LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) A contramano de la postura políticamente intransigente que muestra en público, poco amable al diálogo con otros espacios por fuera del macrismo duro, Patricia Bullrich arma parte de su candidatura presidencial con dirigentes de extracción peronista. “Estamos hablando con todos”, aseguró a Letra P un hombre al tanto de sus recorridas, que no se detendrán pese al cimbronazo que generó el intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Bajo esta idea, la presidenta de Propuesta Republicana (PRO) acercó a su proyecto a Joaquín de la Torre, mientras continúa la mesa de trabajo junto a otros legisladores que responden a Emilio Monzó.
De hecho, Bullrich y el senador de la Primera sección tienen en la agenda del lunes una recorrida en modo campaña en un distrito gobernado por el Frente de Todos. Será la segunda actividad que compartan en menos de un mes. La exministra de Seguridad ya visitó la ciudad de San Miguel, un distrito del oeste bonaerense que De la Torre controla a través del intendente Jaime Méndez. Acompañados de algunos de los principales exponentes del ala dura, como Gerardo Milman, Juan Pablo Allan y Martín Culatto, visitaron el Centro de Monitoreo municipal y recorrieron el centro comercial.
En el equipo de Bullrich saben que su figura crece en las encuestas casi al mismo ritmo que la tensión con el oficialismo, pero también son conscientes del enorme déficit político que tienen en la provincia de Buenos Aires, el distrito del 37% del padrón electoral nacional. De ahí que en el territorio gobernado por Axel Kicillof busquen acuerdos con dirigentes de distintas vertientes políticas, incluso con el diputado Florencio Randazzo; lo mismo a nivel nacional, donde esperan tender puentes con el radicalismo de Gerardo Morales y llegar a un posible acuerdo para confeccionar listas cruzadas.
Con sus recorridas conjuntas, el senador del Peronismo Federal busca ganar volumen político para alimentar sus intenciones de presentarse como candidato a gobernador en 2023, mientras la presidenta del PRO aún no logra levantar en imagen e intención de voto al jefe comunal de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel. Más allá de eso, en el entorno de De la Torre repiten que Bullrich es la candidata con mejores posibilidades de llegar a la Casa Rosada y contrastar contra “la decadencia de los años kirchneristas”; eso, siempre y cuando Mauricio Macri decida no competir por un tercer mandato. Esta última postura se condice con la encuesta que manejan en el bullrichsismo, que indica que, si el expresidente no se presenta en 2023, gran parte de ese caudal electoral se volcaría a Bullrich, abanderada de los halcones.
En cualquier caso, en el inicio de la campaña, quienes mejor se perfilan para competir por la sucesión de Kicillof son el presidente del bloque PRO en la Cámara de Diputados, Cristian Ritondo, otro de los exponentes del ala dura que cuenta con el respaldo de la exgobernadora María Eugenia Vidal y del ingeniero; y el diputado Diego Santilli, alineado al sector de Horacio Rodríguez Larreta.
Tal como dio cuenta Letra P, los equipos de Bullrich también llegaron a acuerdos con otro sector del peronismo amarillo, como el monzoísmo. A nivel nacional, ya hubo numerosos encuentros entre los principales referentes de cada espacio: Millman e Iguacel, por el lado de los intereses de la presidenta del PRO, y Sebastián García de Luca y Nicolás Massot, en representación del expresidente de la Cámara de Diputados. En tanto, en el plano bonaerense ya se cruzaron Juan Pablo Allan, Lorena Petrovich y Florencia Retamoso, tres legisladores del ala dura, y Marcelo Daletto, el senador provincial que responde a quien presidió la Cámara baja durante el macrismo.
Este principio de acuerdo entre las partes, que por ahora no se expone demasiado en público, se observa también con presencias más territoriales. El monzoísta Daletto estuvo en Tres Arroyos y Coronel Rosales a principios de agosto, y en el acto lanzamiento de Apertura Republicana de la Provincia de Buenos Aires, en Quilmes, y lo mismo el exconcejal y excandidato a intendente quilmeño, Walter Queijero, en el plenario que Bullrich encabezó en el distrito ribereño hace unas semanas.
Estas nuevas incorporaciones, que buscan equilibrar el liderazgo predominante de Larreta, se suman a tres pases políticos dentro del PRO que hicieron ruido en el Concejo Deliberante de La Plata. Se trata de Carla Fernández, Romina Marascio y Belén Muñóz, quienes el jueves se tomaron una fotografía con Bullrich, el senador Allan y otros dirigentes locales, y desde ahora estarán en su armado en la capital de la provincia, único distrito en el que la exfuncionaria nacional tiene tres escaños que le responden.