El peronismo de Chubut, que aún preside el senador Carlos Linares, sufrirá este fin de semana un virtual cambio de mando con la asunción del diputado provincial Gustavo Fita como titular del Partido Justicialista. Sin embargo, una pérdida eventual de la personería jurídica asoma tras la impugnación de la oposición interna a la proclamación del nuevo jefe partidario.
Con unas 35 mil personas afiliadas, el Partido Justicialista de Chubut acarrea desde hace años una serie de polémicas que alcanza a la dirigencia y a buena parte de la militancia, que cuestiona las decisiones de la mesa chica cada vez que debe dirimirse una nueva conducción. El proceso que debería finalizar este sábado se inscribe en la misma saga.
Casting y mesa chica en el PJ
Desde hace casi un año y luego de que Linares anunciara que no buscaría otro mandato, varios fueron los nombres que circularon al mejor estilo beta test. El partido midió algunas de sus figuras de referencia, entre ellas la del intendente de Comodoro Rivadavia, Othar Macharashvili, quien finalmente se bajó de la carrera para dedicarse a ordenar el municipio petrolero.
Finalmente, se presentaron para las elecciones que estaban fechadas para este domingo 29 la lista encabezada por Fita y la que lideraba el dirigente mercantil Alfredo Béliz. Hubo cruces de ambos lados y acusaciones por presuntas traiciones de último momento a raíz de varios nombres que habían comprometido su apoyo a la lista del gremialista, Peronismo Federal, y que terminaron en la nómina del legislador provincial, Volver a Perón.
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Como remate, la lista de Fita impugnó a la de Béliz, quien tras la decisión del juez federal de Rawson con competencia electoral, Hugo Sastre, terminó afuera de la carrera por la vía judicial. Así las cosas, Fita asumirá este sábado la conducción del Partido Justicialista, en lo que se entiende como una continuidad de la gestión de Linares, quien ya había manifestado su apoyo al entonces candidato a presidir el PJ.
Resistencia interna en el peronismo
Sin embargo, la grieta que divide a peronistas de peronistas será, a partir de ahora, una batalla por determinar cuál de los dos sectores cuenta con el verdadero acompañamiento de los afiliados. Por esa razón, Béliz ya confirmó un acto el 17 de octubre en Comodoro Rivadavia, con el que se propone consolidar una resistencia interna a la conducción de Fita.
El dirigente mercantil no ahorró críticas para su rival. “Fita es un empleado de (Juan Pablo) Luque y no puedo tomarlo como un dirigente, y Linares es el ideólogo de todo lo que está sucediendo”, disparó recientemente, acusando al exintendente de Comodoro Rivadavia y al senador de cambiar las reglas del juego para que en definitiva nada cambie.
Duelo de impugnaciones en Chubut
Esta semana, la apoderada de la lista de Béliz, Yanina Arrieta, presentó un nuevo recurso al juez Sastre impugnando la resolución emitida el 19 de septiembre pasado, en la que se instaba a la nómina de Fita a subsanar una serie de errores en la lista proclamada por la Junta Electoral. El fundamento fue que dicha resolución infringe “principios esenciales” del derecho electoral y que, además, afecta los derechos de los afiliados de su lista.
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A pesar de que Fita asumirá al frente del PJ este sábado luego de que el partido proclamara a las nuevas autoridades, el Tribunal Electoral provincial sigue de cerca el proceso y lleva adelante un control de legalidad respecto de la proclamación: el artículo 50 de la Ley Orgánica de los Partidos Políticos (N° 23.298) establece, en su primer inciso, que “la no realización de elecciones partidarias internas durante el término de cuatro años” constituye una causal de caducidad.
De acuerdo a los tiempos de la Justicia, la lista de Fita deberá subsanar los errores señalados en la impugnación antes del mes de diciembre. Este es el escenario más probable, dado que la caducidad del espacio político en Chubut impulsaría una eventual intervención por parte del PJ nacional al partido de distrito, según los términos de la misma ley.
El escenario del justicialismo chubutense se presenta complejo de cara a 2025 para Fita, un dirigente frontalmente opositor al gobernador Ignacio Torres. Con la elección dirimida en la Justicia tras la impugnación de su lista rival, el nuevo presidente del partido asumirá con el desafío de contener a la militancia, en especial luego del acercamiento de referentes del PJ al Despierta Chubut, la coalición oficialista que será presentado en octubre. Justamente, el mismo mes en el que Béliz buscará profundizar la grieta interna en el justicialismo