El encuentro de la mesa nacional de Juntos por el Cambio (JxC) iba a llevarse a cabo este martes, pero la tormenta que generó Elisa Carrió está lejos de amainar y nadie quería arriesgarse a que la reunión dejara trascender un nuevo escándalo que le diera otra mano a la Casa Rosada. El impasse ayuda a disipar el eco de las acusaciones de la líder de la Coalición Cívica (CC) y patea una instancia que podía generar tanta tensión como la exdiputada: cada partido de la coalición debía revelar a sus pares sus propuestas económicas. Con paños fríos y el tiempo como ordenador, la cúpula de la alianza optó por pasar la cita al próximo 24 de agostol con el predio del sindicato de gastronómicos de la Ciudad como escenario.
Con un pronóstico climatológico con menos nubarrones que el de esta semana, las cabezas de los cuatro partidos que integran la coalición, el PRO, la Unión Cívica Radical (UCR), el Peronismo Federal y la CC, tendrá un cara a cara con parte del elenco principal del espacio. "La versión oficial (para la postergación) era que había problemas de agenda, pero la realidad es que nadie quería reunirse porque era seguro que terminaban a los tiros", se sinceró uno de los dirigentes al tanto de las negociaciones entre los espacios que integran el conglomerado opositor.
Para llegar a la cumbre más relajados, cada partido tendrá una previa que funcionará como filtro por el tópico original del conclave: la discusión por el plan económico 2023. De acuerdo a lo que reconstruyó Letra P, está estipulado que las presidencias de cada una de las fundaciones que integran la coalición, presenten los borradores en los que trabajan sus técnicos.
Como prólogo al debate por el futuro rumbo económico, después de la experiencia de Cambiemos, se escribieron distintas versiones de ruptura que circularon el fin de semana. Por ahora todas ellas fueron descartadas. "Hay que hacer una previa antes porque cualquier error se amplifica", agregó un legislador radical enojado por la situación en la que se metió JxC, cuando el gobierno de Alberto Fernández intenta surfear una fuerte crisis.
En el caso del PRO, su presidenta Patricia Bullrich, buscaría llevar a la mesa una estrategia similar a la que se arribó en el almuerzo que mantuvo con sus pares del macrismo en Happening el viernes. La exministra de Seguridad no ocultó su malestar con Carrió y no se preocupa en disimularlo. “Si hay gente que no tiene que estar en Juntos en el Cambio, se discutirá”, fue su ultimátum en Radio Rivadavia. “Nos parece que es muy importante tener mecanismos institucionales para plantear determinadas cosas”, completó una de las presidenciables del espacio.
En la sobremesa del viernes, como contó Letra P, el macrismo elaboró un manual anti-Lilita, para consensuar una postura unificada en rechazo de sus acusaciones. La decisión fue salir a marcar, de forma muy enfática, que no permitirán que esas actitudes queden sin una respuesta. Esa noche, intervino la casualidad para un improvisado encuentro entre Juan José Méndez, principal asesor del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, con dos referentes de Carrió, el diputado Maximiliano Ferraro y Fernando Sánchez. El cónclave se dio por azar, ya que era una cena con varios amigos en común, pero fue aprovechado para enarbolar la bandera de que la “unidad estaba garantizada”.
A los pocos días, no obstante, el bloque de la CC en la Legislatura subió el voltaje de la interna al anticipar su acompañamiento al proyecto del legislador del Frente de Todos (FdT) Juan Manuel Valdés para dejar sin efecto el contrato de concesión de acarreo que está sin renovación desde hace más de 20 años. Larreta apuró este martes la estatización del servicio para anticipar el golpe del Frente anti-grúas.
Por más que el tema figuraba en la agenda del lilismo porteño, en especial en la del legislador Facundo del Gaiso, el anuncio fue leído en el PRO como un intento de la CC para criticar al alcalde. Los dardos de la exdiputada nacional de la semana pasada no sólo no lo habían siquiera rozado, sino que peggaron de lleno en Cristian Ritondo, rival en la prematura interna bonaerense con la oferta larretista de Diego Santilli.
En espacio de Carrió siguen defendiendo a su líder: insisten que sus palabras fueron necesarias para evitar el ingreso del panperonismo a JxC, auspiciado por algunos de sus pares que buscan romper "la pureza" de la coalición con el ingreso de justicialistas. El expresidente Mauricio Macri acompaña la idea de la exdiputada en este punto, pero todavía no lo dice abiertamente en sus charlas privadas.