En un clima enrarecido por la vuelta de las tensiones internas, el Frente de Todos se prepara para celebrar el Día de la Lealtad peronista con actos divididos. Mientras el grueso de la Confederación General del Trabajo (CGT) se reunirá en Obras Sanitarias, el sindicalismo kirchnerista y La Cámpora irán a Plaza de Mayo. El presidente Alberto Fernández, también titular del Partido Justicialista, no confirmó su presencia a ningún evento, aunque se especula con que podría viajar al interior.
Los tironeos por el acto del Día de la Lealtad empezaron a fines de septiembre, después de la cena que Fernández mantuvo con los cosecretarios generales de la CGT Héctor Daer y Carlos Acuña en Olivos, donde se avanzó en las conversaciones sobre una convocatoria para el 17 de octubre, en algún distrito del interior del país, con la participación de la CGT y la Liga de las provincias. El tercer miembro del triunvirato sindical, Pablo Moyano, no fue invitado. Al día siguiente, Moyano amagó con renunciar a la CGT, pero finalmente desistió.
Del encuentro en la Quinta presidencial participó también el jefe de Gabinete, el tucumano Juan Manzur. Tras la cena, corrió la versión de que el acto se haría en Tucumán. Pero la convocatoria se desinfló y el oficialismo se abocó a contener a Moyano. El camionero dialogó con Máximo Kirchner y referentes del Frente Sindical, que frenaron su salida. Fernández lo invitó a cenar a Olivos.
En lo formal, la CGT mantuvo la unidad, pero el acto del 17 de octubre mostrará la división del movimiento obrero. Mientras que Daer, Acuña y el grueso de los sindicatos se mostrará en Obras; Moyano, la Corriente Federal de los Trabajadores, que encabeza Sergio Palazzo, y la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), que conduce Hugo Yasky, marcharán a Plaza de Mayo. Ese acto tendrá el acompañamiento de La Cámpora y de movimientos sociales, como el Frente Popular Darío Santillán (FPDS) y del Movimiento Somos Barrios de Pie. La consigna de la convocatoria será “Unidad nacional por la soberanía con justicia social” y allí se leerá un documento con reclamos al Gobierno.
La organización del acto empezó a gestarse el miércoles por la tarde, en la sede de la Federación Gráfica Bonaerense (FGB), ubicada en avenida Paseo Colón, en el bajo porteño. Del encuentro participaron referentes gremiales, políticos y sociales. Por La Cámpora estuvo el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque.
En tanto, aún resta sabre qué hará el Presidente, que también es titular del PJ a nivel nacional. Ante la consulta sobre la fecha más emblemática para el peronismo, la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, dijo este jueves que el partido “va a tener diferentes actos en distintos lugares del país” y que Fernández “va a estar atento a todos ellos”, pero que “no hay nada en lo que esté directamente involucrado”. En tanto, los movimientos sociales alineados con el mandatario, como el Evita, organizaron un Cabildo abierto en La Matanza con organizaciones aliadas.
Fernández esperará hasta último momento para definir su asistencia. En la Casa Rosada hay quienes todavía no dan por naufragado el acto en Tucumán, donde podrían reunirse varios gobernadores, convocado por Manzur. Todo está en el aire. La última vez que el tucumano organizó un acto en su provincia por el 17 de octubre fue en 2018, cuando el Frente de Todos todavía no existía y los gobernadores intentaban un armado peronista libre de kirchnerismo. Aquel acto tuvo como invitados estrella a Sergio Massa, Graciela Camaño, Luis Barrionuevo, Daer y Daniel Scioli, entre otros. Manzur estaba entonces alejado de Cristina Fernández de Kirchner. Hoy su relación con la vicepresidenta pasa por un buen momento.
Los actos por el 17 de octubre caen en un momento de tensión en el oficialismo, que vivió una suerte de primavera a fines de agosto cuando Massa llevaba menos de un mes como ministro y el alegato del fiscal Diego Luciani había encolumnado a todo el FdT en defensa de Cristina. El clima volvió a enrarecerse tras el atentado contra la vicepresidenta, las diferencias en torno a la suspensión de las primarias 2023 y la tensión que genera la crisis económica. El diálogo entre el Presidente y CFK está, otra vez, interrumpido.