Los candidatos a la intendencia de la ciudad de Córdoba que polarizan los pronósticos se ajustarán a sus libretos en las horas previas a las elecciones municipales de este domingo. Hasta el inicio de la veda para actividades proselitistas, Rodrigo de Loredo y Daniel Passerini alternarán actos “focalizados” ante audiencias segmentadas, recorridas por los barrios que cada comando considera claves y actividades intensivas con medios de prensa locales y nacionales.
Tras las reuniones de rigor, evaluaciones y análisis, que realizarán el sábado, no se alejarán de hábitos y tradiciones durante la jornada del domingo. Cada uno votará por la mañana, almorzará con su familia y a hora temprana se dirigirá al búnker que dispondrá cada fuerza, a la espera de los resultados de los comicios.
Aún conservando la centralidad en su campaña, Passerini no descuidará los registros con referentes de sus espacios. Por ello, ampliará su galería de fotos con el gobernador electo Martín Llaryora, intentando mostrarse como el garante de la continuidad de una gestión bien valorada, según su equipo con un 70% de imagen positiva. El sanfracisqueño marca el pulso de la campaña, una muestra clara de que su apuesta por la Capital es personal y un reaseguro de la construcción política que imagina de cara al futuro.
El viceintendente espera incrementar la cosecha obtenida en barrios del sur y el este de la ciudad, donde Llaryora obtuvo el mayor caudal de votos en el circuito capital, en las elecciones provinciales. Allí, además de la presencia de la militancia con sus materiales de propaganda, el peronismo ha tejido una red con instituciones como centros vecinales, clubes, centros comerciales y hasta iglesias. Esta urdimbre social, precisamente, es la apuesta mayor del PJ para incrementar el volumen de votos que cosechó en la provincial.
En el acto de cierre, que se realizará este jueves en el hotel Quórum, tradicional sede ubicada al norte de la ciudad y donde funcionará el búnker el próximo domingo, también tendrá un rol destacado el gobernador Juan Schiaretti, quien ya trajina escenarios pensando en su precandidatura presidencial. El mandatario fue lapidario con De Loredo en su sorpresiva entrevista a medios locales donde dijo que "Passerini no tiene que aprender a ser intendente".
En Hacemos Unidos por Córdoba entienden que la performance del líder cordobesista podría afectarse ante una derrota del candidato a intendente. En otras palabras, tras el apretado triunfo en las provinciales, una derrota en la capital podría menguar las de por sí atenuadas chances de la fórmula presidencial que completa Florencio Randazzo.
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Por ello, para el tramo final de la campaña, también se ha pedido un involucramiento del funcionariado provincial, cuya suerte también parece atada al plafón con el que pueda contar Schiaretti para la aventura nacional.
También esperan en el acto una nutrida delegación de representantes gremiales, quienes han hecho explícito su apoyo por el exlegislador. Durante los primeros días de la semana, el candidato fue recibido por Camioneros, gastronómicos y las 62 Organizaciones. Su presencia es esperada en el Quórum, sin la liturgia que otrora caracterizara a los actos peronistas.
La misma calma intentan transmitir en el entorno del viceintendente frente a la creciente demanda de encuestas y sus interpretaciones. En sintonía con la plana mayor del cordobesismo, repiten que son reticentes a analizarlas.
El contraste con lo ocurrido en las provinciales, donde los sondeos favorables eran tomados como un fiel anticipo, responde tanto a las malas experiencias como a una especulación: quieren mantener una gran motivación en sus huestes. Congruentes con el trabajo “casa por casa”, invitan a la sociedad a apoyar a su candidato para un desenlace reñido, en el que cada voto es importante.
Con más optimismo que ansiedad, parte de la dirigencia que presume “conocimiento del paño” asegura contar con encuestas que muestran a “Daniel” con una leve ventaja sobre su rival. “Las gestiones con alta aprobación parten de un piso electoral de 40 puntos. Nosotros los tenemos. Ellos tienen que demostrarlo aún”, repiten.
