SEGUNDO TIEMPO

Manzur no se va, aunque la casa no esté en orden

El jefe de gabinete voltea versiones de salida a fuerza de millas y fotos. Polvorín desactivado en Tucumán y kirchnerismo expectante. Zabaleta, de regreso.

La versión oficial coincide: la relación entre el Presidente y el jefe de gabinete está bien. Y Juan Manzur  no se va de la Jefatura de Gabinete, no regresa a Tucumán ni asumirá como senador. Para recomponer suma millas y fotos. Los que lo frecuentan lo ven muy bien, preocupado por el ingreso de divisas y el arreglo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y subrayando con optimismo las señales de crecimiento. De inmediato salió a desmentir una información en contrario que publicó en tapa el diario Perfil en su edición del domingo. Los datos coinciden con cierto malestar y sonaron a advertencia hacia el tucumano. En menos de 24 horas, el Gobierno salió a tapar la ventilada tensión.

 

El lunes, después de mucho tiempo, Alberto Fernández invitó a Manzur a un acto y lo sentó a su derecha. Hasta tuvo un gesto cálido cuando lo tomó de las manos. Este martes, el ministro coordinador voló a Salta junto al ministro de Desarrollo Social, uno de los más albertistas del gabinete nacional. Fue una doble vuelta: la de Manzur a los viajes y la de Juan Zabaleta a la actividad después de haberse contagiado Covid y de unos días en reposo en su casa. La visita estaba prevista para el jueves, por el alud, pero se adelantó para aprovechar las buenas condiciones climáticas del martes. En la otra casa, la Rosada, los pocos funcionarios que están se esfuerzan por descartar cualquier anormalidad. La visita a Salta corrió por cuenta de Zabaleta. Manzur fue su invitado.

 

La primera desmentida la hizo el propio Juan Manzur en diálogo con el diario Clarín: negó malestar con el jefe de Estado mientras en Tucumán se armaba un polvorín y en el entorno del gobernador a cargo, Osvaldo Jaldo, intentaban averiguar qué estaba pasando en Buenos Aires. Los seguidores del gobernador de licencia indicaron que los inquilinos deberían hacer las valijas. Del lado del vicegobernador a cargo del Poder Ejecutivo señalaron que para volver Manzur debe hacerlo con los objetivos cumplidos sobre todo cuando ya está en tiempo de descuento y quedan menos de dos años para que se complete el mandato y se quede sin reelección.

 

Los jaldistas opinan que Manzur tendría que apelar a su condición de senador suplente y pedirle la banca a Pablo Yedlin, su leal amigo que acaba de asumir y que busca ser candidato a gobernador o a vice. Sería prematuro que eso ocurriera, aseguran en Tucumán quienes conocen a todos los protagonistas. Esperan, además, que la Nación cumpla con las obras prometidas a cambio del costo político que pagó el gobernador Manzur al dejar la provincia en manos de su competidor tras la carta bomba de Cristina Fernández, el año pasado. Este miércoles, muy temprano, se vio a Yedlin en Casa Rosada: su amigo no le pidió la banca.

 

Los rumores también fueron desmentidos por Jorge Neme, el dos en la jefatura de gabinete. Y en la oficina de la portavoz Gabriela Cerrutti apelan a los dichos de Manzur para descartar un cambio, al mismo tiempo que muestran la agenda de trabajo. El kirchnerismo duro mira de reojo y, por ahora, descarta que Agustín Rossi esté preparándose para volver. Lo real es que a muchos funcionarios los incomodó el modo de trabajo de Manzur, quien, por horarios y cantidad de reuniones, por su prepotencia e intensidad en la gestión, pareció buscar un contraste con el albertismo después de la derrota en las PASO. Si bien es su estilo, generó malestar desde el primer momento, aún más cuando hubo quien empezó a verlo con traje presidencial.

 

A Manzur también lo incomoda el estilo de trabajo en el Ejecutivo. A medida que avanzó la campaña, el Presidente recuperó la agenda antes de las generales pero con intentos de volver a mostrarse como hombre común. No le alcanzó, pero dejó de delegar en el tucumano que casi no habla con los medios, pero apabulla con las fotos. 

 

No fueron casuales las apariciones de los dos primeros días de esta semana. En Salta, por protocolo, Manzur quedó en el centro de las imágenes junto al gobernador Gustavo Sáenz, que no es propio ni opositor.  “El Gobierno nacional va a estar a la par del gobernador Sáenz para trabajar en la zona más difícil, más vulnerable”, dijo Manzur y resaltó la decisión política del Presidente de tener presencia en las provincias. En Santa Victoria Este, la localidad donde inauguraron un centro nutricional infantil, Zabaleta aseguró “venimos para quedarnos y para seguir trabajando articuladamente con el gobierno de la provincia y con el municipio para seguir avanzando y resolver todos los problemas que hay”. En las redes sociales mandó un mensaje a opositores: “Nosotros no somos comentaristas de los problemas, nos hacemos cargo y buscamos soluciones. Con un Estado presente, que con recursos y trabajo conjunto busca igualar derechos en cada rincón del país para seguir construyendo la Argentina federal que nos pide el Presidente”. Acaso el mensaje también haya sido para los agitadores de la interna.

 

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