LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) Con las tribus representadas en el Frente de Todos (FdT) ubicadas espalda con espalda para defender a Cristina Fernández tras la acusación en su contra en el marco de la causa Vialidad, el peronismo en estado de asamblea activa todas sus estructuras y empieza a cocinar un 17 de Octubre para rescatar a su líder de un destino de cárcel y proscripción: el presidente Alberto Fernández participó del Consejo Nacional del PJ, el diputado Máximo Kirchner reúne a la dirigencia bonaerense y la versión porteña del partido convocó a un cabildo abierto. La militancia marchará en las ciudades de Córdoba, Rosario y Santa Fe.
El peronismo entró en ebullición el lunes, cuando los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola pidieron para la expresidenta una pena de prisión de 12 años y la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos, en un alegato por el que le atribuyeron los delitos de asociación ilícita y defraudación al Estado.
En la sede partidaria estuvieron presentes el canciller Santiago Cafiero, la ministra de gobierno de la provincia de Buenos Aires, Cristina Álvarez Rodríguez; el diputado nacional José Luis Gioja, el diputado nacional Eduardo Valdés, la senadora nacional Lucía Corpacci y el exintendente de Merlo Gustavo Menéndez. A través de Zoom, participaron el titular de la AFI, Agustín Rossi, y el ministro del Interior, Eduardo de Pedro.
Por su parte, el PJ porteño realizará un “cabildo abierto”, mientras que militantes de diversas organizaciones sociales, políticas y estudiantiles mantenían esta mañana por cuarto día consecutivo una vigilia frente al domicilio de la vicepresidenta, en el barrio porteño de Recoleta.
En La Plata, el diputado Máximo Kirchner reúne este jueves al mediodía a toda la dirigencia del partido para reforzar el apoyo a Cristina y definir un plan de acción en la calle, que podría ser corolado con una gran movilización.
El encuentro -a las 12.30- en la sede que el partido tiene en la capital bonaerense estaba pautado de antemano; lo que cambió en las últimas horas fue el contenido previsto: el tema excluyente será consensuar una línea política común de respaldo a CFK en el marco de su procesamiento judicial.
Mientras en las filas oficialistas se debate cuál será la fecha en que todos los sectores del peronismo, centrales obreras, movimientos sociales y fuerzas de centroizquierda afines al kirchnerismo saldrán masivamente a las calles para marchar en defensa de la vicepresidenta y en contra del lawfare, el líder de La Cámpora busca tomar la delantera en la discusión para empezar a organizar la resistencia a la ofensiva judicial contra su madre.
El PJ bonaerense ya había emitido un comunicado oficial en el que expresó la “solidaridad con la compañera vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner” y repudió “la utilización de uno de los tres poderes del Estado, el Judicial, para la persecución de dirigentes políticos y sociales”.
Como contó Letra P, la asunción -este miércoles- de Walter Correa en el Ministerio de Trabajo bonaerense fue una muestra de la caldera en la que se convirtió el peronismo tras las acusaciones de los fiscales a CFK. “Hay que organizarse, ya no alcanza con un Twitter”, manifestó antes del acto de jura el ministro de Justicia y consejero del PJ bonaerense por la Octava sección electoral, Julio Alak.
En el Teatro Metro de la capital bonaerense, donde tuvo lugar la convocatoria, el cántico “Si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar” (un clásico que en estos días volvió a cobrar muchísimo impulso y actualidad) brotó desde todo el auditorio de forma espontánea, lo que marca el clima de agitación y adrenalina que existe especialmente en el kirchnerismo por los últimos acontecimientos en el juicio contra La Jefa del movimiento.
Fue la senadora nacional ultrakirchnerista Juliana Di Tullio quien sinceró que ya se está conversando informalmente sobre la fecha de convocatoria, y una de las alternativas que surge con más fuerza es la del Día de la Lealtad, fecha de alto contenido simbólico para el peronismo porque conmemora la liberación del entonces coronel Juan Domingo Perón en el marco de la multitudinaria y espontánea movilización obrera ocurrida el 17 de octubre de 1945.
Quienes alientan esta fecha para colmar la Plaza de Mayo y las principales arterias del centro porteño argumentan que existe un paralelismo histórico que une las circunstancias vividas por Perón, quien en aquel 1945 estaba detenido en la Isla Martín García, con la de la dos veces presidenta CFK, a quien consideran víctima de una operación del ariete judicial con sus apoyos mediáticos, políticos y económicos para asediarla, estigmatizarla ante la sociedad y, en el peor de los escenarios, meterla presa.