Como dijo Kevin Cavo el jueves, con el acto que encabezó y el discurso que pronunció en Berisso, Axel Kicillof dio una larga zancada en el camino de la construcción de un nuevo liderazgo. Este sábado, con el comunicado en el que reforzó el llamado a la unidad del PJ y confirmó que está dispuesto a emanciparse de Cristina Fernández de Kirchner, dio un salto hacia arriba para ponerse por encima de las rencillas internas y confirmar su vocación de entregarse a un objetivo superior. Este sábado, el gobernador de Buenos Aires demostró que está listo para liderar.
Axel Kicillof, para adelante
Escribió Cavo el jueves: "Axel dio un paso enorme este jueves en la única dirección que pareciera corresponder a alguien dispuesto a pelear por el premio mayor de 2027. Fue una zancada larga hacia adelante, pero tomando recaudos para no desengancharse de la formación que pretende guiar y de la cual depende para llegar a destino, un peronismo invertebrado en estado de ebullición".
Este sábado, con el comunicado que publicó en las redes sociales horas antes del vencimiento del plazo para la presentación de listas para las elecciones partidarias del 17 de noviembre, usó el impulso de esa zancada para dar un salto con el que intenta ponerse por encima de las llamas de la interna.
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"Mi deseo y mi posición es que se logre un encuentro, un diálogo, y se evite una innecesaria competencia interna", afirmó y se encomendó a esa meta superior. "La única pelea en la que todos los días pongo cuerpo y alma es la pelea contra Milei y sus políticas de exclusión y crueldad", advirtió y recordó que en eso anda no por una carambola del destino, sino porque, en medio de la debacle peronista causada por un proyecto "fallido" y "un gobierno nacional que no cumplió con las expectativas", él ganó la madre de todas las batallas. ("Milei no ganó por accidente", dijo: la autocrítica como mensaje necesario al conjunto de la sociedad de una fuerza que "deberá liderar una alternativa amplia y democrática".)
¡Suéltame, Cristina!
Cristina Kirchner y Axel Kicillof
Cristina Kirchner y Axel Kicillof
Kicillof aprovechó también el impulso de la zancada del jueves para soltar un poco del lastre de prudencia que venía arrastrando en su confrontación interna con su madre política y la tropa incondicional de La Jefa.
Vale transcribir algunos pasajes de su pronunciamiento:
"La lógica del sometido o traidor es una lógica que entró en crisis y que viene causando malos resultados. Pareciera que no se registra del todo lo que está pasando en el país y en nuestra fuerza política: hay enojos, diferencias y desacuerdos. Esos reclamos, esos enojos deben ser escuchados con humildad y de ninguna manera pueden ser descalificados como signos de traición".
"No quiero ni puedo estimular peleas entre compañeros pero tampoco puedo convalidar el equivocado mecanismo de que cualquier diferencia o crítica desate el disciplinamiento (...). Últimamente sectores de nuestra fuerza política, con quienes a veces tengo diferencias pero también un recorrido común, afecto y coincidencias, han decidido criticarme mucho y acompañarme poco. Sinceramente, me cuesta entenderlo pero no tuve ni tengo la necesidad de agredir a nadie para expresar el reclamo de un mayor respaldo al gobierno provincial".
"Cristina está en el corazón del pueblo, también en el mío y no tengo que rendir examen de ese sentimiento".
La presión cristinista sobre Axel Kicillof: agua
La presión que ejerció el cristinismo en las últimas horas para que se pronunciara en favor de la expresidenta en la pelea por la conducción del PJ no surtió efecto: Kicillof se mantuvo incólume en su decisión de mirar la interna desde arriba.
La jugada final de Cristina, que hizo filtrar una frase suya supuestamente dicha en SMATA en la que lo comparó con Judas y Poncio PIlato ("la lógica traidor") tampoco doblegó al gobernador.
El 29 de agosto, Letra P contó que Kicillof diseña un proyecto full full de poder que tiene como objetivo la Casa Rosada. También, reveló la convicción del gobernador de que ese plan es inviable sin liderar en serio, sin condicionamientos; que para eso no alcanzan las facultades delegadas; que no está dispuesto a ser el segundo Alberto Fernández.
En esa nota, este portal exponía, además, la pregunta que se hacía el peronismo: ¿Se animará, Kicillof, a romper el corsé del kirchnerismo para construir, como pretende, un frente transversal que cobije a la representación lo más amplia posible del “campo nacional y popular”?
Más corto: ¿se animará, Kicillof?
La zancada del jueves y el salto de este sábado parecen demostrar que sí, que está listo para liderar. Ahora deberá agarrarse fuerte de las riendas: el potro va a corcovear.