Sin la presencia de la presidenta del cuerpo Cristina Fernández de Kirchner y con el rechazo opositor, el oficialismo logró aprobar este jueves la reforma judicial para ampliar la Corte Suprema de sus cinco asientos hasta los 15, luego de moderar una propuesta enviada desde la Liga de las provincias que sumaba hasta 25 cortesanos. Con 36 votos afirmativos frente a 33 negativos, el proyecto que levantó polémica pasó a la Cámara de Diputados, donde su trámite augura ser más complicado para convertirse en ley.
"El Poder Judicial está altamente cuestionado y necesitamos que sea confiable, pero tenemos un problema, la Corte se siente un Poder superior. Además, ustedes no pueden seguir con este juego del capricho porque no podemos avanzar en nuestro trabajo", cerró su discurso José Mayans, titular del bloque del FdT. A pesar de que en la recta final parecía que el oficialismo no lograría su aprobación, al final consiguió su objetivo por tres votos en la previa del alegato que realizará la vicepresidenta este viernes en la causa Vialidad.
Como uno de los voceros del rechazo de la oposición, durante su alocución, el senador por la Unión Cívica Radical (UCR) Evolución Martín Lousteau aseguró que "hay que desenmascarar" el llamado al diálogo que hizo el presidente Alberto Fernández luego de intento de asesinato que sufrió Cristina Kirchner y desestimó la propuesta judicial del oficialismo. “Estamos debatiendo una vez más lo que ustedes quieren, como quieren, mientras la inflación corre al 7 por ciento mensual y los precios se elevan a un ritmo del 135 por ciento anual, nuestro debate es este”, aseguró.
“Necesitamos una justicia que le genera a la ciudadanía no solamente más acceso sino más confianza y nada de esto tiene que ver con esas prioridades. Nada de esto va a contribuir a cambiar y mejorar la justicia, sino a echar todavía más dudas sobre cómo funciona la justicia”, agregó.
El proyecto fue solicitado originalmente por un grupo de gobernadores del peronismo pero en las últimas horas había surgido la posibilidad de que el oficialismo aceptara reducir ese número a 15, a requisitoria de algunos legisladores aliados del Frente de Todos (FdT) que no querían votar la propuesta de los 25 integrantes. De esta forma, se llegó primero al cuórum hasta la media sanción del final de la jornada.
La legisladora y presidenta del Partido Justicialista (PJ) de Mendoza, Anabel Fernández Sagasti, criticó que la oposición se refiera al peronismo con términos como “psiquiátricos”, “banda mafiosa” y “corruptos” y acusó a JxC de no querer debatir la actualidad judicial del país. “El consenso que ustedes quieren es que nunca hablemos de la Justicia. No estamos cometiendo ningún hecho delictivo al sancionar esta ley”, lanzó.
La senadora por Santa Fe Carolina Losada, que por momentos asumió la presidencia del recinto ante la ausencia de Cristina Kirchner y la vicepresidenta Claudia Ledesma Abdala, acusó al kirchnerismo de estar "tirando humo porque quieren tapar otras cosas". “Lo que están buscando es la impunidad”, denunció y profundizó: “Si no quieren que los traten de mafiosos, no actúen como mafiosos”.
La senadora de JxC oriunda de Jujuy Silvia Giacoppo calificó a la reforma judicial como "inoportuna" y "tóxica" ya que se le está "tirando nafta al fuego". “Cuando la justicia no está para nuestro lado hay que tocarla, o cambiarla. Es lo primero que se viene en la cabeza cuando empezamos a trabajar este proyecto. Acá queda claro que los cuatro jueces actuales no son a favor entonces hay que poner 21 más para ver si podemos mejorar las cuestiones políticas”, agregó su compañero de bancada Eduardo Vischi.
Desde el oficialismo, el rionegrino Martín Doñate sostuvo que con la Corte actual la Argentina sufre un "unitarismo judicial de facto" ya que "no hay república con cuatro señores que se arrogan la suma del poder público". Según el senador, el máximo tribunal judicial del país "viene jugando políticamente y electoralmente en la Argentina”.
“Los números se ajustan a las necesidades de momentos históricos de cada país. No es que un número esta bien y otro esta mal. Cada país ha resuelto su institucionalidad de la mejor manera que ha podido para la etapa histórica que estaba viviendo”, sostuvo, por su parte, el expresidente y exgobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá.