FASE B

Microgestión, la apuesta oficial para mostrar un presidente hiperactivo

La Casa Rosada pidió la agenda anticipada de los ministerios para sumar a Fernández a actos de gestión tras su reclusión en Olivos. Cómo surfear la crisis.

Buenas noticias se buscan. Casi como si hubiera sido un anuncio en la página de clasificados, la Casa Rosada comenzó a preguntar en los distintos ministerios qué actividades positivas tenían en el horizonte para poder sumar a Alberto Fernández, que venía de estar una semana recluido entre cuatro paredes, como primera reacción para capear el temporal por la traumática salida de Martín Guzmán. Con nueve días sin fotos fuera de un despacho, el mandatario esbozó un raid desde el Día de la Independencia en Tucumán con distintas actividades para mostrar un gobierno que gobierna. Escenas de "microgestión", lo llaman en Balcarce 50. 

 

El secretario general de Presidencia, Julio Vitobello, fue uno de los que empezó a recolectar ofertas de eventos a los que el jefe de Estado pudiera asistir, así como de programas para anunciar. No hay una estrategia prefijada, cuentan fuentes oficiales. En épocas de campaña, por ejemplo, suelen idearse desembarcos intercalados entre el conurbano bonaerense y el interior. Como en campaña, eso sí, se busca volver a mostrar al Presidente en contacto con la gente. El porfolio de esos últimos días dejó varias instantáneas. Hay dos ministros que encabezan el ranking. 

 

En la tierra del jefe de Gabinete, Juan Manzur, más allá del acto institucional por la fecha patria del 9 de julio, Fernández aprovechó para anunciar, en una recorrida, una inversión de 110 mil millones de pesos para finalizar la ejecución de más de 55.000 obras paralizadas entre 2016 y 2019. Allí entregó la simbólica vivienda número 50.000 a un padre con sus siete hijos junto al ministro de Hábitat, Jorge Ferraresi. El hombre de Avellaneda es uno de los acompañantes recurrentes en esta nueva etapa presidencial. 

 

El lunes 11, el mandatario recorrió trabajos de repavimentación en Berazategui y, otra vez con el simbolismo, anunció la puesta en marcha de la obra número 5.000. Fue junto al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, otro nombre que se repite en las fotos de la "microgestión".

 

El miércoles 13, con el ministro Juan Zabaleta (Desarrollo Social) y la ministra Elizabeth Gómez Alcorta (Mujeres, Géneros y Diversidad), inauguró el Espacio de Primera Infancia (EPI) del barrio San Enrique, en General Rodríguez. Prometen la apertura de 120 en lo que resta del año. 

 

El jueves, Fernández visitó la planta de Honda Argentina y el domingo abrió la nueva edición de Tecnópolis. "Cada vez que invertimos en ciencia, técnica y educación, estamos invirtiendo en el futuro del país”, afirmó el mandatario, al lado del ministro Daniel Filmus

 

Con una agenda paralela de gestión, mientras Silvina Batakis terminaba de acomodarse en el Palacio de Hacienda y el dólar blue seguía volando, este lunes el mandatario rompió la dinámica. Fernández habló de la turbulencia económica desde el Museo del Bicentenario: "Sé que son momentos complejos, que tenemos que ajustar algunos números de las cuentas públicas, pero eso no se va a ser a costas de parar la obra pública y la vivienda, porque los argentinos necesitan caminos y viviendas". El mensaje esperanzador de negar un ajuste que afectaba a las provincias ya lo venía recitando Batakis en privado ante los ocho gobernadores que recibió. 

 

Una línea improvisada generó réplicas en el terremoto financiero. Desde el atril, después del guiño a las provincias, Fernández apuntó contra "los turistas que compran dólares para viajar y hacen subir el dólar blue".  Unas 48 horas después del reproche presidencial, la moneda norteamericana cerró en el mercado informal a 317 pesos, en otro día que marca un nuevo récord. 

 

El martes, en una visita a la localidad de Pila, Fernández se reunió con un grupo de intendentes. “Cuando voy a los lugares y veo las obras y me hablan de los funcionarios que no funcionan...”, les dijo a los comensales, en una parte del monólogo en la que, según las fuentes, se le llegó a quebrar la voz. Con la última tregua ya firmada, fue la primera vez, si bien lo hizo a puertas cerradas, que deslizó algún reproche contra Cristina Fernández de Kirchner.  

 

Este miércoles, el Gobierno retomó los desembarcos presidenciales para mostrar un perfil positivo. En Avellaneda, Fernández entregó el crédito 60.000 para construcción de viviendas desde el inicio de la gestión, pero otra vez no pudo con su genio y la agenda caliente volvió a colarse en el monólogo del mandatario. Sin tanta contundencia como en su anterior reproche, fue más un amague, pero dejó el tema instalado. Mencionó a "los que especulan y hacen las cosas más difíciles" antes de pedir no centrarse en ese punto porque, si no, "después los diarios hablan de eso".

 

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Karina Milei, con Adorni y Ramírez (Prensa LLA)

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