FASE M

Massa, entre el supercontrol y el Índice Rubinstein de tolerancia K

El ministro de Economía volteó el alambre electrificado de Energía, la gran trinchera cristinista. Reflejos de resistencia y los límites del libre albedrío.

Mientras Alberto Fernández lograba recuperar su agenda diplomática con presencia en la asunción de Gustavo Petro en Colombia y a la espera de la bilateral con Joe Biden, este fin de semana, Cristina Fernández de Kirchner cedia el poder total que tenía en la Secretaría de Energía para “darle libertad de acción en la gestión económica” a Sergio Massa. Le concedió, además, el manejo del tiempo del anuncio para que se quedara con las tapas de los diarios -un sector de la política todavía piensa en papel- y así iniciar la semana con un tanque informativo: la confirmación de su condición de superministro. Sin embargo, al mismo tiempo, aparecieron reflejos de resistencia al ajuste M y el Índice Rubinstein parecería marcar un límite al libre albedrío del hincha de Tigre, que esta semana, encima, deberá atajar la bomba de la inflación de julio.

Según confiaron a Letra P fuentes de La Cámpora, agrupación que lidera Máximo Kirchner, la salida de Federico Basualdo de la Subsecretaría de Energía Eléctrica apunta a darle aire a la gestión de Massa y a que pueda maniobrar “sin inconvenientes”. El funcionario camporista fue el archienemigo de Martín Guzmán, incluso responsable de la renuncia del exministro de Economía preferido del Presidente. Sin contrincante con quien confrontar, se quedó sin función, aunque es cierto que, esta vez, su resistencia venía desde afuera del Gobierno y estaba muy vinculada a Massa: los empresarios controladores de EdenorJosé Luis Manzano Daniel Vila.

 

El grito en el cielo que puso Malena Galmarini, una suerte de primera dama con peso propio de la nueva anormalidad del Frente de Todos, por la falta de cuadros femeninos en la reconstrucción del gobierno todista pareció tener eco. La designación de la salteña  Flavia Royón en Energía es tan histórica como la llegada de Cecilia Moreau a la presidencia de Diputados, porque deberá lidiar en un mundo comandado por varones, hoy fortalecido con la expansión de Vaca Muerta y las inversiones gasíferas. Habrá que ver si la nueva funcionaria deberá atravesar los cuestionamientos que Ingrid Beck detalla que sufrió la nueva jefa de la Cámara baja, porque la configuración del poder muestra que, ante los incendios políticos y económicos, a las mujeres “no las suelen convocar para apagar las llamas, sino para planchar los uniformes”.

 

La lejanía de los rumores de dimisión de Alberto Fernández, que se precipitaba a partir de las presiones de CFK que horadaban el poder presidencial, hicieron respirar al gabinete y al FdT. Claro, la jugada en el momento en que el Gobierno tomaba la última curva hacia la bandera a cuadros del electoral 2023 posicionó a Massa por delante de sus socios. El primero, por necesidad de alivio ante los errores de su gestión; la segunda, por sentirse responsable de la elección del piloto de tormenta. En ese contexto, el ministro de Economía tomó el volante y pisó el acelerador de las decisiones con aval kirchnerista, aunque duela, como contó este domingo Gabriela Pepe.

 

La trinchera electrificada

La orden de CFK a la tropa camporista fue conciliación, pero “no rendición”, aclararon desde la orga a Letra P, y no todo el kirchnerismo está dispuesto a “tragarse un sapo”, como decía Juan Perón. Sorprendió que Jorge Rivas, el socialista K que critica la alianza del PS con el macrismo porteño, mostrara el descontento del sector con el arribo del hincha de Tigre al Ejecutivo, aunque no hace foco en la persona del ministro, sino en lo que considera un giro a la derecha del Gobierno. En Twitter, dijo que "el ingreso de Massa al Ejecutivo viene a ratificar que la cúpula del FdT considera que de la actual crisis económica y social solo se sale por derecha". En el mismo sentido, agregó: "Lxs socialistas no debemos aceptar mansamente esta decisión, sino dar el debate interno necesario en todo gobierno de coalición".

Rivas, que llegó al Gobierno por la relación que cultivó cuando era vicejefe de Gabinete y Alberto Fernández comandaba a los ministros de Néstor Kirchner, responde orgánicamente al Ministerio de Transporte, la cartera que conduce Alexis Guerrera, el massista que presionó por la salida de Darío Martínez de Energía.

