-Venimos de cuatro años muy difíciles del macrismo y cuando empezamos con las medidas para salir de la crisis económica, llegó la cuarentena. Pero el balance es positivo. Sin ser exitistas, porque hay muertes de por medio, todos apostaban a que el conurbano volaba por el aire, que iban a faltar camas y respiradores, que iba a haber una crisis social, saqueos. Todo eso no pasó. Se hizo mucho para sostener el empleo privado y a los más vulnerables. También nos hemos equivocado en algunas cosas.
-¿Por ejemplo?
-Alguna cuestión de comunicación. Hay que ser más contundente. No es poco haber sostenido el empleo privado. En mi distrito, el programa de Asistencia para el Trabajo y la Producción (ATP) fue para casi 3 mil trabajadores. Tenemos que contar estas cosas, ponerlas arriba de la mesa. Hurlingham tiene muchas obras. Hay un mundo en el conurbano en el que se está trabajando muy bien con la obra pública, y no lo contamos.
-Entonces, ¿cómo va a salir el FdT a convencer al electorado, después de un año tan difícil?
-La elección intermedia es el análisis de lo que el gobierno hizo. Y ese balance va a ser positivo. Hay mucho repiqueteo en la cabeza de la gente de los cuatro años desastrosos del macrismo. Nosotros hicimos lo que teníamos que hacer, eso va a estar en la cabeza de los que vayan a votar. Pese a las dificultades que podamos tener desde el punto de vista económico, vamos a ganar las elecciones.
-Usted tiene mucha relación con el Presidente. ¿Cómo ve su liderazgo?
-Lo aprecio mucho, es un buen tipo Alberto. Tiene un compromiso enorme con la Argentina y con el Frente de Todos. Todos los días nos pide que fortalezcamos el espacio y que, con nuestros matices y diferencias, podamos seguir juntos. Y va a ser así. Tiene mucha vocación de servicio y de compromiso con Argentina.
-Tiene un estilo de liderazgo diferente al del peronismo tradicional.
-Es la primera vez que el peronismo vuelve al gobierno como coalición y Alberto es el presidente que representa a esa coalición. Todos los días nos estamos poniendo a prueba. Está claro que a veces se ven diferencias, que son públicas, pero esas diferencias nunca van a poner en riesgo el futuro de la Argentina.
-¿Las mesas políticas, como la que se reúne los lunes en La Plata, sirven para procesar esas diferencias?
-Todo aporta cuando amplía. ¿Por qué nosotros logramos volver a ser alternativa y ganar? Porque ampliamos. Cuando uno se cierra, achica. Cuando amplía, gana. No sé si hay una o dos mesas. Estamos esperando una mesa política que integre a todos en la provincia de Buenos Aires.
-¿Quiénes faltan en la mesa de los lunes?
-No tengo ni idea de qué es la mesa de los lunes, creo que tiene que ver con la campaña 2019, pero hay que ampliar e incorporar a hombres y mujeres que representen a todos, intendentes e intendentas, dirigentes sindicales. Cuando nos ponemos de acuerdo, ganamos elecciones. Cuando no nos ponemos de acuerdo, no nos va bien. Uno entiende lo de juntarse con amigos, pero esto no es un club de amigos, es una fuerza política que hoy gobierna la Argentina, la Provincia y ahí hay que sentar a quienes sean referentes. Tenemos que organizarnos bien.
-¿Cómo va a ser el reparto de los lugares en las listas?
-No es un tema de reparto. Las listas tienen que tener hombres y mujeres que representen a nuestra fuerza y que se comprometan con el Gobierno. Hay mucho que se hizo, hay mucho para defender.
-Pero hay una discusión de la que participan Cristina, el Presidente, Sergio Massa, ¿quién va a tener la última palabra en el armado de las listas?
-El Presidente es un dirigente con valoración en la provincia de Buenos Aires. Eso hace que tenga, sin ninguna duda, una palabra para definir esto. En 2019 aportaron todos, Cristina, Alberto, Máximo (Kirchner), Sergio, y todo funcionó. Y así tiene que volver a funcionar. En 2019 logramos incorporar un sector medio que nos dio apoyo. Eso hay que seguir cuidándolo. Hay una clase media que nos sigue mirando con expectativas.
-¿El nuevo PJ bonaerense, con Máximo a la cabeza, va a tener influencia en el armado de las listas?
-Es importante que Alberto sea presidente del PJ nacional y Máximo, presidente del PJ bonaerense. Son dos figuras que potencian el espacio.
-¿Por qué Máximo potencia el espacio?
-Es un referente, logra sintetizar lo que significa el peronismo bonaerense, movimientos sociales, intendentes e intendentas, dirigentes sindicales. Y en ese camino lo vamos a acompañar, es una linda tarea para esta etapa del FdT.
-¿Les puede complicar la oferta electoral que armaría Florencio Randazzo?
-La sociedad está demandando soluciones concretas desde las mayorías, no desde las minorías intensas. Nosotros logramos construir una mayoría con el FdT y eso va estar vigente, enfrentando a un modelo de país y de provincia que ya la sociedad vio y perdió. Lo del medio, tiende más a hacer daño que a constituirse en alternativa electoral.
-Usted estuvo con Randazzo en 2017, ¿no lo llamó para tratar de acercarlo al FdT?
-Uno aprende de los errores. Somos grandes para andar llamando por teléfono y diciéndole a cada quien lo que tiene que hacer. Acá, o se está con un Estado que integra, coordina, resuelve, o se está con lo que vivimos entre 2015 y 2019: un Estado en retirada con el poder corporativo avanzando, dejando a millones afuera. No hay lugar para terceras vías. Eso que se intenta construir tiene tendencia a beneficiar a lo que jorobó mucho a la Argentina entre 2015 y 2019. Ese es el límite.
-¿Cuánto va a influir la vacunación en las elecciones?
-Es un error pensar que vacunamos suponiendo que va a influir. Lo que sí te cuento es lo lindo que es ir a un vacunatorio, la expectativa, la esperanza con la que la gente recibe la vacuna. La vacuna es esperanza y es la salida de la Argentina, la recuperación de la economía, la vuelta a que todo arranque, la pizzería, el bar, la rotisería, la panadería. Después, cada habitante sabrá cómo actuar desde el punto de vista electoral. Nosotros tenemos que estar al lado de quienes tienen problemas. En esta etapa no corresponde pensar ni en temas electorales ni en cosas como la reelección en las intendencias, cuestiones que están fuera de agenda. El año que viene, con la recuperación económica, podemos discutir mejor muchas cosas.