Desde que asumió en diciembre pasado la gobernación de Chubut, el partido de Ignacio Torres, Despierta Chubut, se convirtió en una suerte de agujero negro que comenzó a atraer a los principales satélites del peronismo: sus intendentes. Ahora avanza a paso rápido para adherir también algunas fuerzas políticas y lanzar un frente oficialista recargado rumbo a las legislativas de 2025.
Fue el presidente del bloque de diputados oficialistas, Daniel Hollmann, quien días atrás confirmó que octubre será el mes del lanzamiento de Despierta Chubut, un espacio con características frentistas que, hasta el momento, ha logrado lo impensado en el ámbito de la política: unir a intendentes, jefes comunales y dirigentes de los principales partidos de la provincia, bajo la premisa de defender a ultranza los intereses chubutenses.
En el armado, aparecen ahora sellos como Proyección Vecinal del Chubut (Provech), un partido ligado al sastrismo, y el antiguo y casi “no operativo” Chubut Somos Todos, referenciado años atrás con el exgobernador Mario Das Neves.
Ignacio Torres toma todo
El avance del partido de Torres, que ya se tradujo en más de una decena de jefes comarcales que confirmaron su acompañamiento, transcurre en una gestión cuyo gabinete, lejos del pragmatismo de otros espacios, ha sabido incluir a radicales, peronistas y figuras libertarias casi por igual.
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Una de las máximas de la política indica que los problemas no surgen cuando todos piensan diferente, sino cuando todos quieren los mismo: el acceso al poder. En este sentido, el gobernador logró modificar dicho postulado, dejando en jaque a la propia política, "casta" incluida: ¿quién podría rehusarse a defender los intereses de los habitantes de la provincia, independientemente de estar más o menos cerca del poder?
El peronismo en su laberinto
El espacio político de Nacho Torres se formalizará en octubre, semanas después de que el Partido Justicialista local elija a su nuevo presidente el 29 de septiembre. Curiosamente, la efemérides indica que en esa fecha se conmemora el Día del Inventor, en honor a Ladislao José Biró, el creador de la birome. Todo indicaría que buena parte del peronismo provincial se opondrá a lo que ocurrió años atrás, cuando la mesa chica del partido supo designar a dedo e inventar a gusto a quien conduciría los destinos del justicialismo.
El saldo de la disputa interna del peronismo chubutense terminó arrojando dos posibles candidatos: el intendente de Comodoro Rivadavia, Othar Macharashvili, que mantiene una muy buena relación con Torres, y el diputado provincial y titular de la CGT Saúl Ubaldini, Gustavo Fita. Este último, de extracción justicialista clásica y ferviente opositor al Ejecutivo provincial, plantea un “regreso a las raíces” del PJ, lejos de cualquier vínculo o acuerdo con Despierta Chubut.
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Los intendentes de las comunas de Gualjaina, Marcelo Limarieri; de José de San Martín, Rubén Calpanchay; y de Río Pico, Diego Pérez, fueron los últimos en sumarse a Despierta Chubut.
Otros nombres también fueron medidos en las mesas de arenas del PJ. Allí aparecen el dirigente mercantil Alfredo Béliz, quien podría recalar en la presidencia del Consejo de Localidad de Trelew, y el intendente de Dolavon, Dante Bowen, una de las figuras en ascenso del peronismo joven, que llamativamente en los últimos meses ha optado por mantener un bajísimo perfil mediático.
Al berenjenal peronista se le sumó una novedad en los últimos días. El exvicegobernador Ricardo Sastre, dos veces intendente de Puerto Madryn y dueño del sastrismo a través de su partido Primero Chubut, dijo ver con buenos ojos una eventual alianza con Despierta Chubut. Motor de la sociedad familiar y política clave para el peronismo que encarna con su mellizo Gustavo, Ricardo Sastre esquivó de ese modo cualquier tipo de versión que lo relacionara con el PJ chubutense, al cual es afiliado pero con el que ha mantenido variados contrapuntos en los últimos años.
Planes a largo plazo en Chubut
Todo indicaría que, independientemente del resultado de las elecciones en el PJ provincial, el posterior lanzamiento del partido de Torres arrojaría una postal mucho más amplia que hace unos meses: un espacio que ya ha logrado aspirar a intendentes del peronismo, el Frente Renovador, otros partidos clásicos e incluso municipales.
La construcción del mandatario, en este sentido, supo utilizar una estrategia inversa al esquema centralista que implica que los interesados “se acerquen” al núcleo del poder político. Por el contrario, Torres arrancó el armado de su propio espacio político comenzando por el interior chubutense, en localidades y comunas rurales que incluso algunos candidatos siquiera han visitado en las últimas campañas electorales.
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Torres junto a intendentes de la cordillera. A su lado, la ministra de Desarrollo Humano y dirigente del PJ, Florencia Papaiani.
Las recorridas por la provincia durante su paso como funcionario del gobierno nacional en Chubut y en sus tiempos de diputado y senador, fueron una práctica habitual que hoy le está rindiendo frutos a Torres. Una prueba es una de las últimas fotos de gestión, tras una reunión mantenida con intendentes de la cordillera para abordar las necesidades de la zona. La postal exhibe junto al gobernador a unos 14 jefes comunales, en su mayoría peronistas, y la flamante ministra de Desarrollo Humano de la provincia, Florencia Papaiani, una dirigente justicialista de Trelew cuya llegada al cargo le imprimió un inevitable volumen político a la gestión, pero que también aceleró la evolución natural de Despierta Chubut.
A pocas semanas de las definiciones en el peronismo provincial y de la presentación del “partido propio”, los hechos parecen llevar a una inevitable conclusión: Torres ya tenía a Despierta Chubut en su cabeza mucho antes de ser electo gobernador. De cara a 2025, es un activo que le permite asistir sin preocupaciones a la posibilidad de que Juntos por el Cambio resucite para protagonizar su último baile.