 

Otro que sufre el embate de la nueva ola del poder renovador es Claudio Lozano, director del Banco Nación, jefe del Unidad Popular, partido integrante del FdT y crítico de la ortodoxia económica. A su salvataje acudieron varias organizaciones pymes, aunque los industriales de la UIA prefirieron quedar al margen de la tensión, a pesar de participar activamente en el Consejo Consultivo que armó en el marco de la entidad financiera.

 

Estos dos casos se suman a la resistencia de Juan Grabois, que amenaza con emigrar del todismo.

 

Una Laspina en la garganta del relato

La incomodidad de algunos sectores K por la aplicación de la ortodoxia económica M fue festejada por Juntos por el Cambio. El diputado Luciano Laspina, una de las espadas de Mauricio Macri en la Cámara baja, dijo que Massa “le puso un certificado de defunción al discurso del kirchnerismo”. “Hoy le tocó a Sergio decir que esto no va más, porque hay que corregir tarifas, revisar planes sociales. Hay que aferrarse al 2,5%, que es la meta del Fondo Monetario que el kirchnerismo no votó″, sentenció el santafesino macrista.

En esa línea, el secretario de Agricultura, Juan José Bahilo, confirmó que prepara medidas para beneficiar al campo con un dólar-soja más amable, con el objetivo de lograr que los chacareros se convenzan del plan económico a favor de políticas de mercado y que liquiden los cereales retenidos. En momentos en que Ucrania libera granos y hace caer la cotización internacional, los productores esperan mejores condiciones para vender sus reservas ante la falta de éxito del plan devaluador que el mercado empujó durante los últimos meses.

 

En busca del límite de la paciencia

Massa esperará hasta este martes para confirmar o desmentir si Gabriel Rubinstein, un ortodoxo del  team del cerebro económico del superministro Roberto Lavagna que quiere como su número 2. Su perfil público de odiador serial de Cristina, como lo define Horacio Verbitsky en El Cohete a la Luna, puso en duda la intención del líder renovador de sumarlo a la gestión para darle señales de alivio al FMI. El equilibrio con la vicepresidenta, que medirá sus gestos de apoyo a la política de ajuste, es una de las razones del posible viraje, dice Alfredo Zaiat en Página 12.

La semana, con todo, estará signada por el efecto inflación. Mientras que el jueves el INDEC de Marco Lavagna difundirá la explosiva suba de precios de julio, las expectativas de remarcaciones de todo el año ya superan el 90% para el REM. Según un informe de la consultora LCG, la canasta de alimentos presentó, en la primera semana de agosto, una suba del 2,1%. Si bien se trata de una variación menor a la registrada en el mismo período del mes pasado (2,5%), es un dato elevado que representó una aceleración de 1,1 punto porcentual frente a la semana previa. Según publicó Agustín Maza en BAE Negocios, la consecuencia está en la actividad, que en julio mostró una fuerte baja en el consumo y confirmó los temores de las industrias acerca de un enfriamiento de la economía.

 

El Gobierno buscará esta semana aplacar las ansias devaluacionistas del mercado. Si bien el secretario de Producción, José Ignacio De Mendiguren, admitió que el dólar está “un poco” atrasado, Massa evitará un shock del tipo de cambio. Como contraparte, el Banco Central ofrecerá una nueva suba de tasas a los plazos fijos y el Tesoro hará lo propio, junto con las de Leliqs. El viernes, la rueda bursátil cerró la semana con un mercado que aún muestra cautela y sin grandes variaciones en sus cotizaciones.

 

Fuente: Rava Bursátil

 

En tanto, el ministro de Economía espera la llegada de dólares que libere de tensiones a un BCRA que, desde el inicio de agosto, se desprendió de casi 700 millones de dólares de sus reservas internacionales. Gracias a un invierno benigno, hasta el momento, el país podría revender barcos regasificadores y, de manera paralela, fortalecer al Central con los adelantos de las exportaciones que le prometieron las empresas a Massa.

La esperanza establishment-friendly del peronismo oficialista deberá optar, esta semana, entre las opciones que tiene dentro del camino de la economía ortodoxa para evitar un naufragio del barco en el tormentoso Frente de Todos.

 

Andrés Larroque
bausili sera el presidente del bcra y tendra la tarea de desarmar la bomba de las leliq

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