Javier Milei decidió ir a fondo para tomar el control de la AGN, el organismo encargado de revisar las cuentas de los gobiernos. El Presidente habilitó una negociación en el Senado para quitarle un lugar al peronismo y dejarlo en minoría. Las gestiones, anticipadas por Letra P, están a cargo del senador aliado del oficialismo Juan Carlos Romero.
Este jueves, el salteño mantuvo un largo encuentro con el diputado de Encuentro Federal Miguel Pichetto, para fijar una estrategia para ambas cámaras. Fue después de la reunión de la bicameral mixta revisora de cuentas, que preside el rionegrino y se encarga de evaluar los informes de la AGN.
Por mayoría, se definió enviar una nota a los presidentes de ambas cámaras del.Congreso para solicitar que sean nombrados los seis auditores, tres por cada una. Desde el lunes, cuando cesen en sus funciones el trío que representa al Senado, la AGN quedará acéfala. Sólo tendrá un cargo el presidente, el peronista Juan Manuel Olmos.
El Gobierno ya tiene un plan para cubrir el directorio y quitarle la mayoría al peronismo: consiste en dejar a UP con sólo dos de los seis auditores en juego, uno por cámara. El reparto que intenta negociar La Libertad Avanza incluye en Senado un cupo para la UCR y otro para Provincias Unidas, el bloque aliado del oficialismo.
En Diputados, el oficialismo pide un lugar, que sería para el apoderado del partido, Santiago Viola. El otro se los disputan la UCR (que propone a Mario Negri) y el PRO (a Jorge Triaca).
La pelea por la AGN en el Senado
Los tres auditores nombrados por el Senado vencen el 31 de marzo y aún no hay propuestas para reemplazarlos. Por Unión por la Patria finalizan el mandato dos vocales: Javier Fernández y la exsenadora formoseña María Graciela De la Rosa. El primero es un histórico operador judicial, que supo tener buena relación con Carlos Zannini. No está claro si el kirchnerismo quiere su continuidad. A De la Rosa la respalda Gildo Insfrán y el jefe de bloque, José Mayans.
Por la UCR vence el mandato de Alejandro Nieva, quien sería sustituido por el exsenador Luis Naidenoff. El radicalismo tiene el segundo bloque en número del Senado, por lo que su cupo se sostiene en cualquier negociación.
El Gobierno quiere aplicar el criterio de construcción de mayorías para sacarle un lugar a UP, sin importar la presencia de cada bloque. Tiene un obstáculo: para votar, necesita el consenso del resto del recinto, incluida la dupla santacruceña que bloqueó la sesión preparatoria: José María Carambia y Natalia Gadano.
El lugar que LLA busca sacarle a UP sería para el interbloque Provincias Unidas, un interbloque armado por Santiago Caputo que funciona de aliado. Lo preside Carlos Espínola y Romero es uno de sus referentes. Tratarán de elegir una figura para la AGN con la expectativa de votar en la próxima sesión.
En UP, que está a sólo tres votos del cuórum, el tema se maneja con sigilo entre las autoridades de bloque, que tienen una carta ganadora: negociar con la UCR e imponer una mayoría sin consultar con otros espacios. La esperanza del peronismo es una gestión efectiva en el bloque de Martín Lousteau.
Para evitar esa maniobra, un sector del oficialismo apuesta a gestionar un paquete que incluya a un vocal radical por Diputados. En la cámara baja advierten que no será tan fácil contentar al PRO para juntar una mayoría. Es una de las negociaciones de estos días.
La demora en Diputados
En la cámara baja los mandatos de los tres miembros de la AGN vencieron hace un año y no hubo consenso para renovarlos. La ley exige que haya dos lugares por mayoría y otro por la minoría. Como no se refiere a los bloques sino a la composición de cada recinto, desde 2016 se dirimen los directores por acuerdos entre las fuerzas. O sea, todo rosca. Es el criterio que Milei también pide para el Senado.
La negociación en Diputados se prolongó todo 2024 y no tuvo éxito. La UCR pidió por el exdiputado Negri, quien antes le ganó la batalla interna a Alejandro Cacace. Presentó una nota con la firma de Pichetto y de Juan López, de la Coalición Cívica. Esos respaldos son simbólicos: en cualquier caso, la definición está en el recinto. De hecho, la propuesta de Triaca también tuvo la adhesión del rionegrino.
UP exige dos lugares y no tiene claro cómo elegir uno, si eso sucediera. Hay una pelea sin cuartel entre Sergio Massa, que pide por Guillermo Michel, con respaldo del sector díscolo del bloque; y Máximo Kirchner, quien reclama la continuidad de Juan Ignacio Forlón. Hasta se habló de hacer una votación con urna. Como ningún bloque grande quiso negociar con el peronismo, asegurarse una mayoría y repartir los tres lugares, Menem se quedó con la llave de la negociación.
El gran desafío es contentar al PRO, que tiene un bloque más grande que la UCR y mezcla sectores cercanos al Gobierno con otros que aún responden a la conducción de Mauricio Macri.
El expresidente tiene un motivo para interesarse en la AGN: aún están evaluando los gastos de su gestión. Este jueves, la bicameral puso a consideración los dictámenes sobre su cuenta de inversión de 2017, donde hay cuestionamientos al endeudamiento.
Los miembros de la comisión acordaron firmar dictámenes el martes 7. Durante la reunión, Romero propuso además una resolución para rechazar auditorías privadas en organismos públicos. Parece que es una maniobra que usan para no ser controlados. Otra pelea que se viene. Si es que la AGN no queda acéfala.