No solo de seguridad y violencia hablaron el presidente Alberto Fernández y el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, el jueves en la Casa Rosada. El rafaelino, interesado en romper el entramado narcocriminal que opera en Rosario, le pidió que implemente en la provincia el Código Procesal Penal Federal, que comenzó a regir en Salta y Jujuy a mediados de 2019 y, en su momento, se pensó un lapso de cinco años para su puesta en marcha en todo el país. ¿A qué se debe el interés raudo de Perotti? A que las bandas criminales, al menos cuando empezaron a ser desmembradas por el Estado, nunca fueron investigadas por narcotráfico, un delito federal. Sí fueron condenadas, pero por delitos de índole provincial, como homicidio y asociación ilícita.
El Código que dio su puntapié en el norte del país responde al llamado “sistema acusatorio” que viene a reemplazar al “inquisitivo” y significaría, realmente, un cambio paradigmático en la provincia. En Santa Fe rige un nuevo Código Procesal Penal desde 2014 que aportó transformaciones sustanciales en la justicia santafesina.
La implementación le permitiría a Santa Fe contar con más fiscales con poder como para llevar adelante las investigaciones vinculadas al narcotráfico y conseguir una resolución, a priori, más rápida de las causas.
Dos fuentes que participaron del encuentro le confiaron a Letra P que la respuesta de Fernández fue positiva. El Presidente les informó al gobernador, al senador nacional Roberto Mirabella y al diputado provincial albertista Leandro Busatto que con el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, está diseñando un plan para implementar el Código Procesal Penal Federal nuevo en todo el país.
En ese esquema, no descartó que Rosario y Santa Fe sean dos de las ciudades elegidas para continuar la senda que arrancaron Salta y Jujuy el año pasado. La delegación santafesina se retiró conforme y esperanzada del encuentro.
Perotti firmó el jueves junto a su ministro de Seguridad, Marcelo Saín, y la ministra de Seguridad nacional, Sabina Frederic, un convenio mediante el cual ambos Estados cooperarán para mejorar los índices delictivos de la provincia.
En esa misma línea, el gobernador sentó a la mesa de discusión a los intendentes de las ciudades más grande de la provincia, peronistas y progresistas, para conformar mesas de coordinación locales. Santa Fe quedó toda la semana en el centro de escena nacional y desde el gobierno que dirige Perotti apuntaron a bandas que “quieren sembrar el terror” y “conmoción en la sociedad”.