Sin los votos para poder llevarlo al recinto, el bloque del Frente de Todos (FdT) en la Cámara de Diputados deberá decidir cómo tramitará el giro que viene del Senado con la ampliación de la Corte Suprema a 15 miembros, luego de una negociación de dos meses que terminó con una ajustada votación este jueves. La posibilidad de llegar al mínimo necesario no aparece en la Cámara baja, pero la pulseada por agrandar o mantener la composición del máximo tribunal sucede dentro de un tablero judicial mucho más amplio que no sale de los contornos del Congreso.
A partir de este lunes la presidenta de la Cámara baja, Cecilia Moreau, podrá establecer por qué comisiones pasará el proyecto. Se espera que involucre a las de Asuntos Constitucionales, que preside el pampeano Hernán Pérez Araujo y de Justicia, encabezada por el bonaerense Rodolfo Tailhade. Los dos legisladores del FdT tendrán la misión de organizar un debate que, por ahora, no tiene ningún borrador de trabajo. Más allá de los tiempos que pueda tener el trámite que pacten con la oposición, en el oficialismo asumen que no tienen los votos para aprobar el proyecto.
Los primeros pronunciamientos de Juntos por el Cambio confirmaron una negativa cerrada a tratar el tema. Lo mismo sucede con el interbloque Federal, donde conviven cordobesistas, socialistas santafesinos y lavagnistas. No tienen previsto acompañar la iniciativa y tampoco ofrecen ninguna instancia de negociación, aunque en ese espacio hubo exploraciones de coincidencias por otro tema que también está frenado en Diputados, como la reforma del Consejo de la Magistratura, que fue aprobada por el Senado y no tiene chances de llegar al recinto por ahora.
El objetivo del oficialismo es avanzar en la sanción de una nueva ley porque en noviembre concluyen los mandatos de todos los miembros del organismo, luego del fallo de la Corte que restituyó una norma que el Congreso había derogado y devolvió al organismo a su composición original, presidida por el titular de la Corte. Ese sillón es ocupado por Horacio Rosatti y desde entonces tiene en sus manos la conducción del organismo. Toda esa coyuntura quedó en un segundo plano desde que Martín Guzmán renunció a principios de julio al ministerio de Economía, pero por entonces resonaron rumores del deseo de los cortesanos de desligarse del control del Consejo, porque habrían hecho una autocrítica de la decisión que tomaron en diciembre pasado.
El proyecto de ampliación de la Corte podría tener el mismo recorrido que la iniciativa para reformar el Consejo de la Magistratura. Se cruzarán en una ruta donde ya hay otras propuestas que quedaron varadas por la falta de votos, como la reforma judicial, que implicaba una ampliación del fuero federal y cambios en los tribunales de Comodoro Py.
En el Senado hay otro punto clave que ya acumula dos años de freno. El pliego del juez federal Daniel Rafecas para conducir la Procuración General de la Nación nunca avanzó por diferencias internas entre el presidente Alberto Fernández, que firmó la postulación, y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. En algunos despachos del oficialismo le adjudican la decisión de quitarle impulso, un punto que JxC quiso aprovechar ofreciendo el acuerdo para aprobarlo con el objetivo de desnudar el desacuerdo dentro de los socios del FdT.
El panorama se complica aún con la vacante que dejó la cortesana Elena Highton de Nolasco desde el 5 de octubre pasado. Presentó la renuncia y dejó al máximo tribunal con cuatro integrantes masculinos. Organizaciones como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) reclaman que el puesto sea ocupado por una mujer. Dentro de dos semanas se cumplirá un año que la vacante sigue sin ser cubierta y no aparecen señales de que el Ejecutivo envíe un postulante. No lo hará hasta que no tenga asegurados los dos tercios necesarios en el Senado y esa posibilidad aparece lejana por ahora. Cuando se cumpla un año de la renuncia de Highton el tema volverá a tomar fuerza y podría ser parte de una ofensiva discursiva del oficialismo para reivindicar la ampliación a 15 miembros y avanzar con la paridad de género, otro de los puntos pactados en la redacción del texto que viene del Senado.
Son las piezas sueltas que aparecerán en el horizonte cuando comiencen las exploraciones para sumar respaldos. El oficialismo podría disciplinar sus 117 votos y hasta ahora podría contar con el apoyo de los bloques provinciales que ya aportaron su respaldo en el Senado. Es el caso de los integrantes del bloque Provincias Unidas, donde hay dos representantes de Río Negro y dos de Misiones. Los cuatro legisladores replicarían la decisión que adoptaron el jueves el senador y exgobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck y su colega del Frente de la Concordia Misionero, Magdalena Solari Quintana.
Con esos cuatro respaldos los eventuales apoyos para reformar la Corte llegarían a 121. Los ocho que faltan para alcanzar el cuórum aparecen muy lejanos. La sumatoria no se completa con posibles aliados provenientes de monobloques. Depende del aporte de fuerzas de la angosta avenida del medio, como el interbloque Federal, que hasta ahora no evalúan ningún apoyo, aunque sus miembros no pierden la mirada panorámica del escenario judicial que se cocina en el Congreso.