En plena temporada de verano, Juan Schiaretti mantiene una agenda centrada en la gestión, pero también tiene en su cabeza ocupada en la postergada interna del PJ cordobés. El próximo 27 de marzo, el gobernador se convertirá en el presidente del partido y, desde esa doble condición de conductor provincial, se concentrará en mantener la unidad y ordenar el oficialismo provincial de cara a las elecciones de 2023. Ese año terminará su tercer período al frente del gobierno. Sin ningún tipo de discusión en torno a quién encabezará la lista, el debate aparecerá en los cargos distritales.
Mientras muchos miran de reojo a los dirigentes que decidieron “jugar con el kirchnerismo” durante la última elección, las disputas que podrían llegar a definirse a través del efectivo trance electoral interno se concentran en los cuatro departamentos: Punilla, General San Martín, Santa María y Colón.
En Punilla, el peronismo deberá definir el rol que ocupará Carlos Caserio, mientras que en General San Martín, Martín Gill y Eduardo Accastello podrían reeditar los últimos enfrentamientos que, entre otras cosas, dejaron al actual intendente afuera de la Secretaría de Obras Públicas de la Nación. En Santa María, el actual ministro de Gobierno Facundo Torres, su hermano y actual intendente de Alta Gracia, Marcos Torres, y el legislador Walter Saieg tendrán que definir si continúan con su histórico enfrentamiento o si la vuelta del exsecretario de Transporte de la Nación al peronismo provincial conllevará a nuevos acuerdos locales.
Otro de los que volvió desde la órbita nacional es Rodrigo Rufeil, hombre clave para la reconstrucción de la unidad en el departamento Colón, el segundo más poblado de la provincia. Allí, ya hubo fotos en bermudas y mallas junto al legislador Carlos Presas y una docena de intendentes con quienes podrían contar para disputarle la conducción departamental al intendente de La Calera Facundo Rufeil, uno de los mandatarios más cercanos al gobernador.
Paréntesis para el departamento Capital, donde resta definir si Martín Llaryora acepta hacerse cargo de la conducción o si decide concentrarse en la gestión. Apoyos sobran, dicen, pero también asoman algunos recelos por la disputa del poder territorial capitalino. En ese sentido, los nombres alternativos empiezan a citarse en torno al círculo interno que hoy conduce el partido en la ciudad y que se referencia con la senadora Alejandra Vigo. El 18 de febrero vence el tiempo para oficializar las listas y las dudas quedarán despejadas.
Esta semana, mientras firmaba convenios para la realización de obras urbanísticas para la ciudad de Río Cuarto, Schiaretti volvió a la carga con su pedido de “bajar las retenciones, ponerlas a cuentas de ganancias, levantar “el cepo” a la carne y modificar la flamante Ley de Biocombustibles.
La insistencia del reclamo que tiene como destinatario directo al gobierno nacional, se dio apenas horas después de una de las semanas más calurosas de la historia argentina que volvió a poner en alerta a los productores rurales de todo el país. Dos días después, la Mesa de Enlace cordobesa emitió un durísimo comunicado en el que criticaron “el anuncio del largamente demorado aumento del Fondo de Emergencia Agropecuario”, al que describieron como una “insignificante disminución de un castigo que asfixia desde hace 20 años a la producción agropecuaria nacional” por parte de un esta Estado que definen transformado “en el verdadero opresor del campo argentino”.
Más allá del factor climático, que combina sequías, altas temperaturas e incendios, la vuelta de las declaraciones rimbombantes no parece ser casual. Menos aún, si se tiene en cuenta el contexto. Esta semana, los productores volvieron a cargar contra la Casa Rosada y pidieron “cambiar las cosas”, a partir de la nueva conformación del Congreso. “Acá está muy clara la postura de los representantes cordobeses, salvo los que defienden al gobierno nacional, todos piensan como pensamos nosotros”, dijo un productor consultado al respecto por Letra P.
De paso, Schiaretti empieza a recuperar giros discursivos propios de sus tiempos de campaña. “Nosotros no vivimos recitando consigna y slóganes, ni intentando hacer operaciones de prensa, ni gobernamos comentando la realidad, sino transformando la realidad”, dijo Schiaretti antes de asegurar que el gobierno cordobés “defiende a todos los sectores productivos”.
A río revuelto, ganancia radical
El bloque de Juntos UCR arrancará la actividad parlamentaria 2022 convertido en la primera minoría en la Legislatura de Córdoba. La regulación del juego on line en la última sesión del año terminó por arrasar con los acuerdos de convivencia previo y la división estratégica de los bloques parlamentarios.
Luego de que Orlando Arduh, Darío Capitani, Alberto Ambrosio, Silvia Paleo y Raúl Recalde presentaran el proyecto que fue aprobado con la mayoría oficialista; Patricia De Ferrari y Daniela Gudiño anunciaron su partida del bloque de Juntos por el Cambio y su incorporación al espacio de la UCR. Los cambios se harán efectivos el 1 de febrero, cuando el gobernador inaugure un nuevo período de sesiones ordinarias. En ese momento, se sumarán al bloque Juan Jure y, “muy probablemente” dicen en el radicalismo, Maria Elisa Caffaratti, la otra radical que votó en contra de la iniciativa.
“Antes del jueves debería estar todo definido” dicen desde el entorno de quienes sumarán sus voluntades para que la UCR recupere su lugar de principal referencia opositora en la Unicameral. Vamos a seguir trabajando con el mismo compromiso en nuestra tarea de controlar los actos del Gobierno y presentar los proyectos que necesiten los cordobeses”, dice el titular de la bancada, Marcelo Cossar, a Letra P.
Con las fugas de Juntos por el Cambio, el radicalismo sumará nueve bancas y dejará en soledad a Arduh con cuatro representantes del PRO en el espacio que perderá su lugar en la estructura parlamentaria provincial.