Consejo de las Américas

La grieta se filtró en el consenso que la política le vende al establishment

La dirigencia propone acuerdos a largo plazo al Círculo Rojo, pero con chicanas cruzadas y tironeos de corte electoral. Larreta, con chip 2023. Massa, un amigo.

¿Un acuerdo político para sentar bases de largo plazo en medio de una pandemia cruzada por una elección de medio término? El Consejo de las Américas hizo el intento y dirigentes de los espacios predominantes se sumaron, pero el resultado quedó tironeado por la inminencia de las PASO y algo vacío de contenido.

 

El establishment convocó este jueves al evento virtual a políticos de los dos lados de la grieta. El oficialismo estuvo representado en todas sus variantes: el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el titular de la Cámara de Diputados y habitué del Consejo, Sergio Massa; y la senadora cristinista Anabel Fernández Sagasti expusieron sus miradas. Por Juntos por el Cambio, los precandidatos María Eugenia Vidal y Facundo Manes se sumaron al jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, que dejo de lado su rol institucional como "anfitrión" y se vistió con el traje del futuro jefe de Estado que ambiciona ser. En los discursos -sin espacio de preguntas ni intercambios- hubo generalidades en común y chicanas para un lado y otro.

 

Rodríguez Larreta usó la tribuna del Círculo Rojo para reforzar sus aspiraciones presidenciales. Habló de superar la grieta, pero no ahorró críticas a la gestión nacional. "La pandemia nos mostró que cuando los argentinos trabajamos juntos, podemos superar cualquier desafío", dijo. "Tenemos que llevar este aprendizaje a la política. Nunca vamos a resolver los problemas si seguimos alimentando la grieta", añadió. Luego, planteó acuerdos de largo plazo sobre cuatro pilares: educación ("dimos la batalla para mantener las escuelas abiertas", destacó), trabajo, un Estado "inteligente y facilitador", y "el respeto a las instituciones y el rechazo a los privilegios". "Hoy en Argentina cuesta conseguir trabajo y a los que todavía quieren invertir para generar trabajo se les ponen palos en la rueda, impuestos altísimos, es imposible acceder al crédito. Por eso, las empresas se están yendo, como nuestros hijos, que sienten que los estamos echando", aceleró. Su discurso terminó con una ponderación de Juntos por el Cambio y un remate al que solo le faltó música de película épica: "Yo estoy acá para apostar por la educación, para apostar por el trabajo, para defender las instituciones. Estoy acá para hacer mi aporte a una Argentina distinta. Confío en que lo vamos a lograr. Yo sé que es posible".

 

Cafiero, en otro tono, se centró en la recuperación económica y auguró por la sostenibilidad del rebote. "Esta reactivación tiene que ser distribuida de un modo equitativo en la sociedad y para eso lo que necesitamos son consensos políticos", dijo, y agregó: "Es difícil conseguirlos, porque el golpe mediático es más efectivo para los candidatos". Fernández Sagasti, en tanto, contrapuso su visión a la mirada "neoliberal" que busca un Estado mínimo que, consideró, quedó fuera de foco con la pandemia.

 

Massa, a quien el presidente de la Cámara Argentina de Comercio, Natalio Mario Grinman, presentó como un "gran amigo", usó la tribuna virtual para proponer diez puntos de acuerdo político para la pospandemia. "Argentina debe lograr un acuerdo de todas las fuerzas políticas para salir del esquema de programas sociales e ir a programas de empleo. La emergencia no se puede convertir en lo permanente", planteó. Incluyó en ese punteo un acuerdo sobre la deuda, con obvias referencias a la gestión de Mauricio Macri. "Argentina debe asumir un compromiso político de que ninguna fuerza política va a tomar deuda para cuestiones que no sean de infraestructura o desarrollo o instrumentos con impacto intergeneracional", dijo. Soslayó que el Ministerio de Economía cubre parte de su déficit primario con endeudamiento en el mercado interno. Y se refirió a "lo fiscal", aunque sin apelar a una baja de impuestos como proponen referentes de la oposición. Massa mencionó "un régimen que defina muy bien responsabilidades y recursos de los estados nacional, provinciales y municipales".

 

Manes, el precandidato en Buenos Aires por la lista Dar el paso de Juntos, apeló a su latiguillo: "Nadie se salva solo, la grieta nos embrutece y nos empobrece". Habló desde su consultorio, como si diera un diagnóstico, pero sin mayores precisiones. "Todo mi impulso en los próximos años va a estar en contribuir para que Argentina genere valor y riqueza, vinculando la innovación y la tecnología al aparato productivo", dijo. "La gente no quiere planes, quiere trabajar, quiere la dignidad del trabajo", agregó.

 

Por último, Vidal trató de combinar en su participación el eje del acuerdo político que cruzó a todo el evento con el endurecimiento de su tono de campaña. Luego de una áspera crítica a la gestión de Alberto Fernández, mencionó que "Argentina necesita acuerdos para crecer diez años seguidos". Agregó: "Esos acuerdos tienen puntos no negociables para nosotros, por lo menos para mí". Luego, enumeró: "No es negociable la reforma institucional para beneficiar al poder", que relacionó con el proyecto de reforma judicial y el de cambio en las mayorías necesarias para designar al procurador. "Este país se construye con iniciativa privada y durante este año y medio asistimos a un intento de expropiación que la oposición y la gente en la calle frenó", en referencia a Vicentin. Y, por último, condicionó ese imaginario acuerdo político a "un plan de estabilización económica que tiene que establecer un sendero fiscal", porque "la inflación y la deuda en Argentina son hijas del déficit".

 

Martín Menem y Karina Milei.
Javier Milei en una exposición de maquinaria agrícola, uno de los pocos sectores industriales con expectativas

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