la banca que dejó el flamante ministro de Seguridad provincial. Apelando a la ley de paridad, Ingrid Jetter ya recurrió a la Justicia para quedarse con ese lugar que, entiende, le corresponde.
La discusión se explica a partir del complejo armado que comanda el gobernador Gustavo Valdés, hoy sacudido por el caso Loan. Buenaventura Duarte, el ministro que tuvo que renunciar jaqueado por la desaparición del niño de cinco años, es parte del armado de Encuentro Liberal por Corrientes (ELI), cuyo máximo referente es Pedro Cassani.
Presidente de la Cámara de Diputados de la provincia desde hace una década y media, Cassani es una de las partes fundamentales del armado oficialista que en el último tiempo empezó a tener algunos roces públicos con Valdés. Por esa razón, en el mundillo correntino entienden que el desembarco del liberal Tournier en lugar del radical Vallejos es una forma de mantener un equilibrio que se vuelve cada vez más endeble de cara a las elecciones ejecutivas del año próximo.
“Nadie se desprende de una banca en Diputados tan fácilmente, como tampoco nadie abandona un ministerio sin nada a cambio”, afirman para sellar la aseveración.
Jetter es actualmente delegada argentina ante la Comisión Administradora del Río Uruguay, un cargo que depende de la Secretaría de Relaciones Exteriores de la Cancillería a cargo de Diana Mondino.
Dirigente del PRO, en las elecciones del año pasado ocupó el segundo lugar en la lista para Diputados que acompañó la boleta encabezada por Patricia Bullrich y Luis Petri, exactamente en el medio de Vallejos y Tournier.
Cuando el radical fue convocado por Valdés, ella se encontraba en Uruguay. Allí se enteró del cambio en el gabinete que, según su interpretación, le abría las puertas a un desembarco en el Congreso. Sin embargo, le avisaron que eso no sería posible y que la banca sería ocupada por el hombre de ELI.
Allí decidió encarar un camino judicial que ya comenzó en la Justicia Federal de Corrientes, que rechazó el planteo, y ahora continúa en la Cámara Federal en la Ciudad de Buenos Aires. Si bien la ley de paridad establece que ante la renuncia o fallecimiento de un diputado lo sucederá el diputado que sigue en la lista del mismo sexo, en el entorno de Jetter entienden que “el espíritu de la ley”, siempre fue lograr una mayor participación de la mujer en el Congreso.
“Estamos lejos de llegar a un escenario de paridad y, de hecho, de las siete bancas correntinas, cinco son hombres”, explican para justificar el movimiento del que ya está al tanto la presidencia de la cámara baja.
Martín Menem podría tomar juramento a Tournier en la sesión convocada para este miércoles, aunque Jetter asegura que llevará la discusión hasta última instancia. Lo más parecido a un movimiento similar es el caso de Adriana Cáceres, que reemplazó a Guillermo Montenegro, cuando el hoy intendente de General Pueyrredón fue elegido por primera vez en 2019. El detalle es que Montenegro había ingresado a la Congreso en 2017, antes de la sanción de la ley de paridad. Por lo cual, el escenario es hoy diferente.
Con todo, y más allá de la resolución del caso, el debate vuelve a descubrir las tensiones en el armado de Valdés, que se empieza a resquebrajar de cara al reseteo que anticipa el mapa electoral de 2025.
El señalamiento de un posible acuerdo entre el gobernador y Cassani le corre un velo a un descontento creciente entre los socios de Vamos + Encuentro por Corrientes que empiezan a discutir las lógicas de conducción del radicalismo provincial.
Funcionaria nacional, Jetter tiene una vasta experiencia en la política provincial y nacional. Fue intendenta de Riachuelo durante tres períodos, ya fue diputada (2019-2023) y representa uno de esos sectores que empieza a mirar de lejos a los jefes boinablanca de Corrientes. En este caso, con la óptica del partido amarillo que, en sus diferentes vertientes, analiza con mucho más entusiasmo un acercamiento a La Libertad Avanza que a la extensión de la alianza fundada en 2015 y hoy cuestionada abiertamente hasta por sus propios fundadores.