En medio de la tregua entre el presidente Alberto Fernández y la vice Cristina Fernández de Kirchner, la poderosa Confederación Argentina de Trabajadores de Transporte (CATT), un grupo de gremios alineados a Pablo y Hugo Moyano, amenaza con romper la paz todista con una medida de fuerza a nivel nacional ante la falta de respuestas oficiales a sus reclamos y contra la escalada inflacionaria, que golpea a la clase trabajadora. Solo falta un acuerdo en la mesa chica.
En el mismo día en que Pablo Moyano, secretario general de la CGT y líder de Camioneros, salió a criticar a la ministra Silvina Batakis por "mandar un mensaje a los mercados y no a quienes la están pasando mal", distintos representantes de 42 sindicatos de transporte se vieron las caras en el anfiteatro de la Unión Ferroviaria, ubicada en la avenida Independencia 2880. Allí, debatieron sobre el contexto económico, social y político y destacaron la necesidad de avanzar con una Ley Federal del Transporte.
En todas las exposiciones de los dirigentes, en mayor o menor medida, se palpó el malestar con el gobierno nacional. De hecho, hubo críticas directas a los ministros Claudio Moroni (Trabajo), y Alexis Guerrera (Transporte). Si bien valoraron gestos oficiales, como el diálogo y las reuniones, también resaltaron que las respuestas son prácticamente nulas y que la gestión de Alberto Fernández, a veces, parece una continuidad de Cambiemos.
El pulso de la economía fue otro de los temas que se debatió, con una calificación contundente: el contexto que atraviesa la clase trabajadora es “dramático”. En este sentido, la CATT se quejó de “una permanente suba de precios de la canasta básica, impulsada en gran parte por los grupos económicos especulativos, la inestabilidad en los acuerdos paritarios, el deterioro del poder adquisitivo de los salarios, las jubilaciones y los planes sociales". A su entender, todos esos factores "empujan a miles de trabajadores a caer bajo la línea de pobreza”.
Ante este escenario, la organización ratificó el estado de alerta y sesión permanente y habilitó a su mesa chica para tomar las acciones que crea convenientes, por el silencio de la cartera de Guerrera principalmente, y para alcanzar soluciones a las diversas problemáticas que tiene el sector. Sergio Sasia, el secretario general de la Unión Ferroviaria, no descartó un paro aunque reconoció que se pueden encarar otras medidas, como una movilización o protesta. Y, a su vez, aprovechó para pedir que se termine con la interna del Frente de Todos, en modo tregua por estos días: “Pedimos que puertas adentro se de un debate y la unidad dentro de la coalición. Hoy, se requiere gestión con políticas de estado y que se debata una ley federal de transporte en el Congreso”.
Las palabras de Sasia y el plenario de la CATT vieron la luz en un momento en el que uno de sus principales referentes, Moyano, no encuentra dialogo con la Casa Rosada y, además, no pierde la oportunidad de dar a conocer sus divergencias con la alianza oficialista. Incluso, el líder camionero marca distancia con sus pares de la CGT y motoriza, sin pudor, una movilización contra los formadores de precios, una medida de acción que no entusiasma a un sector de los gordos que aparece bajo el ala de Fernández.