Cambio de clima

Córdoba: Francos sufrió el frío de la industria, se quedó sin aplausos y Llaryora explotó la vía del centro

El gobernador pidió el apoyo en octubre. El jefe de Gabinete probó con varias estrategias para entrarle al Círculo Rojo, que lo escuchó en silencio.

La cúpula de la producción se mostró medida en el 17° Coloquio de la Unión Industrial de Córdoba. El año electoral se respiraba en el luminoso salón del Centro de Convenciones que habilitó las conversaciones libres entre más de 700 personas del empresariado, la dirigencia política y sus participantes de temporada: quienes integran las listas que se medirán en octubre.

El clima ya no es el mismo para el gobierno de Javier Milei. Del encendido optimismo que mostró el presidente de los industriales de la provincia, Luis Macario, en la antesala de las elecciones de octubre de 2023, a las tímidas advertencias sobre la necesidad de pensar la economía con criterio social del encuentro de 2024, esta nueva edición lo encontró con una larga lista de reclamos al poder central.

Macario reconoció aciertos del gobierno libertario para controlar algunas variables de la macroeconomía. Una referencia casi que rayó lo diplomático, porque fue sólo el abreviado preámbulo de la agenda de diez puntos que consensuó con su par de la Unión Industrial Argentina, Martín Rappallini, en el scrum que se hizo en esta provincia horas antes y que contó al detalle Letra P.

Guillermo Francos y un auditorio que ya no es lo que era

El cambio de clima se notó porque el Círculo Rojo -reunido en uno de los eventos más importantes de la provincia- le mostró una frialdad inédita a Francos. Escucharon al funcionario libertario en completo silencio. No convalidaron con aplausos ninguno de sus ángulos argumentativos: los logros del Gobierno, la pesada herencia, la conspiración electoral, entre otras apuestas que fue ensayando para interpelar al auditorio.

guillermo francos UIC
Guillermo Francos disertó en la Unión Industrial de Córdoba

Guillermo Francos disertó en la Unión Industrial de Córdoba

Un tímido aplauso empezó a surgir cuando Francos reconoció que no bajaron tantos impuestos como habían prometido, pero que lo hicieron sólo afectando las arcas nacionales y no la de las provincias. Se apagó rápido por dominio de la coherencia. Escasos minutos antes, Macario había defendido el modelo de gestión público-privada del cordobesismo, en un giro que pareció que el anfitrión y árbitro de las guerras electorales ya tenía a su favorito.

Martín Llaryora, opositor y en campaña

Otro giro que marca la tónica de los nuevos tiempos fue el duro discurso que entonó Llaryora. Le pasó la vaselina a Francos cuando destacó su voluntad de diálogo. No tardó más de un minuto en meterle la primera trompada. Citó, uno por uno, cada ajuste que hizo el gobierno libertario a los estados subnacionales. Anunció la quita del impuesto sobre los ingresos brutos para las pequeñas empresas industriales que facturen menos de $320 millones.

Pidió el voto para Juan Schiaretti. “En estas elecciones podemos elegir entre televisores en blanco y negro o la tele a color. Podemos elegir la sensatez”, dijo uno de los protagonistas de Provincias Unidas, un armado que genera expectativa y que cruzó el brunch de altísima calidad que sirvieron los anfitriones.

llaryora IUC

“Tratamos de movernos en el centro, en la sensatez. No nos movemos con el insulto o el agravio. Muchos de los sectores del gobierno son ocupados por el sector empresarial. Lo público y lo privado en Córdoba pueden trabajar juntos. Cuando hacemos leyes, las trabajamos en conjunto; a las obras, las planificamos juntos. La institucionalidad en Córdoba se hizo carne”, siguió Llaryora con la defensa del Modelo Córdoba. Los aplausos que no logró Francos se los llevó el mandatario provincial.

Fueron testigos del duelo de modelos, sentados en la mesa principal, Nicolás Pino (Sociedad Rural Argentina), Roberto Urquía (Aceitera General Deheza), el vicejefe de Gabinete, Lisandro Catalán, el presidente del Banco Nación, Daniel Tillard; y Luis Pagani (Arcor).

El clima electoral se coló en el debate de la industria

El escepticismo por la situación institucional fue un punto que se repitió en el cotilleo industrial cordobés. La política entremezclada en el auditorio masticaba la idea de un revés bonaerense para La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires y no se animaba a arriesgar quién saldrían victorioso del duelo entre la lista que encabeza Schiaretti y la que lidera el alfil de Gabriel Bornoroni, el empresario estacionero Gonzalo Roca, que aprovechó la tertulia del establishment local.

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La concurrencia radical seguía trenzada en sus roscas. Rodrigo de Loredo no participó. Sí estuvo el candidato de la UCR, Ramón Mestre, por un lado; y algunos legisladores boinablanca por el otro. Ni un café juntos se pueden tomar.

En la previa de los discursos, los audios de Karina Milei no dominaron la conversación. Queda claro que la industria tiene su agenda y no se mete en las peleas que no le corresponden. Sobre este punto reinó la cautela.

Quizás lo más sintomático de lo que se vería después en escena fue el trato frío y protocolar que se dispensaron Llaryora y Francos. Un anticipo, probablemente, de que ambos estaban dispuestos a exponer sus modelos a cara descubierta y ante el Círculo Rojo. Así sucedió.

La guerra siguió después. Francos se reunió con 100 intendentes cordobeses. La mayoría de ellos estuvo en el acto de Provincia Unidas con Llaryora y Schiaretti. La batalla electoral empezó.

Martín Llaryora, Luis Macario (presidente de la UIC) y Daniel Passerini, en el Coloquio de la UIC.
Empresas de consumo masivo vuelven a empujar los precios en la previa de las elecciones en PBA.  

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