LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) A un año de las elecciones, en el peronismo matancero ya se percibe la atmósfera preelectoral. El anuncio de la candidatura a la intendencia que el 17 de octubre pasado hizo la representante del Movimiento Evita Patricia Cubría puso en estado de ebullición el escenario frentetodista en el distrito más populoso del país, cruzando transversalmente a todas sus patas, desde la social hasta la gremial.
“Vamos a renovar el peronismo y a transformar a estas ciudades con una dirigencia comprometida”, espetó Cubría en su lanzamiento formal para enviar dardos solapados -y no tanto- hacia la comuna al mando de Fernando Espinoza. La diputada bonaerense y esposa del líder del Evita, Emilio Pérsico, ya realiza recorridas cotidianas por diversos barrios con el eslogan “Renovemos La Matanza” como bandera.
Pero no es el único foco de oposición interna que se le presenta al espinosismo. El próximo jueves 3 de noviembre, la seccional matancera de la CGT, que cuenta con el aval de la cúpula nacional de la central, presentará en la sede de La Fraternidad el Frente Político Sindical “Primero La Matanza”, a tono con la bajada de línea que hicieron parte de los popes cegetistas en el acto de Obras el 17-O. Se trata de un relanzamiento del sello con el que habían intentado jugar (infructuosamente) en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de Todos en 2021.
“Los políticos nos quieren ningunear como hicieron en 2019 y 2021. Nos invitaron a participar de la Feria del Libro cuando ya había empezado y los otros tenían su stand”, dijo el líder de esa CGT matancera, Heraldo Cayuqueo (UOCRA), en alusión al episodio reciente de la Feria del Libro en la que ese sector no tuvo lugar, a diferencia de la participación de la CGT paralela en la que confluyen los gremios que quedaron afuera de la normalización de la seccional. Esa estructura que comanda el textil Mario Ortiz es el brazo gremial del espinozismo.
Así lo dejaron explicitado a Letra P voces dirigenciales de esa vertiente gremial: “Vamos a defender el modelo político de La Matanza a través de Fernando Espinoza; en definitiva, es quien les dio la participación a las organizaciones hermanas. Hoy tenemos tres concejales”, marcaron cerca de Ortíz, donde arremetieron: “No estamos esperando que la CGT nacional nos diga dónde tenemos que estar. Nuestro sector sabe dónde se tiene que ubicar”. Y aprovecharon a repartir dardos hacia el Evita: “No lo vemos jugando en Lanús, Tres de Febrero ni Vicente López (todos distritos administrados por el PRO). Llama la atención que lo haga en un municipio peronista”.
Mientras, Espinoza aceita las reuniones con su tropa y el PJ distrital que le responde a él y a la senadora Verónica Magario; mantiene una actividad intensa, con reuniones semanales. La capilaridad territorial de la estructura partidaria del peronismo matancero está dividida en 38 subcomandos, cada uno de ellos con referentes con anclaje en las distintas localidades y barrios. Economía, Seguridad y emergencia social son las principales inquietudes que se escuchan en la tarea territorial acentuada en las últimas semanas.
“Es un poco anticipado entrar a jugar las internas o las elecciones generales. Hay que trabajar en las necesidades de la gente”, arremetió un dirigente del peronismo matancero de largo aliento y que integra la mesa chica del intendente. Desde allí, destacan actividades diarias de gestión para exhibir fuerte dinamismo, desde entrega de becas, computadoras y pensiones, hasta la política habitacional: “Todos los días hay un evento diferente a los fines de mantener activa nuestra función. La Municipalidad está bien económicamente, tiene reservas, no tiene observaciones, está trabajando normalmente”, describen.
Mientras el Evita lo desafiaba en su terruño el 17-O, Espinoza y su tropa participaba del acto organizado por el kirchnerismo en Plaza de Mayo. La actitud de Cubría, Pérsico y compañía fue blanco de pases de factura dentro del Concejo Deliberante días después.
“El 17 de octubre es de Perón y el pueblo, de nadie más y debe ser una jornada de reunión, sin más distinción que las banderas justicialistas, sin nombres propios, ni prematuras agendas electorales”, expuso en el recinto el concejal oficialista Jorge Carrasco, quien sentenció: “Que haya disidencias es sinónimo de que el peronismo goza de buena salud, pero cuando llamamos disenso a acciones rupturistas y fomentadoras de la desunión, entonces no es disenso, es táctica y estrategia de intereses nacidos en círculos políticos. Quien pretenda conducir, debe exponerse al conjunto”. La interna del peronismo matancero, al rojo vivo.