Tiempos de reordenar la tropa llegaron al Movimiento Popular Neuquino (MPN) después de la apretada victoria de Rolando Figueroa en la interna para definir candidaturas para la Cámara de Diputados. Con la obligación de retener los votos que dejó a la fuerza fundada por la familia Sapag en primer lugar, con serias posibilidades de llevarse nuevamente el triunfo en las generales y, si se repiten los resultados, pelear por dos de las tres bancas que hay en juego, se inicia un proceso de armado que comenzará en la renovación del Concejo Deliberante de la capital y finalizará en noviembre. Para eso, el ganador del último fin de semana debe avanzar en la negociación con las autoridades de su partido, el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, y Jorge Sapag, dueño del capital político de una estructura que se sostiene en el poder hace casi 60 años.
Por estas horas, mientras recorre parajes del sur y el norte neuquinos, Figueroa hace borrón y cuenta nueva con quienes lo enfrentaron en dos internas consecutivas. Ahora, con una silla disponible para sentarse en la mesa de discusión, se transforma en un jugador importante dentro de un compacto espacio de poder.
Al respecto, fuentes cercanas al candidato le aseguraron a Letra P que el diálogo se dará de forma natural con sus rivales puertas adentro del MPN. “Nadie pensaba que iban a compartir lugar el domingo. Todos estuvieron en la Junta de Gobierno del partido”, destacaron desde el equipo que trabajó en la conformación de la lista F.

Figueroa sigue buscando respaldos en el interior provincial.
Lo cierto es que, entre los cabecillas emepenistas, todavía ronda un aire de desconfianza luego de la ruptura en 2015, en pleno gobierno. Como describió este medio, Figueroa fue el principal crítico del acercamiento del Ejecutivo neuquino a la Casa Rosada, por entonces bajo el mando de Mauricio Macri. Hasta participó de encuentros organizados por el peronismo y el kirchnerismo de la Patagonia, que auspició reuniones en varias provincias del sur. “Estoy acá porque ideológicamente estoy en la otra vereda”, se justificaba.
Así las cosas, ya con la espuma en baja, regresó al llano para construir una alternativa a través del MAPO, el sector progresista dentro del MPN que le posibilitó, en un reducido plazo, completar la boleta que castigó a Gutiérrez y a Sapag, experimentado conductor político de la fuerza.
La campaña municipal de las elecciones que renovará parcialmente el legislativo de la capital y la votación para eliminar esa instancia, se espera que vuelva a reunir a los conductores del MPN, aunque en la gobernación machacan con la idea de que Gutiérrez está dedicado a diagramar el último trimestre del año dando su aporte a la gobernabilidad del intendente de Neuquén, Mariano Gaido. “Es lo más importante”, detallaron.
“El partido es uno, se terminó la competencia. Empezó otra etapa y vamos a construir para todos”, ratificó Figueroa en sintonía con Sapag. El exgobernador, con el resultado caliente del domingo, se tomó el tiempo para analizar el nuevo escenario que deja a la estructura en una posición de privilegio.
“Más que nunca, el MPN nos necesita hoy a todos y nos convoca a actuar con inteligencia, con compromiso y con sensibilidad, sin caer en la tentación de abrir grietas, sino en la habilidad y convicción de generar puentes con todos los habitantes”, le dijo a Letra P e inició una nueva etapa para construir el poder camino a 2023.