JUNTOS EN EL BARRO

Bullrich y Larreta se trenzan en una pelea cuerpo a cuerpo por el voto cordobés

El alcalde vació la estructura patricia en la provincia y hace ruido con su proximidad a Juez. La exministra seduce al Círculo Rojo y repatria a Nicolás Massot.

CÓRDOBA (Corresponsalía) Gorras con la inscripción “H23” adornaban las cabezas de los armadores del sueño nacional del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que protagonizaron las últimas reuniones de esta semana para refinar la estrategia política que se ejecutará en el próximo trimestre en la provincia de Córdoba, la perla amarilla, codiciada en un escenario de primarias abiertas.

 

El hermano y armador político de uno de los presidenciables del PRO, Augusto Rodríguez Larreta, recibió entre el jueves y el viernes a los responsables designados para el armado mediterráneo. Con merchandising de campaña puesto, sabrosos platos y bebidas sin alcohol, transcurrieron las reuniones con los tres operadores designados para el bastión mediterráneo.

 

Tal como adelantó Letra P, el vicepresidente del partido amarillo, Oscar Agost Carreño; el legislador provincial Darío Capitani y el exintendente de Jesús María Gabriel Frizza, fueron ungidos como los responsables locales del proselitismo larretista. El trío es la prueba viva del plan silencioso que desplegó un Larreta supuestamente dedicado a la gestión por fuera de sus dominios: poco a poco, fue cooptando dirigentes que le respondían directamente a su rival interna, la exministra de Seguridad Patricia Bullrich.

 

El corolario de este mecanismo de succión -a fuerza de encuestas y la disponibilidad de la “góndola” porteña- llegó con la foto de Larreta y el precandidato a gobernador de Córdoba de Juntos por el Cambio (JxC), Luis Juez. Quedó en entredichos la sociedad indestructible entre “la piba” y el senador nacional con motivo de las elecciones legislativas pasadas. Este último prefiere servirse de la interna nacional de la coalición y evitar que la dinámica se dé al revés.

 

El vaciamiento larretista de la estructura cordobesa que ostentaba Bullrich se completará con un trabajo de campo más ambicioso. Producto de los mítines de estos días, se definió la visita del alcalde a la provincia para el 26 de agosto. Incluso se barajó la posibilidad de adelantar la recorrida por Marcos Juárez y la Capital para el 12, si no pueden ajustar algunos compromisos de agenda.

 

En el plano de lo invisible, el objetivo es “parar” a un embajador del mensaje de Larreta cada 20 mil habitantes de la provincia; y, en paralelo, extender la apertura del mercado de pases no solo a miembros de la alianza, sino del peronismo cordobés y otras fuerzas políticas.

 

Sobre este punto, el equipo de Larreta tiene la convicción de que el plan nacional que encara el gobernador Juan Schiaretti no tiene lugar y que la decepción con el Frente de Todos es profunda entre la dirigencia justicialista. “No hay espacio para una ancha avenida del medio, pero si ganamos lo queremos con nosotros”, resumen altas fuentes de Uspallata cuando son consultados por el tema.

 

La ofensiva de “la comandante”

Bullrich tomó nota de la avanzada larretista y de las acotadas dimensiones de su núcleo primario. Con Juez escurridizo, la presidenta del PRO se apoya en la diputada nacional Laura Rodríguez Machado, en la senadora Carmen Álvarez Rivero y en el asesor Sebastián García Díaz.

 

Le sacará el mayor partido a este tridente, en base a sus fortalezas objetivas. El trío tiene estrechos vínculos con el Círculo Rojo cordobés que, como se sabe, ha mostrado una fidelidad inquebrantable hacia el gobernador Schiaretti y discutibles señales de transferencia directa hacia su delfín, Martín Llaryora.

 

Juez, el otrora patricio, realiza esfuerzos permanentes para congraciarse con un sector clave para montar una campaña política y construir gobernabilidad. Bullrich agita la llave a ese reducto de poder. 

 

Pese a la necesidad de ratificar alianzas domésticas, Bullrich necesita complementar su stand up político sobre cimientos sólidos. Estrechar lazos con el establishment forma parte de la rutina política, pero sabe que una candidatura no puede montarse solo “hacia afuera”. En otras palabras, necesita de apoyo material para muscular territorialmente. 

 

El próximo martes, Bullrich recibirá a su equipo cordobés para afinar la táctica de las próximas semanas. Además, y como indica el manual, hará una gira local en agosto con el objetivo de “recomprar” lo que ganó Larreta, dar la puntada inicial a su estructura de fiscales y empezar a plantar la semilla en quienes muestren interés por disputar espacios en las boletas legislativas de 2023. “Si las elecciones nacionales y provinciales tienen fechas separadas, como se supone, los aspirantes al Congreso de la Nación serán más importantes: un Mario Negri, valdrá más que Juez o el propio Rodrigo de Loredo”, razonan algunos patricios a sangre fría.

 

La sorpresa

Los alfiles de Bullrich les bajan el precio a los armadores de Larreta y anticipan la “carta” que pondrán sobre el paño para lograr ese anclaje territorial necesario. El nombre de Nicolás Massot vuelve a sonar en tierra cordobesa.

 

El expresidente del bloque PRO en Diputados durante la administración de Mauricio Macri jugó un rol central en el armado presidencial de 2015, bajo la tutela del entonces estrecho colaborador, Emilio Monzó. Era el dueño de la lapicera macrista en la provincia.

 

Pese a su origen bonaerense, se involucró de lleno en la política cordobesa y ganó su banca por el distrito que empujó al exjefe de Gobierno porteño a la Presidencia bajo los colores de Cambiemos. Hoy, su apuesta está en ganar la intendencia de Tigre bajo el auspicio de Bullrich, hecho que lo obligó a dejar el directorio del Banco Ciudad.

 

Massot tendrá un rol central en el armado nacional de Bullrich y una particular incidencia en las decisiones de su comando en Córdoba. El know-how del monzoísta se convierte en un activo importante para equilibrar la avanzada larretista en la provincia más amarilla del interior del país.

 

Cristina Fernández de Kirchner y Javier Milei, en el Congreso.
Martín Llaryora buscará la mediación de la Corte para recibir los fondos de la Caja de Jubilaciones. 

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