LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) El diputado Máximo Kirchner dio este martes un paso central en su estrategia de convertir al PJ bonaerense que supo conquistar en barco insignia del maltrecho Frente de Todos (FdT), traspasando incluso las fronteras de Buenos Aires: en la sede central del partido, en La Plata, reunió a toda la tropa, incluido el albertismo nonato representado por una terna de ministros nacionales y otros dirigentes, y llamó a convertir a la provincia en “motor” de la coalición de gobierno para “ganar” las elecciones del año próximo.
“En la provincia, el Frente de Todos está ordenado y están todos adentro. Esta es la muestra, vinieron todos los que estaban invitados”, destacó a Letra P un dirigente cercano al líder de La Cámpora y afirmó que se acordó impulsar desde el PJ bonaerense la estrategia política del frentetodismo, “ordenando de abajo hacia arriba”.
Insaurralde y Ferraresi llegan al PJ.
En efecto, Kirchner logró lo que ningún otro dirigente: poner a todos y todas en fila, bajo el mismo paraguas. Al convite no faltó nadie. Estuvo la tropa de intendentes en pleno, funcionarios del gabinete del gobernador Axel Kicillof -el mandatario estuvo ausente debido a un viaje por el interior bonaerense-, los ministros Juan Zabaleta (Desarrollo Social) Gabriel Katopodis (Obras Públicas) y Jorge Ferraresi (Desarrollo Territorial y Hábitat), dirigentes alineados con el presidente Alberto Fernández en el pico de tensión de la guerra Todos contra Todos; la intendenta de Moreno y dirigente del Movimiento Evita, Mariel Fernández; y la diputada nacional Victoria Tolosa Paz, elegida por la Casa Rosada para encabezar la tira legislativa en las elecciones de medio término pasadas, entre otros.
El cónclave, que duró tres horas, fue amenizado con sánguches y medialunas y dejó inaugurada la sede platense como punto de referencia institucional del PJ, fue la foto de un reencuentro que tuvo un prólogo donde se cocinó la rosca: un rato antes, en la residencia de la Cámara de Diputados que comanda el lomense Federico Otermín, se reunieron Kirchner, el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde; el ministro de Obras Públicas Leonardo Nardini, el diputado Mariano Cascallares y los ministros nacionales mencionados.
Cascallares, Zabaleta y Nardini.
El encuentro de este martes y gestos de las últimas horas -la visita de Kirchner a San Martín, donde compartió acto con Katopodis, y el desembarco del ministro este martes en Quilmes, donde se mostró con Mayra Mendoza- es la imagen pública de un deshielo que comenzó mucho antes, en plena guerra de guerrillas entre el kirchnerismo duro y la Casa Rosada, momentos en los que, como contó Letra P, los jefes comunales ubicados en ambas trincheras zurcían heridas en medio de la balacera para evitar que se rompa todo.
Durante la reunión en el quinto piso del edificio de calle 54 entre 7 y 8, fue el propio Katopodis quien llevó el espíritu de la reunión a palabras concretas. Pidió “no hablar más de unidad” porque “acá nadie se va a ir a ningún lado” y empezar a hablar de objetivos y estrategia política de cara a la elección de 2023. Punto para el kirchnerismo duro, que festeja el alineamiento total del más albertista de los albertistas.
Saintout; atrás, el ministro Katopodis.
Concluido el encuentro, el ministro de Desarrollo de la Comunidad y secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, aseguró a Letra P que, pese a los “matices”, hubo “consenso generalizado” en poner “todo el empeño para salir adelante” y “trasladar a la esfera nacional” las iniciativas del PJ bonaerense. “Lo central es mejorar la situación de nuestro pueblo; en lo que tiene que ver con la estrategia peronista para 2023, hay que movilizar el partido”, agregó el funcionario.
También el secretario general del gremio de Canillitas y senador provincial Omar Plaini se expresó en ese sentido: “Pocas veces he visto un PJ bonaerense tan activo y creo que Máximo tiene una gran oportunidad; me da toda la impresión que viene a activar la provincia de Buenos Aires para que marque un rumbo definitivo en la política nacional”.
La dirigente del Evita Mariel Fernández.
El cierre del encuentro estuvo a cargo de Kirchner, quien después de hacer un diagnóstico de la situación del país, particularmente sobre la económica y también del contexto en América Latina y el mundo, planteó la necesidad de establecer una metodología de trabajo y volver a imprimirle “épica” al peronismo para “ganar” las elecciones de 2023.
Consultada por este medio sobre el discurso del diputado, la senadora Teresa García mandó el mensaje: “Tenemos que comenzar a armar nuestra respuesta a la gente para el año que viene, pero no solo por una cuestión electoral, porque, a veces, se pueden perder las elecciones, como nos pasó, el tema es cómo se pierden: cuando se las pierde peleando, defendiendo las convicciones y además, tratando de seguir siendo referencia del pueblo que lo votó, es una derrota; cuando uno se entrega, es otra”, dijo en otra versión de disparos al principal habitante de Balcarce 50.
Formalmente, durante el encuentro se distribuyeron las secretarías del partido, se autorizó la convocatoria de un nuevo Congreso Partidario, que se realizaría dentro de un mes, y lanzar una campaña de afiliaciones impulsada desde los distritos. Además, se sumó al dirigente de La Cámpora y exdiputado Facundo Tignanelli como apoderado del partido.