Patricia Bullrich fue la candidata que menos brilló y a la que le costó más cerrar una idea en el primer debate presidencial. Si bien estuvo plantada con firmeza en su estrategia de mostrarse como la única con capacidad de hacer reformas estructurales con gobernabilidad, su discurso se diluyó en la búsqueda de confrontar por igual con Sergio Massa y Javier Milei, pero los candidatos del peronismo y del liberalismo, prácticamente, la excluyeron del debate. Aún así, algo serena y sin tomar grandes riesgos, tuvo rincones de ventaja al hablar de su "coraje y firmeza" para enfrentar al kirchnerismo.
El objetivo
La candidata presidencial de Juntos por el Cambio no tuvo su mejor momento arriba de un escenario. Deslucida, trabada con el lenguaje y con una pregunta final para el ministro de Economía para el olvido ("Lo que hacés es distinto a lo que decís. ¿Mejor que decir es hacer?”), su objetivo de exponer la debacle del gobierno por la inflación, la pobreza o los escándalos políticos de las últimas horas no rindió frutos. Tampoco su idea de mostrar al ultraliberal alineado a la casta al señalar su alianza con Luis Barrionuevo o mostrar inconsistencias en las propuestas del libertario.
De hecho, en el inicio, cuando le tocó exponer sobre el eje temático de economía, sus argumentos y claridad fueron decreciendo. "El kirchnerismo nos deja una Argentina arrasada y caótica, es por eso que los argentinos necesitamos un cambio profundo", dijo y enumeró una serie de condiciones que considera que ella misma tiene para llevarlo adelante. "Coraje, firmeza y equipo", enunció, pero tampoco le alcanzó para explicar con claridad de qué se trataba a la hora de la gestión. Es decir, el objetivo de exponer los dos modelos terminó por enterrarla en el medio del debate que se dio entre Massa y Milei.
La actitud
Reiterativa, poco clara y con un traje presidencial que, sin dudas, esta noche no estuvo hecho a su medida, su mensaje no terminó de convencer. No por falta de perseverancia o intranquilidad, sino más bien por impericia a la hora de dar detalles de su plataforma de gobierno. Hasta las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), su propuesta era vendida como un paquete de reformas de shock, con proyectos en materia económica, impositiva e, incluso, de seguridad interior.
El gol a favor
La principal fortaleza de Bullrich, y quizá la única que obtuvo en toda la noche, fue la de construir un relato con cierta épica política del pasado reciente y algo de volumen técnico para el presente. Fue la única candidata en Santiago del Estero que logró mostrarse como la dirigente que enfrentó a Néstor Kirchner y Cristina Fernández, primero, y a Alberto Fernández y Massa, después, en temas tan diversos como la "defensa" del campo y la educación o la "lucha" contra la inflación y la inseguridad. Al mismo tiempo, logró también exhibir que es la única opositora con aparato político propio repleto de gobernadores, intendentes y representantes de Juntos por el Cambio dispuestos a acompañar su plan de gobierno.
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En este marco, fue para destacar también su crítica directa al ministro candidato. "Massa, explicale a los argentinos cómo siendo el peor ministro de Economía podés ser un buen presidente", apuntó de manera corta y concisa, en una oración que maridó muy bien con su propuesta de llevar adelante un gobierno con "solidez fiscal, sin emisión y sin plan platita".
El gol en contra
“Massa, la verdad es que durante todo el debate no te entendí. Lo que hacés es distinto a lo que decís. ¿Mejor que decir es hacer?”. Con esa pregunta al candidato oficialista, la postulante de Juntos por el Cambio le dio cierre a su enredo discursivo y demostró que muchos espacios estuvieron ocupados por la improvisación.
Tan así fue que la pregunta la dejó en un lugar incómodo, casi como una aliada estratégica del tigrense, que no desaprovechó la oportunidad y respondió el centro casi en el tramo final de la noche. "Por supuesto, mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar”, completó Massa la histórica frase de Juan Domingo Perón, y enumeró con soltura algunas de las propuestas que suele mencionar en sus spots de campaña.
La frase para el archivo
Sin momentos picantes, prácticamente tampoco sin apelar a las chicanas o los golpes bajos propios de estos encuentros, uno de sus mejores momentos lo tuvo al apelar a una realidad incontrastable: le pegó al candidato del oficialismo donde más le duele, en la inconsistencia de ser el ministro de la crisis económica y la devaluación y, a su vez, el candidato de un mejor futuro sin Fernández. “Massa, hiciste todo mal. Duplicaste los números de la inflación y el número del dólar; generaste el 40,1 por ciento de pobreza. ¿Vas a decir que como presidente vas a hacer algo distinto que ahora?”, lanzó.
