El senador nacional Roberto Mirabella, mano derecha del gobernador Omar Perotti, condenó también el cierre de exportaciones de carne que resolvió el gobierno nacional y reclamó que se dejen de tomar “medidas que no funcionan”. En diálogo con Letra P, el legislador deslizó que el anuncio del Presidente Alberto Fernández no tuvo una consulta previa con la Casa Gris. “Debería haber una mirada más dialogada”, demandó. Por otro lado, lamentó el fallecimiento del exgobernador Miguel Lifschitz y remarcó que, como autoridad institucional que era, debería haber estado vacunado.
-Perotti rechazó el cierre de exportaciones de carne, ¿cuál es su postura?
-Santa Fe, al expresar casi la mitad de las exportaciones de carne de Argentina, no puede ser indiferente a la medida. Si tomamos una medida contra la yerba mate, no podemos pensar que los legisladores de Corrientes o Misiones se van a quedar callados. No deberíamos repetir medidas que no funcionan, hay otro tipo de maneras y medidas a tomar para bajar el precio de carne. La soja tiene un precio extraordinario y no es problema porque no es parte de la comida de los argentinos. La carne tiene un precio internacional muy bueno, hay que tratar de acordar en una mesa con los productores, frigoríficos y la cadena de comercialización, para ver de qué manera garantizamos algún tipo de corte con mejor precio y cómo tener una política para mejorar la producción en Argentina. Esto no va a mejorar la producción.
- ¿Fue una medida inconsulta de la Nación para con Santa Fe?
-No conozco ámbitos donde se estaba discutiendo este tema con la provincia y la Nación para tomar este tipo de medidas.
-Vicentin, biocombustibles, ahora la carne. ¿Hay un patrón de medidas de la Casa Rosada que afectan directamente a Santa Fe?
-Estamos viviendo un momento extraordinario que tiene impacto en grandes aglomerados urbanos, y se pierde de vista lo que está pasando en el resto de la Argentina. Debería haber una mirada más dialogada de algunas decisiones que pegan en la línea de flotación de determinados sectores económicos.
-¿Se terminó kirchnerizando el gobierno nacional?
-No hago ese tipo de adjetivaciones. En la vorágine que vivimos se toman decisiones muy fuertes y es imposible que los que tenemos responsabilidad institucional y defendemos los intereses de la provincia no opinemos o nos quedemos callados. Tenemos claro donde estamos parados, con una mirada de país equitativa y mayor nivel de justicia social. Por eso Perotti implementó Billetera Santa Fe, para mejorar la capacidad de consumo de los santafesinos.
- ¿Esto puede provocar lesiones a futuro en el frente electoral?
-Espero que no, no lo sé. Sucede en todo tipo de organizaciones, nunca hay una uniformidad de miradas en los temas. Pasa que estamos proclives de extremar diferencias para que sea todo blanco o negro. Es lógico que tengamos miradas distintas, tenemos que tener la madurez suficiente para abordarlas.
La muerte de Lifschitz
- ¿Cómo repercute en la política provincial la muerte de Miguel Lifschitz?
-Primero, es trágico y nos debería llamar a la reflexión a toda la dirigencia política que tenemos responsabilidad institucional. Fue un debate muy burdo…
-Lifschitz debería haber sido vacunado.
-Sí, me parece que sí. Yo no estoy vacunado, y estoy expuesto permanentemente. Más allá de esta tragedia, cambia el mapa político de Santa Fe porque él era uno de los actores más importantes. Su ausencia marca un nuevo escenario para el propio Frente Progresista como para el resto de los partidos.
- ¿Se polariza ahora el peronismo y el no peronismo?
-No lo sé, es muy probable que el Partido Socialista, que venía de un proceso de elecciones internas, trate de ver cómo se resignifica de acá para delante. Tiene dirigentes importantes, como la exintendenta (Mónica) Fein, (Antonio) Bonfatti, diputados provinciales, el intendente de Santa Fe ( Emilio Jatón), y el de Rosario (Pablo Javkin), si bien no es socialista. Tiene dirigentes importantes para repensar su estrategia política.
-Lifschitz era el principal destinatario de las críticas del oficialismo. ¿Su ausencia incomoda el relato del peronismo y la Casa Gris?
-Arrancamos con un proceso traumático, la transición, el primer año de gobierno, problemas económicos financieros, porque apenas empezamos había problemas para pagar sueldos, con una deuda con contratistas que después se consolidó, con un presupuesto votado que no era el de él (de Perotti), con la pandemia. Comenzó otra etapa en Perotti previo a la ausencia de Lifschitz, y lo expresó el 1° de mayo cuando abrió la asamblea legislativa. Ese día Perotti tuvo un racconto de todo lo que había hecho y dio una perspectiva a fututo con un optimismo desafiante, como lo llamo yo, de lo que mucho se está haciendo. Más allá de Lifschitz y la oposición, entramos en otra etapa, estamos justificando porque queríamos gobernar Santa Fe. Ya dijimos cómo encontramos la provincia, ahora estamos mirando para delante para gobernar.