FASE M

Massa inició el Plan Tijeras de Rubinstein para la tribuna de Kristalina

A dos semanas de su visita al FMI, el superministro anunció recortes diseñados con su flamante vice. Busca dar más señales de calma al mercado financiero.

El ministro de Economía, Sergio Massa, inició la etapa del ajuste en la administración pública nacional con recortes en áreas como educación, salud, producción, transporte y obras públicas que buscan mostrar datos concretos del anuncio que realizó en la conferencia de prensa de asunción, pero que generaban desconfianza sobre su aplicación real. La decisión llegó a dos semanas del inicio de la gira por Estados Unidos que realizará el superministro para conseguir el aval del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de los inversores financieros de Wall Street.

 

En el entorno de Massa existía preocupación por la falta de resolución sobre la asunción de Gabriel Rubinstein en la Secretaría de Programación Económica, debido a que una visita al Fondo sin explicaciones técnicas sobre la puesta en marcha del plan de ajuste podía disparar incertidumbre entre analistas e incluso poner en marcha una nueva corrida cambiaria si los inversores no encontraban certezas a la hora de poner un voto de confianza en la nueva política macroeconómica.

 

"Había quedado claro que existía una fortaleza política para poner en marcha un plan de ordenamiento fiscal en medio de una crisis económica y financiera, pero, hasta que no se pusieran los números del ajuste, nadie sabía hasta qué punto el kirchnerismo defendía recortes y en qué áreas", le dijo a Letra P una fuente cercana al Palacio de Hacienda.

 

El anuncio de recortes, casi a la par del inicio de la gestión de Rubinstein, dejó la señal de que el flamante viceministro había tomado posesión del cargo incluso antes del fin de semana. Ya desde el 12 de agosto, cuando estaba en duda su designación por las tensiones con el kirchnerismo ante los antecedentes críticos hacia Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, que había anunciado en conversaciones telefónicas privadas que retomaría su relacionamiento público unos días después.

 

La primera medida llegó de la mano de la reducción presupuestaria por 128.000 millones de pesos para distintas partidas, muchas de las cuales están relacionadas con créditos vinculados a gastos de capital por transferencias a provincias y municipios; en tanto que los gastos se incrementan para “asistencias sociales” y "económicas", aunque fuentes del massismo aclararon que la subejecución presupuestaria "desanda la posibilidad de un ajuste fuerte, sino que solamente adecúa los gastos necesarios".

 

Una de las áreas que vio afectado su caudal presupuestario fue la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo, comandada por el massista José Ignacio De Mendiguren, que cuando era ministerio tenía hasta 70.000 millones de pesos más. La tijera pasó por una reducción en el Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (FONDEP). También por el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat con una reducción de otros 50.000 millones de pesos que habían sido destinados al Fondo Fiduciario Programa Crédito Argentino.

 

El achique afectó al programa Conectar Igualdad, dependiente del Ministerio de Educación, por 50.000 millones de pesos, y a la caja de Recursos Hídricos, ejecutada por la cartera de Obras Públicas, por unos 20.000 millones de pesos. El Ministerio de Transporte, comandado por el massista Alexis Guerrera, se quedó con 10.000 millones de pesos menos para el área de Coordinación de Políticas de Transporte Fluvial y Marítimo, en tanto que Salud, de la ministra Carla Vizzotti, contará con otros 10.000 millones de pesos menos para Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles e Inmunoprevenibles.

 

Un mensaje para el Fondo

La puesta en escena del plan de ajuste busca ser señal de cumplimiento de la meta fiscal trazada con el FMI, a poco de que Massa visite a su directora gerenta, Kristalina Georgieva, quien deberá dar el visto bueno de la segunda revisión del acuerdo, que permitirá liberar unos 4.000 millones de dólares. Uno de los puntos clave era lograr el objetivo de reducir el déficit fiscal y el ajuste anunciado implica un ahorro equivalente al 3,1% del déficit fiscal total de 2022, proyectado ahora en $3,95 billones.

 

En ese contexto, el Sector Público Nacional registró en julio un déficit de 75.947,3 millones de pesos, con lo cual, en los primeros siete meses del año acumula un rojo del 1,1%, según informó el Ministerio de Economía. "El mes de julio, luego de las correcciones aludidas, presenta una desaceleración del crecimiento real del gasto primario, en virtud de la política de ordenamiento y consolidación de las cuentas públicas", señaló. Ese mismo detalle mostró que el mes pasado "muestra una serie de correcciones que permiten retomar un sendero fiscal compatible con un déficit anual del Sector Público Nacional de -2,5% de PIB".

 

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Javier Milei y Toto Caputo, en el Ministerio de Economia. 

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