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CFK: "Que te pongan una banda y te den un bastón no significa que tengas el poder"

En medio de la interna, la vicepresidenta destacó el rol de Estado para achicar las brechas de desigualdad. La militancia a pleno, en un acto protocolar.

En medio de la interna de la coalición gobernante, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareció este miércoles en público, convirtió un encuentro protocolar -como la asamblea de la EuroLat- en un acto partidario y dejó una frase filosa al Frente de Todos (FdT): "Que te pongan una banda y te den un bastón no significa que tengas el poder, sólo un poquito de eso. Lo digo por experiencia, y ni te cuento si además no se hacen las cosas que hay que hacer. Dejémoslo ahí”. Sus palabras se leyeron como un mensaje al presidente Alberto Fernández, con quien no habla desde hace semanas, producto de sus diferencias por el rumbo económico de la administración nacional. 

 

"Hablamos de poder cuando alguien adopta una decisión, la toma y esa decisión es respetada por el conjunto de la sociedad", aseguró la presidenta del Senado durante la inauguración de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana, conocida como EuroLat, que se realizó este miércoles en el Centro Cultural Kirchner. Sin integrantes del Gabinete presentes, Cristina estuvo acompañada por la militancia kirchnerista, que a su llegada al edificio cantó: "De la mano de la jefa vamos a volver", una muestra de lo propio que siente el kirchnerismo al gobierno que la propia jefa construyó. 

 

En ese contexto, aseguró que "las desigualdades no nacen por un orden natural" dado que "son el producto de decisiones políticas o de falta de decisiones políticas". Además, dijo que la pandemia llevó a reflexionar sobre si al capitalismo lo conducirán las leyes del mercado o de los Estados. “El capitalismo se mostró como el sistema más eficaz para la producción de bienes y servicios. La pandemia reinstaló la idea del Estado. ¿Qué hubiese sido de todos nosotros si los estados no intervenían? Si alguien sigue negando la importancia del estado es un necio o un cínico”, apuntó. 

 

En esa línea, dedicó un pasaje de su discurso a poner la lupa sobre las responsabilidades del poder económico respecto de la situación  del país. "Durante la pandemia, el sector privado recibió todo tipo de ayuda. Ahora el mercado nos contesta que son sus ganancias y que los demás revienten. No vale así. Como dicen los chicos, ‘así no juego más'", disparó.

 

La reaparición de Cristina se dio horas antes de que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) detone la bomba de la inflación de marzo: se espera que sea superior al 6%, un índice histórico. La guerra contra la inflación, un eslogan que usó el Presidente para dar cuenta de la vocación del Gobierno de frenar la escalada de los precios, es, por estas horas, el nudo de la interna oficialista: el kirchnerismo reclama, entre otras cosas, un aumento de las retenciones a las exportaciones de granos, una medida que el ministro de Economía, Martín Guzmán, descartó públicamente esta semana en una entrevista en la que, además, advirtió que gestionará con quienes estén alineados a su plan, que es el que acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

 

El kirchnerismo no solo reclama cambio de políticas: también pide cambio de nombres. Quiere, concretamente, la cabeza de Guzmán. El Presidente viene sosteniendo al ministro, casi como un dique de contención imprescindible para no quedar él mismo a la intemperie.

 

De todos modos, crece la expectativa por los cambios en el Gabinete que podrían producirse en cualquier momento. La pregunta del millón: ¿Alberto Fernández pactará esos movimiento con Cristina para descomprimir -una vez más- la interna o golpeará la mesa, se sacará de encima a los no alineados y, de esa manera, formalizará la ruptura de la coalición de gobierno?

 

Maximiliano Pullaro y Axel Kicillof. FOTO: Farid Dumat Kelzi / Red Boing.
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