Axel Kicillof y Cristina Fernández de Kirchner decidieron este lunes interrumpir la cadena nacional de malas noticias que caían como lluvia ácida sobre Javier Milei con el lanzamiento de un nuevo capítulo del culebrón que mantiene al peronismo encerrado en su burbuja. Insólito.
La crisis financiera provocada por la guerra comercial que Donald Trump le declaró al mundo con su política arancelaria produjo un terremoto global que replicó con una fuerza particular en el país, lo que resulta llamativo teniendo en cuenta que quien gobierna se ha autoproclamado candidato al Nobel de Economía y se autopercibe best friend del presidente de Estados Unidos.
Disparada de los dólares paralelos, caídas de hasta 18% de las acciones de empresas argentinas en Wall Street, estampida del riesgo país hasta muy cerca del techo psicológico de los mil puntos básicos... La Argentina del milagro se estremeció pese a los intentos del Gobierno -serían graciosos si la situación no fuera tan dramática- de relativizar el impacto local de la crisis.
La cadena del desánimo incluyó, por si no era suficiente, la renuncia del flojito de papeles juez de la Corte Suprema Manuel García-Mansilla, que dejó pedaleando a la Casa Rosada: el Gobierno había bancado la teoría jurídica de la validez del decreto que lo había designado en comisión a pesar del revés que le propinó el Senado.
El peronismo en su burbuja
En medio de este aquelarre, ¿qué hizo Kicillof? ¿Convocó a su gabinete para analizar las eventuales implicancias del terremoto planetario y de sus consecuencias locales en la provincia que gobierna? ¿Convocó a sus pares de las provincias a reunirse en el Consejo Federal de Inversiones (CFI)? Nada de eso. En cambio, llamó a conferencia de prensa para anunciar el desdoblamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires, una suerte de grito final de emancipación de su madre política.
Axel Kicillof anuncia el desdoblamiento electoral.
Axel Kicillof anuncia el desdoblamiento electoral.
El gobernador inició la conferencia en Argentina, con alusiones a la crisis financiera global y críticas a la administración libertaria, pero el apego al mundo real le duró unos pocos párrafos. Enseguida se me metió en el placard y reapareció en Narnia, desde donde hizo el anuncio electoral.
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¿Y Cristina? ¿Qué hizo? ¿Reunió a los bloques parlamentarios de Unión por la Patria para emitir algún tipo de pronunciamiento sobre la gravedad de la crisis? ¿Hizo lo mismo con el Partido Justicialista, en su condición de presidenta del principal partido de la oposción? ¿Tiró, al menos, un Che Milei en Twitter para llamar al Gobierno a tomar medidas que protejan los ingresos de la población? Nada de eso. En cambio, operó en los medios para avisarle a Kicillof que, si despegaba las elecciones nacionales de las provinciales, estaría rompiendo al peronismo y ella saltaría a la cancha electoral con una candidatura a legisladora local.
Axel Kicillof y CFK, fuera de sintonía
Mientras chapotean en el barro que inunda la burbuja en la que se han aislado, un fantasma recorre la Argentina milagrosa de Milei: como señaló Marcelo Falak este lunes en base a encuestas que se conocieron en las últimas horas, la preocupación por la marcha de la economía, con la estancamiento de la desinflación y la degradación de los ingresos como puntos salientes, se convierte en pesimismo sobre lo que vendrá en los próximos meses. El team del desencanto gana adhesiones en la previa de las elecciones.
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El pesimismo domina las expectativas sobre los próximos seis meses de la era Javier Milei.
¿Axel Kicillof y CFK no la ven?
No hay manera de que no la vean, pero no pueden escapar de la ciénaga en la que se han metido.
Está claro que no han podido, no han sabido o no han querido resolver la controversia sobre el calendario electoral, que es apenas un detalle en la pelea de fondo por el liderazgo del peronismo que intentará volver al poder en 2027, para lo que necesariamente deberán tocar alguna nueva canción.
La pregunta es: ¿no tenían margen para aplazar al menos por un día el lanzamiento de este capítulo caliente del culebrón que protagonizan como para que la teleplatea no dejara de ver los problemas de Milei y, fundamentalmente, para no revelarse tan lejos, allá en Narnia, de la realidad que angustia al electorado que necesitan reconquistar?