SAN SALVADOR DE JUJUY (Enviada) El 87° plenario de autoridades universitarias que componen el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) cerró con la esperada aclamación en esta ciudad del reformista Enrique Mammarella, rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), como presidente y del peronista Carlos Greco (Universidad Nacional de San Martín, UNSAM), como vicepresidente, acordada hace semanas como adelantó Letra P. La alternancia en la cúpula entre radicales y justicialistas, una tradición que se repite anualmente, se plasmó en un encuentro atravesado por la preocupación por la situación financiera del sector, ante un calendario de paritarias que se acelera con la misma velocidad de la espiral inflacionaria.
La espectacular vista panorámica de la capital jujeña que ofrece el Hotel Altos de la Viñas, donde se congregaron las rectoras y los rectores de las universidades públicas para proclamar a la fórmula que encabezará el gobierno del órgano que rige a las casas de altos estudios durante 2022, contrastó con el nuboso horizonte financiero que se les presenta por delante. La expectativa por un aumento presupuestario, anunciado por Greco en la reunión de comité ejecutivo del martes, y que se espera se efectivice a través de un decreto presidencial, quedó flotando como una promesa a confirmar en las semanas venideras.
Sin números precisos, además, las autoridades del medio centenar de universidades presentes en el plenario tomaron nota de las urgencias de los representantes sindicales. Carlos De Feo, Secretario General de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu), y Daniel Ricci, Secretario General de la Asociación de Docentes de la UBA (ADUBA), advirtieron que la discusión paritaria deberá adelantarse. "No llegamos a septiembre", coincidieron los gremialistas, en referencia a la fecha habitual de negociación salarial. La última actualización del acuerdo fue en marzo, con un incremento que contempló un 13% en marzo, 12% en junio, 6% en agosto y 10% en septiembre.
"La universidad argentina tiene que discutir qué país quiere", expresó el ministro de Educación, Jaime Perczyk, al hablar ante la asamblea, en una intervención que buscó levantar un poco la mirada por encima de la coyuntura económica. Lo flanqueaban su par provincial, María Teresa Bovi; el secretario de Políticas Universitarias, Oscar Alpa; Mammarella y el presidente saliente del CIN, Rodolfo Tecchi, rector de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu), organizadora del encuentro.
Perczyk subrayó la necesidad de impulsar que "la política discuta la política para pensar en puntos de acuerdos, más allá de las diferencias". El rector en uso de licencia de la Universidad Nacional de Hurlingham y expresidente del CIN reconoció que el presente es "un momento complicado para el mundo y para el país", recordó que no hay Presupuesto, en virtud del rechazo opositor al proyecto oficial en la Cámara de Diputados, pero marcó que "no hay deudas con las universidades" y que se están ejecutando las partidas "para cumplir con los compromisos paritarios acordados".
Por fuera de los discursos protocolares, la elección de dos representantes más del ámbito académico para el Consejo de la Magistratura fue un tema que concentró la atención del plenario. Diego Molea, consejero y rector de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, fue el encargado de llevar la batuta. Tecchi, cómodo anfitrión y responsable de varios de los comentarios distendidos de la tarde, lo presentó pese a los ruidos constantes del micrófono. "Evidentemente hay un conflicto con el Consejo", ironizó. "Varios conflictos", respondió quien fuera presidente de ese cuerpo el último año. Después de las risas, Molea celebró el acuerdo del CIN para llevar adelante el proceso electoral que culminará el lunes 18 de abril con los nombres de dos titulares de la cátedra de Derecho de universidades públicas que se sumarán a la nueva composición de la Magistratura.
Quien faltó a la cita, como ocurrió en los últimos años, fue el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Alberto Barbieri. En su representación estuvo María Catalina Nosiglia, secretaria académica de la UBA y portadora de un apellido ilustre en la rosca política y también universitaria. Acompañada por integrantes de su equipo, Nosiglia participó del encuentro del comité ejecutivo del martes. Llegó cuando la reunión ya había comenzado y se sentó a escuchar sin dejar de hacer comentarios con quienes la acompañaron.
Promediando la tarde del miércoles, el plenario aprobó el balance económico financiero y se formalizó la elección de Mammarella y Greco. En un clima de camaradería, plagado de bromas y guiños personales, Tecchi y María Delfina Veiravé, rectora de la Universidad Nacional del Nordeste y expresidenta del CIN, se despidieron de sus pares en este ámbito, ya que sus mandatos culminan en las próximas semanas.
El cierre fue de Tecchi, quien le entregó a su sucesor la llave del edificio del CIN en Buenos Aires, ubicado en Ecuador 871, en el barrio porteño de Balvanera. La próxima cita plenaria será en septiembre en San Martín, donde el nuevo vicepresidente jugará de local. Sin embargo, no se descarta que antes pueda concretarse un plenario extraordinario. Los consensos, bandera del órgano, no se construyen ni se sellan a la distancia y la inflación aprieta los bolsillos de las universidades.