Cuando en abril Bioceres comenzó a cotizar en el Nasdaq, la cara de su CEO, Federico Trucco, quedó inmortalizada en pleno Times Square. Este jueves, el empresario volvió a prestar su rostro para un evento de alto impacto, aunque de naturaleza distinta. Con el menguante río Paraná a sus espaldas, acompañó al gobernador de Santa Fe Omar Perotti en el lanzamiento del fondo SF500, una ambiciosa iniciativa que busca invertir u$s 300 millones durante la próxima década, para promover el desarrollo de 500 startups tecnológicas.
El acto, realizado en la Estación Fluvial de Rosario, significó para el líder de Hacemos Santa Fe un fuerte espaldarazo para la construcción de su mito de gobierno, anclado fundamentalmente en la actividad productiva. Trucco, quien asegura intentar no seguir el día a día de la política, se prestó para la foto, convencido de que el gobierno del rafaelino está en el camino correcto. No es la primera vez que posan juntos: ya lo habían hecho en la campaña de 2019, junto al actual presidente Alberto Fernández.
Con 44 años recién cumplidos, el bioquímico rosarino encontró en Perotti un aliado para llevar a la práctica un consejo que escuchó dos décadas atrás de parte del mexicano Juan Enriquez. "Junten 20 jóvenes brillantes, tómenle exámen y otórguenle un millón de dólares. En 20 años tendrán un unicornio", dijo en uno de los congresos de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), entidad fundada, entre otros, por Víctor Trucco, padre de Federico.
A través del fondo SF500 -que será integrado en un 90% por capital privado, con Bioceres a la cabeza-, se les darán hasta u$s 250 mil a startups con “altura inventiva”, es decir, firmas que tengan una impronta científica y busquen en la ciencia la solución a un problema determinado, bajo los siguientes ejes: neutralidad de carbono, medicina tradicional, alimentos funcionales y biomateriales.
Además del CEO de Bioceres, la actividad tuvo otras figuras importantes del círculo tech regional, entre ellos Esteban Lombardía (socio fundador de Terragene, una pyme que desde Rosario exporta a más de 50 países) y Alejandro Larosa (cofundador y presidente de Agrofy, el “Mercado Libre” del campo). Al gobernador lo acompañó en todo momento su secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación Marina Baima. Fuera de los flashes estaba también Francisco Buchara, un funcionario que el rafaelino designó inicialmente como secretario de Asuntos Estratégicos pero que ahora pasará a ser director Ejecutivo del SF500.
La semilla para el evento de hoy se puso hace más de un año. Durante julio de 2020, Baima y Buchara trabajaron durante una semana y media con los referentes de la “vaca viva” para fijar pautas de trabajo y objetivos claros, partiendo de la base que Santa Fe tiene potencial para convertirse en el Sillicon Valley de estas latitudes. En esas charlas también estuvo presente Hugo Menzella, un investigador repatriado del Conicet que lleva adelante Keclon, una biotecnológica que produce enzimas para uso industrial.
Anti grieta
En una reciente entrevista, Trucco fue consultado sobre cómo veía el proceso político de Argentina. Allí sostuvo que se esforzaba por estar aislado del debate doméstico “porque es sumamente violento y poco constructivo”. Sin jugársela por nombres propios, aseveró sentirse más identificado “con la gente que busca salir de esto que se llama la grieta”.
“Le tengo altísimo rechazo a aquellos que piensan que la grieta es necesaria porque somos los buenos contra los malos. No me genera ningún placer interactuar con gente así”, completó el rosarino, quien sostuvo estar a disposición “de contarle a cualquiera que quiera entender las cosas que hacemos, cómo lo hacemos y cómo puede ayudar al desarrollo del país”.
Con Perotti la relación es de larga data. En su paso por la función legislativa, el rafaelino lo contactó varias veces como integrante de la comisión de ciencia y tecnología (la que llegó a presidir en su rol como senador entre 2016 y 2017). El vínculo se afianzó con la llegada del rafaelino a la Casa Gris: “Perotti sabe cómo acompañar a las empresas santafesinas”, aseguran desde Bioceres, que logró en octubre de 2020 que el Ministerio de Agricultura le apruebe su tecnología HB4 para el cultivo de trigo.
Más allá de estos antecedentes, que nadie se apure a afiliar al bioquímico en el peronismo. Hace algunas semanas, también se prestó para la foto junto al intendente de Tandil, el radical Miguel Lunghi, cuando se firmó un acuerdo para instalar en esa localidad la primera planta de fabricación de paneles a base de rastrojo de trigo.
Luego del evento en la Estación Fluvial, los ánimos en el entorno del gobernador santafesino eran exultantes. Hay confianza que la apuesta salga bien, lo que podría redundar en un número importante de empleos y una nada despreciable cantidad de dólares para el país. Que florezcan mil Bioceres.