Cuando queda menos de un año de las elecciones presidenciales, el Frente de Todos (FdT) no logró encolumnarse en un mismo acto por el Día de la Lealtad: se mostrará dividido en, al menos, cuatro actividades principales, entre las que se cuenta una marcha protagonizada por el sindicalismo K y La Cámpora, que tendrá reclamos hacia el propio gobierno de Alberto Fernández.
Aunque es titular del Partido Justicialista Nacional, en la fecha partidaria más emblemática para el peronismo, el Presidente no estará en ninguna de las actividades convocadas especialmente este lunes por el 17 de octubre. Fernández se mostrará junto a uno de los ministros cuya gestión más valora, Gabriel Katopodis, de Obras Públicas, en la inauguración de la finalización de la autopista Ezeiza-Cañuelas.
Del acto también participarán otros integrantes del gabinete, como la flamante ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, junto a sus pares Alexis Guerrera (Transporte), Carla Vizzotti (Salud), y Jaime Perczyc (Educación), además de representantes de gobernaciones que hablarán por videoconferencia por la inauguración de obras en sus provincias. Fernández hará alusión a la fecha y a la unidad del FdT, pero buscará sobrevolar la interna con el eje en la gestión.
El mandatario quiere mostrar lo que se hizo y lo que queda por hacer de acá hacia el fin de su mandato. La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, dijo la semana pasada que Fernández “alienta toda la participación en los diferentes actos y eventos que se hagan por el 17 de octubre”. La ausencia del jefe partidario en un acto central, sumado a la imposibilidad de confluencia, son síntomas del estado de tensiones internas. En las provincias también habrá actividades y recordatorios, encabezados por gobernadores o titulares del PJ local.
Los reclamos contra el Gobierno llegarán a la misma Plaza de Mayo, en boca del sector mayoritario del FdT, el kirchnerismo. La consigna principal de la marcha será “Unidad Nacional por la Soberanía con Justicia Social”. La movilización estará encabezada por la CTA de los Trabajadores, que conduce Hugo Yasky; la CTA Autónoma, que encabeza Hugo “Cachorro” Godoy; la Corriente Federal de la CGT, del bancario Sergio Palazzo; el Frente Sindical para el Modelo Nacional, de Pablo Moyano; organismos de derechos humanos, movimientos sociales alineados con el kirchnerismo y La Cámpora.
Yasky fue especialmente duro con Fernández en la previa de la marcha. “Estamos convocando al 17 de octubre, vamos a volver a movilizar a los trabajadores en noviembre. Vamos a hacer las cosas pensando en fortalecer el Gobierno, pero no lo vamos a hacer hablando con el Presidente”, dijo el también diputado del bloque del FdT. Y directamente llamó a “poner la energía en otro lado”, lejos de Fernández.
En la Plaza de Mayo también estará el PJ bonaerense, que preside Máximo Kirchner. La decisión se tomó en el encuentro partidario que se celebró el martes 11, en La Plata, y tuvo el respaldo de los intendentes. Entre los asistentes estuvo el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, que en algún momento formó parte de la mesa chica de Fernández y volvió luego al redil del Instituto Patria. En la Casa Rosada esperan críticas en su contra enfocadas en la situación económica, con reclamos por la inflación y pedidos de aplicación de medidas que garanticen una mejor distribución del ingreso. En la Plaza también estará el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
Desde la mañana el 17-O marcará la división: otro sector del sindicalismo estará en el estadio Obras Sanitarias. Convocado por la CGT, los “Gordos”, independientes y barrionuevistas, el acto tendrá como objetivo el lanzamiento del “Movimiento nacional sindical peronista”, que buscará pelear lugares para los gremios en las listas de 2023. Allí estarán dos de los tres integrantes del triunvirato cegetista, Héctor Daer, de relación muy cercana al Presidente, y Carlos Acuña, alineado con Sergio Massa. El protagonismo será exclusivamente sindical. Hasta el cierre de esta nota, no se esperaba la participación de ningún dirigente político. En la CGT generó malestar la decisión del Presidente de nombrar a la nueva ministra de Trabajo, Kelly Olmos, sin aval sindical.
Por último, los movimientos sociales alineados con el Presidente se reunirán en el estadio de Deportivo Laferrere, en La Matanza, en un cabildo abierto. Participarán el Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y otra docena de organizaciones. Su organización espera cerca de 40 mil personas. Como lo hicieron en otras oportunidades, como el 1 de mayo, los movimientos volverán a plantear la agenda de la economía popular y medidas urgentes para el sector. El bono para indigentes, que exige el sector de Juan Grabois, no estará entre sus demandas: los movimientos sociales exigen respuestas urgentes por parte del Gobierno para paliar la situación social, pero entienden que el bono no resuelve el problema de fondo. Quieren que ese dinero se vuelque a la economía popular y así se lo hicieron saber al ministro Massa.
Los tironeos por el acto del Día de la Lealtad empezaron a fines de septiembre, después de la cena que Fernández mantuvo con Daer y Acuña en Olivos, de la que también participó el jefe de Gabinete, Juan Manzur. Durante aquel encuentro, los comensales iniciaron la organización de un gran acto que se celebraría en Tucumán, con participación de la CGT, gobernadores y el Presidente. Los acuerdos volaron por el aire con la tensión interna que se generó con Pablo Moyano, excluido de las conversaciones.
Al día siguiente de la cena, Moyano amagó con renunciar a la CGT, pero finalmente desistió. El kirchnerismo inició la organización de su propio acto, en el que habrá reclamos para el Gobierno. Fernández, decidió, entonces no participar de ningún evento. Tampoco lo hará Cristina Fernández de Kirchner, aunque el acto de la Plaza de Mayo la tendrá como protagonista excluyente. La vicepresidenta no volvió a participar de una actividad masiva desde el intento de homicidio. Tampoco fue en los últimos años demasiado afecta a la liturgia del 17 de octubre. Para excusarse, en privado suele decir que “es el día de (Juan Domingo) Perón”. Pero hizo varias excepciones. En 2019, en plena campaña, encabezó el acto por el Día de la Lealtad junto a Fernández y un elenco de gobernadores en La Pampa. Tres años después, todos celebrarán por separado.