La ruptura del bloque radical en Diputados retomó la disputa de Javier Milei para completar los tres cargos vacantes en la Auditoría General de la Nación (AGN) que dependen de la Cámara de Diputados. Martín Menem pidió un lugar para Santiago Viola, apoderado de La Libertad Avanza (LLA).
En una entrevista televisiva de este domingo, Menem blanqueó que dará pelea. “El Presidente fue elegido por el 56% de los votos, no nos dejan poner un auditor y somos el segundo bloque más importante de la Cámara”, protestó. Sus voceros confirmaron a Letra P que tratarán de forzar una votación antes del 30 de noviembre.
Menem salió al ruedo luego de la división de la UCR, que unida ya representaba la cuarta fuerza de Diputado. Con la fractura, el bloque más grande del partido centenario tiene 21 miembros, lejos de los 38 del PRO y los 39 de La Libertad Avanza. Unión por la Patria suma 99, por lejos la fuerza más numerosa.
Como explicó LetraP, el 1 de agosto se presentaron dos notas en el despacho de Menem, para proponer como auditores al exdiputado radical Mario Negri y a Jorge Triaca, del PRO, ambos con la adhesión del presidente de Encuentro Federal, Miguel Pichetto. El cordobés, además, sumó la firma de la Coalición Cívica.
Estaba previsto que en la sesión de la semana siguiente ambos fueran elegidos junto a un candidato de Unión por la Patria, pero el acuerdo se cayó cuando Menem anticipó que no lo apoyaría.
“Si quieren acordar con el kirchnerismo, están libres de hacerlo”, desafió el riojano a la oposición dialoguista y la votación se pospuso. También es cierto que UP no tenía definido su auditor.
Los planes de Martín Menem
En su entrevista televisiva, Menem recordó que el Senado debe renovar sus tres auditores el año que viene y con seis representantes en esa cámara, al oficialismo le será casi imposible pedir un lugar.
La legislación vigente establece que cada Cámara debe elegir tres directores de la AGN, dos por la mayoría y uno por la minoría. Hasta 2016 se estilaba asignarle dos bancas al bloque más numeroso y la restante al que le seguía en presencia, pero ese año el PRO cambió la tradición y sometió las designaciones a votación.
Con ese antecedente, cada renovación depende de la rosca legislativa, en un Congreso hiperfragmentado sin bloques mayoritarios. El desenlace de las negociaciones es incierto.
Fuentes de EF y de los dos bloques radicales confirmaron a Letra P que mantiene su pedido por Negri, quien resultó elegido sin la anuencia del jefe de la bancada oficial del partido, Rodrigo de Loredo.
“Si el PRO apoya a nuestro candidato, acompañamos. Lo mismo que UP, que no puede resolver la interna. Ese es el verdadero problema”, sostuvo ante Letra P una fuente de la UCR. Claro que si el Gobierno presiona, tal vez pueda surgir otra interna, con planteos de los violetas.
Como relató este medio, en UP hay dos posiciones: el kirchnerismo quiere la continuidad de Juan Ignacio Forlón; mientras que el massismo y Victoria Tolosa Paz empujan a Guillermo Michel.
Sólo es posible un acuerdo si hay una ruptura de UP y la oposición dialoguista se anima una vez más a posar en el recinto con esa bancada. Es lo que Menem quiere evitar.
Riesgo de parálisis
Sin las designaciones de Diputados , la AGN funciona con cuatro miembros: las tres designaciones del Senado (Javier Fernández y Graciela de la Rosa, por el peronismo; Alejandro Nieva por la UCR), y el voto del presidente, Juan Manuel Olmos, nombrado por el PJ, que tiene ese lugar por ser el partido opositor con más presencia legislativa.
Si el año que viene no hay acuerdo para renovar directores en ambas cámaras, la AGN quedará cerrada, como la Defensoría del Pueblo, sin autoridades desde 2009 por falta de acuerdo para nombrar autoridades.
Milei tiene varios alicientes para activar rápido la AGN: cómo realiza informes sobre la rendición de cuentas, no puede permitir que se integre el directorio sin libertarios y quedarse sin siquiera dictámenes de minoría.
Además de defender sus cuentas, el Presidente necesita una voz libertaria para inspeccionar los gastos de las universidades, uno de sus caballitos de batalla.
La semana pasada Milei tuvo otra mala noticia sobre la AGN: la bicameral mixta revisora de cuentas, encargada de evaluar los informes se conformó con mayoría de opositores hostiles al Gobierno entre sus 12 integrantes. La presidirá Pichetto (EF), quien tiene experiencia como auditor y miembro de la comisión. El vicepresidente será el senador kirchnerista Mariano Recalde.
Sin oficialismo
El resto de la integración de la bicameral tiene algunas curiosidades, como que los dos miembros del PRO responden a Horacio Rodríguez Larreta: la senadora Guadalupe Tagliaferri y el diputado Álvaro González.
Como ocurrió con la bicameral de inteligencia, Victoria Villarruel permitió que no hubiera representantes de LLA por el Senado. Hay dos aliados: Juan Carlos Romero y Edgardo Kueider (Provincias Unidas). Por la UCR fue designado Flavio Fama, que integra el grupo más díscolo.
Menem sí se preocupó por sumar presencia en Diputados, con el oficialista Julio Moreno-Ovalle y la radical Soledad Carrizo, con chapa de aliada. UP se hará sentir además con los jefes de bloque, el senador José Mayans y el diputado Germán Martínez; y Luana Volnovich, de la cámara baja.
El martes 5 Olmos visitará la bicameral para presentar su plan de acción. No será una reunión fácil.