Jefes y jefas municipales peronistas y massistas cruzaron hacia la vereda del gobernador. La gestión, clave para sumar. Cambios y pases de factura.
Chubut: con el PJ en crisis, Ignacio Torres aspira intendentes y le da volumen a su propio partido. En la foto, con Silvio Boudargham de Cholila.
Dicen que en política, a veces, basta con una foto para enviar un mensaje o, en algunos casos, un metamensaje. Las sucesivas incorporaciones de intendentes referenciados en el panperonismo a Despierta Chubut, el espacio que lidera el gobernador Ignacio Torres, confirman el refrán y empiezan a darle volumen a la construcción transversal que el mandatario propició desde el inicio de su gestión.
Las jefas y jefes municipales que desde la oposición confirmaron en las últimas semanas su adhesión a Despierta Chubut fundamentaron su decisión en la recepción que encuentran en el gobierno provincial, que lleva el sello del PRO, a las problemáticas (algunas históricas) de sus comunidades. Termómetro del humor social y a la vez amperímetro de la micropolítica, los intendentes que abrevaron en la propuesta de Torres al mismo tiempo muestran la crisis existencial que atraviesa al ancho mundo del PJ provincial, que en 2023 quedó fuera del poder luego de dos décadas.
El primer jefe municipal que pegó el salto fue el intendente electo de Lago Puelo, Iván Fernández, quien asumió en representación del Partido del Trabajo y Del Pueblo, espacio que orbitaba dentro de Unión por la Patria en los últimos comicios nacionales. La decisión se basó en la necesidad de articular una agenda de trabajo más fluida con el gabinete provincial.
En segundo orden estuvo Miguel Mongilardi, jefe comunal de Alto Río Senguer y un histórico del partido panperonista Chubut Somos Todos (ChuSoTo). "Desde la partida de nuestro líder, Mario Das Neves, esto se fue desgastando, perdió el protagonismo que supo tener en la política", fueron los motivos políticos citados por el propio Mongilardi para su movida. El ChuSoTo está presidido por Máximo Pérez Catán, ex intendente de Trelew y máximo exponente de un partido del cual hoy quedan meramente las autoridades formales.
La tercera figura en confirmar su “pase” a Despierta Chubut fue la intendenta de Camarones, Claudia Loyola, quien transita su tercer mandato y supo hacer buenas migas con el gobierno de Mariano Arcioni.
La dirigente impulsó su campaña a la reelección dentro de Arriba Chubut, el frente oficialista que llevaba como candidato a gobernador al entonces intendente peronista de Comodoro Rivadavia Juan Pablo Luque, quien finalmente perdió la contienda ante Torres. Desde su incorporación al frente que lidera el gobernador, Loyola ha expuesto numerosas actividades y reuniones con integrantes del gabinete provincial atadas a problemáticas que la localidad arrastra desde hace años, entre ellas la posibilidad de contar con su propia administración portuaria para que la municipalidad tenga voz y voto en asuntos pesqueros.
A fines de mayo, otros dos jefes comunales confirmaron que se sumaban al espacio del gobernador: Gustavo Loyaute, de Río Mayo, y Silvio Boudargham, de Cholila. Ambos son afiliados al Frente Renovador de Sergio Massa, que tuvo como principal aliado en Chubut a Arcioni, quien sin embargo continúa hasta el día de hoy afiliado al ChuSoTo.
Por último, esta semana al partido del gobernador se sumó Sergio Bowman, de Las Plumas, quien asumió al frente de la comuna también con la camiseta del Partido del Trabajo y del Pueblo.
Un párrafo aparte merece el intendente de Sarmiento, Sebastián Balochi, afiliado al Partido Justicialista de Chubut. Meses atrás fue reelecto con el sello de Arriba Chubut. En una entrevista radial, se preguntó “cuál sería el problema de construir con Torres”. En menos de 24 horas, los consejos del PJ de Comodoro Rivadavia y de Trelew salieron a cuestionarle hasta su pertenencia al espacio político. “Cabe preguntarse si Balochi es, en verdad, peronista”, rezaba uno de los comunicados.
El mercado de pases de la política chubutense y el arribo de intendentes al espacio de Torres encuentra una primera explicación en la amplia adhesión que cosechó el mandatario en jefes comunales de toda la provincia durante su disputa con el gobierno de Javier Milei por los fondos coparticipables, la cuestionada ley ómnibus, la actividad pesquera y las obras públicas inconclusas.
Varios fueron los comunicados remitidos directamente a la administración central con la firma del gobernador y la rúbrica de todos los intendentes de la provincia, sin distinción de color político.
En segundo lugar, por debajo de dicha línea de flotación, también están las reuniones de los equipos de trabajo de Torres con los mandatarios municipales, más allá de su pertenencia partidaria, para atender cuestiones relativas a cada ciudad y comuna. Esta cercanía generó un posterior acertamiento que echó por tierra el modelo de gobierno anterior, donde los intendentes afines recibían la mayor atención y cantidad de obras. Ahora, es “para todos por igual”, señalan en los pasillos de la política.
La otra variable que favorece al oficialismo provincial es la crisis existencial que atraviesa el Partido Justicialista chubutense, vaciado de liderazgo tras las últimas elecciones nacionales y con su correspondiente correlato local. Los principales exponentes del panperonismo han mostrado una cercanía con Torres que encendió las alarmas de figuras históricas, entre ellas el presidente del espacio, el senador Carlos Linares, quien ya anticipó que no buscará repetir en el Senado. Se sumó al debate el exdiputado y dirigente de Camioneros Jorge Taboada, quien criticó en duros términos a la actual conducción del PJ y anticipó que su gremio “no va a hacer alianzas” con Torres.
En medio de debates internos y pases de factura en el PJ por la fuga de intendentes a Despierta Chubut, lo cierto es que Torres se alzó con un puñado de nuevos aliados de una lista que promete extenderse. En la política no siempre gana el que confronta, parece ser el lema del gobernador. En esa construcción, la verticalidad peronista se desdibuja ante una horizontalidad con eje en la gestión en la que el oficialismo sale ganando.