SEMANA SANTA FE

Abrazo partido: por qué se rompe (más) la relación Perotti-Casa Rosada

“Nación abandona Rosario”, bramó Perotti y terminó de blanquear algo que venía roto. Caminos separados. Sin seguridad, no hay futuro.

ROSARIO (Corresponsalía Santa Fe) Jugado por jugado, el gobernador Omar Perotti tiró la bomba: “El gobierno nacional abandona Rosario”. Tras una semana a puro kerosene en la ciudad más poblada de la provincia, el mandatario acrecentó su distancia con el poder central. Hoy hay poquísimos cabos entre la Bota y la Casa Rosada. De aquel abrazo intenso entre Perotti y el presidente Alberto Fernández en los albores del Frente de Todos (FdT) ya no queda nada. El rafaelino se corrió de la disputa nacional del peronismo y solo procura retener su poder en la provincia.

Nadie sale airoso de la tragedia que vive Rosario. A Perotti le caben las principales de la ley. Es él quien diseña la política de seguridad, quien removió tres ministros de Seguridad en menos de cuatro años, quien rompió récords de homicidios y quien siempre se verá preso del inolvidable “ahora la paz y el orden”. Y si no ordenar la situación de violencia y narcotráfico que impera en Rosario, difícilmente haya futuro político para el gobernador.

Perotti, y también el intendente Pablo Javkin, necesitan imperiosamente de la ayuda de Nación. La provincia precisan de la Casa Rosada. Es desolador, realmente, lo que ocurre día a día en la Cuna de la Bandera. Hay contados ejemplos desde que asumió Fernández en los que queda en claro que el gobierno nacional deja a la deriva a Rosario. La entrega a las fieras indomables del narcotráfico.

Basta un ejemplo, hiper simbólico. El Presidente, en su primer discurso de apertura de sesiones del Congreso, hace casi tres años, prometió: "Vamos a impulsar un fortalecimiento de toda la actuación de la justicia federal penal en las zonas más críticas donde el crimen organizado ha logrado desarrollarse a través del narcotráfico, especialmente en la zona de influencia de Rosario y Santa Fe". No era una solución para el ahora, para lo urgente, pero contribuía en el mientras tanto y dotaba de mayores recursos a quienes tienen que investigar narcocriminalidad.

En enero de 2023, el propio Fernández pidió al Congreso el tratamiento de 27 proyectos en extraordinarias. Ninguno de ellos era el referido al fortalecimiento de la justicia federal ¿Qué pasó en el medio? ¿dónde está la prioridad entonces del gobierno nacional para con Rosario? Rosario está a la buena de dios, no es exagerado. Y el Estado, de distintos niveles, no está a la altura del problema, corre siempre detrás del delito.

Por eso no sorprende que Perotti se distancie así de Nación. El gobernador solo mantiene hoy vínculos particulares con el ministro de Economía Sergio Massa, el de Interior Eduardo de Pedro, el de Obras Públicas Gabriel Katopodis, y no mucho más. Su permanencia en el FdT es circunstancial y está más concentrado, electoralmente, en dotar de músculo al perottismo, en pensar el futuro de su sector, de su tribu, más que en el conjunto del peronismo. Su pelea es hacia dentro de la provincia.

Hace rato que Perotti dardea al poder central, pero en los últimos días dos hechos pronostican un distanciamiento aún mayor. La inminente asunción de Agustín Rossi como jefe de Gabinete y el acercamiento del senador Marcelo Lewandowski con el kirchnerismo. El Chivo es adversario político del gobernador en Santa Fe y es una persona bancada expresamente por el presidente. Tras haber perdido con Perotti en 2021, Rossi no hizo más que escalar en la consideración de Fernández y ahora manejará política y recursos de la Casa Rosada ¿Qué pasará con ese vínculo dañado? ¿Ganará la cordura?

Lewandowski es el nuevo adversario de Perotti. Jugaron juntos en 2021, pero el senador ya entendió que no es el preferido del gobernador para las elecciones de este año. Por ese motivo, el periodista fue a buscar tutela con la vicepresidenta Cristina Fernández. Como contó Letra P, ministerios cristinistas van a empezar a bajar a Santa Fe de la mano del legislador. A fin de mes, por ejemplo, Cultura, que conduce el K Tristán Bauer, aterrizará en dos localidades de la mano del Lewandowski. Bajo ese marco, ¿van al choque electoral? ¿Se reeditará un peronismo provincial versus peronismo nacional, como cuando el PJ gobernaba antes del socialismo?

Los dos casos, Rossi y Lewandowski, sirven para dimensionar que Perotti entra en zona de conflicto. Su intención es parapetarse sobre las bondades de la gestión, pero dicho plan termina con el cierre de listas, luego será todo rosca y campaña. No habrá tiempo para otra cosa. La cabeza en la lista de diputados provinciales lo espera, allí pondrá sus expectativas. Antes necesita dar señales en seguridad, algo que no haga pensar en que Santa Fe involucionó desde su llegada. Ahí tampoco le sobra el tiempo.

Sain. El exministro de Seguridad de Santa Fe, acusado de espionaje ilegal. 
José Núñez, el diputado del PRO Santa Fe que reniega de la conducción de Gisela Scaglia.

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