Ahora, un mes y medio después, la Mesa de JxC decide ajustar la tuerca. Del consejo amistoso pasaron al preaviso de intervención. En otras palabras, quienes tienen voz y voto en la estrategia nacional de la alianza informaron que si no se firman los reglamentos en lo inmediato, se aplicará uno genérico, elaborado en despachos porteños.
A esta altura puede imaginarse el desagrado del “memo” recibido y que será materia de debate en cada partido durante toda la semana que viene. En Córdoba así se disponen a hacerlo, porque no quieren que su pieza de ingeniería duerma en un cajón, como ocurrió en las elecciones de 2019, cuando Mario Negri y Ramón Mestre fueron las caras de la ruptura en la compulsa provincial y municipal de mayo de aquel año.
No cambió el contexto de aquel pedido nacional en la “ciudad imperial” del sur cordobés. Todo lo contrario. JxC está libanizado y en guardia de cenizas tras la erupción de la volcánica Elisa Carrió, jefa de la Coalición Cívica. La mentada unidad parece un desafío sobrehumano y esta situación quizás explique la urgencia de la Mesa de contar con herramientas de contención de socios, más propensos a tejer sus propios acuerdos que consagrarse como garantes de la paz aliancista.
Mesa Nacional. La reunión de julio en Río Cuarto
En JxC de Córdoba, el precandidato a gobernador Luis Juez retiene la firma del reglamento para la competencia interna. Esta es la versión que proporcionan en el pool técnico, con excepción del hombre de confianza del fundador del Frente Cívico, Ernesto Martínez. Pese a la insistencia para cerrar esta etapa normativa, no hay acuerdo político para avanzar.
Lógico: Juez pregona en cada rincón que visita que encabezará la boleta quien mejor mida en la encuestas. Hasta ahora, él. Tiene razones estadísticas para sostener su posición, mientras el radical Rodrigo de Loredo no avance los suficientes casilleros como para disputarle el liderazgo en la boleta y, siempre y cuando tenga el aval de sus mentores, Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, protagonistas de los óleos sobre lienzo que adornan el despacho del gobernador Schiaretti.
Un mito urbano (por ahora) de este año de campaña anticipada tuvo en varias oportunidades a De Loredo como el hombre a conquistar por el Panal, a punta de promesa de un pase directo a la Municipalidad. Se le atribuye la versión a la “vieja guardia” schiarettista. El ala renovadora peronista despotrica por lo bajo, mientras su jefe directo, Martín Llaryora, afirma que “van por todo” en 2023.
Tampoco hay que olvidar en esta danza al expresidente Mauricio Macri, quien habilitó al diputado Gustavo Santos para que vuelva a caminar las trincheras de la campaña provincial. Recientemente, el flamante funcionario de la Organización Mundial de Turismo pidió que se garantice la interna en Juntos.
Letra muerta
La Mesa Nacional de JxC bajó línea y esperará los documentos más temprano que tarde. Esto no supondría un problema para la coalición cordobesa porque ya tiene el “borrador” listo para pasar en limpio y ser rubricado por las autoridades de los partidos. El problema es político.
Letra P accedió en exclusiva al documento que, de no sufrir nuevas modificaciones, asoma como una herramienta pensada para contener a los aliados de peso y evitar las listas aventureras sin votos.
Tridente. Santos en campaña, junto a Juez y De Loredo
Con la interna –en caso de que este sea el método que se imponga– se definirán las candidaturas para la gobernación y vice; para las legislaturas departamentales, por distrito único y para los tribunales de cuentas de la provincia. También para la intendencia, vice, concejales y tribunales de la ciudad de Córdoba. Este reglamento, reza el texto, aplicará para todos los cargos en los municipios que decidan pegar sus elecciones a los comicios provinciales.
De esta manera, la alianza no dejaría espacio para la negociación posterior al resultado y obliga a los partidos más grandes a agigantar sus esfuerzos por contener a los pesos pesados, o bien, desalentar la interna antes de que se produzca.
Un punto polémico refiere a la composición del padrón. Juez señaló en reiteradas oportunidades que teme que “el peronismo meta la cola” enviando a votantes de identidad encubierta. Según la normativa, podrán votar quienes acrediten su afiliación a los partidos miembros con fecha de corte al 1 de octubre de 2022; y ciudadanos y ciudadanas independientes, es decir, sin afiliación formal. Por otro lado, las elecciones internas se realizarán el día que determina el acta constitutiva de JxC y con boleta única de sufragio.
El apartado de las listas promete rosca, porque admite figuras extrapartidarias a la alianza y mixtura de espacios.
El momento esperado
Para la distribución de candidaturas entre las boletas participantes se aplicarán estas reglas, dice la cúpula nacional de JxC. La primera indica que no participarán en la asignación de cargos quienes no logren un mínimo del 25% de la totalidad de los votos válidos positivos en la elección interna. El piso alto funciona como repelente de "llaneros solitarios", que se completa con la exigencia de presentar precandidaturas a la Legislatura por distrito único en al menos 20 departamentos para poder participar de la elección de cargos provinciales; y del 30% de los municipios para las bancas departamentales.
Se trata de un traje a medida para los líderes que emergieron de las legislativas de 2021. Sin embargo, no evitará transfuguismos ni los blindará de un peronismo siempre activo y atento a la vida interna de JxC.