FÚTBOL, VIRUS & POLÍTICA

Copandemia América

Tras una semana de incertidumbre, la Conmebol eliminó la sede colombiana. ¿Argentina la organiza sola o acompañada? Rosca frenética con la curva al palo.

Una semana después de que la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) ratificara la sede conjunta Argentina - Colombia para la Copa América, las autoridades del fútbol regional decidieron sacarle la organización al país cafetero, sumido en una gravísima crisis política, aunque no confirmaron su reemplazo. El presidente Alberto Fernandez aseguró que Argentina puede hacer el torneo sola, aunque coincide con el peor momento de la pandemia de coronavirus y un nuevo confinamiento para bajar la curva de contagios.

 

“Si se cumplen todos los protocolos, estamos dispuestos a ver la posibilidad de ser únicos organizadores”, dijo el mandatario en una entrevista con Radio 10. De esa manera, ratificó lo que Letra P publicó la semana pasada y ahondó en las condiciones que pondría. “Tenemos que tratar de garantizar protocolos que hagan posible y hablemos con toda franqueza: es una Copa América para la TV, para cumplir con contratos televisivos. Me parece que hay que poner protocolos muy estrictos. Si la Conmebol dice que puede hacerse cargo, yo estoy dispuesto a estudiarlo, pero necesito garantizarme los protocolos porque uno de los problemas más grandes que tenemos son las cepas (de covid-19) que vienen de otros países”, advirtió. También, había puesto en duda, hace solo un mes, esta posibilidad cuando dijo que, si bien no quería "frustrar la Copa América”, había tiempo para ver cómo evolucionaba la situación sanitaria.

 

En el Gobierno hay sectores más convencidos de que el país puede hacer el torneo solo, mientras otros son más cautos a la espera de una definición por Colombia. Este jueves, tras el pedido que hizo Ernesto Lucena, ministro de Deportes de Colombia, de postergarlo para fin de año “por no poder tener aforo”, la entidad que preside Alejandro Dominguez emitió un comunicado aduciendo que era “imposible trasladar la Copa América 2021 al mes de noviembre”, agradeció al gobierno de Iván Duque y aseguró que en estos días se definiría la relocalización de los partidos que se debían jugar allí. Incluso se habla de una posibilidad de adjudicarle la sede de la edición de 2028, a modo de resarcimiento.

 

El viernes pasado, el Consejo de la Conmebol había sostenido a Colombia como coorganizador, pero afirmaba que iban a estar encima por la situación social y epidemiológica. Los números totales de contagios y fallecidos son similiares en ambos países, aunque en la última semana Argentina tuvo un promedio diario de 37.000 contra 26.000 en suelo colombiano. Sin embargo, la crisis política colombiana terminó siendo el detonante. Las imágenes que se vieron en Junior-River y Atlético Nacional-Nacional de Montevideo, con represión fuera de los estadios y gases interrumpiendo los partidos, fueron demasiado para una sede que perdía peso día a día. Al pedido de Lucena de postergación se sumó el traslado de dos partidos con equipos colombianos por Copa Libertadores a Bolivia y Ecuador. Hace dos semanas, River, Argentinos y Lanús debieron jugar en Paraguay porque no se podía hacer en Pereira y Armenia.

 

Desde que cayó la vieja guardia del fútbol sudamericano por el FIFA-gate y asumió Domínguez en 2016, sería la tercera vez que la Conmebol debe cambiar el lugar de un torneo: en 2018, la final de vuelta de la Copa Libertadores se jugó en Madrid por el ataque el micro de Boca; un año después, Lima reemplazó a Santiago para la definición entre Flamengo y River por el estallido social en Chile y, ahora, la resistencia a la reforma fiscal de Duque provoca este cambio. De todos modos, hay varios países que se han anotado para secundar a la Argentina. Uno es Uruguay, que se quedó con las finales de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana de este año, tiene bajos índices de contagio y altos de vacunación (casi un 28% de la población recibió las dos dosis), comparados con sus vecinos. Chile también inició contactos, pero está inmerso en el proceso político de cambio de su Constitución y todavía está fresco el recuerdo de los estallidos de hace dos años, en tanto Paraguay siempre es una opción. Habrá que ver cuánto influyen las medidas adoptadas este jueves por Alberto Fernandez en la necesidad de una segunda sede.

 

En el gobierno argentino reconocieron a Letra P que “van a ser días de definiciones, porque con esta situación todo se complica más”. Las fuentes se refieren al crecimiento sostenido de casos y muertos en el país y a las nuevas restricciones. La imagen genera contradicciones: por un lado, un confinamiento de nueve días entre el 22 y el 30 de mayo que incluye a las actividades deportivas; por el otro, la organización de un torneo con diez seleccionados viajando por todo el país y sin confirmación si será con público o no -la Conmebol quiere que lo haya y que sea de al menos el 30% de la capacidad de los estadios-.

 

En los cuatro distritos donde va a disputarse el torneo (la ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Santiago del Estero), el reporte de este jueves arrojó que concentraban el 23% de todos los contagios, porcentaje que subiría al 64% si no hubiesen dado de baja al Estadio Ciudad de La Plata, pero que podría recuperar su lugar.

 

A las cuatro sedes confirmadas, si el certamen solo se jugara en Argentina, se agregarían tres: la Bombonera, el Libertadores de América (Independiente, en Avellaneda) y el Bicentenario de San Juan, el estadio administrado por el gobierno de Sergio Uñac, amigo personal del persidente de la AFA, Claudio Tapia.Allí se disputarán las semifinales de la Copa de la Liga Profesional, que estaban programadas para este fin de semana pero fueron postergadas por las medidas sanitarias dispuestas del gobierno nacional.

 

San Juan es una de las tres provincias que más dinero invierte en deportes. El año pasado tuvo un presupuesto inicial superior al de la Secretaría de Deportes de la Nación. La final del torneo será en Santiago del Estero, otro que pone mucho dinero: este año inauguró el estadio Madre de Ciudades, que costó 1.500 millones de pesos. En virtud de que la provincia llegó al 90% de ocupación de sus camas de terapia intensiva, el gobierno que conduce Gerardo Zamora decretó la suspensión del transporte público entre su capital y La Banda y las clases presenciales en ambas ciudades y en Termas de Río Hondo. Esas medidas vencen el 28 de mayo, antes de la definición del campeonato local y dos semanas antes de la Copa América. Además, el 3 de junio recibirá el partido entre Argentina y Chile por la séptima fecha de las Eliminatorias para Qatar 2022 y cinco días después el equipo de Lionel Scaloni deberá jugar en... Colombia.

 

Las protestas en ese país tornaron inviable la realización del torneo más importante del continente y Argentina espera llevarlo adelante en el peor momento de la pandemia, sola o acompañada, a riesgo de un costo político de gran escala.

 

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