PRETEMPORADA 2021

La pelea por candidaturas, detrás de la ruptura entre Montenegro y Fiorini

El intendente y el senador de JxC pulsean por lugares en la lista de aspirantes por la Quinta. Obsesión por renovar y reclamo de interna. Cinco bancas en juego.

La crisis política en torno al pliego de licitación del sistema de transporte en General Pueyrredón dejó en evidencia las profundas tensiones entre el intendente Guillermo Montenegro y el senador provincial Lucas Fiorini. Mientras el primero hizo una fuerte demostración de poder al purgar su gabinete y cortar relación con CREAR, el segundo se refugió en los propios y circunscribió la problemática al ámbito local y a una falta de apertura política del jefe comunal. Detrás de eso, está la pelea de fondo por ver quiénes confeccionan la lista de aspirantes a senadores y senadoras por la Quinta sección electoral que, ante una ruptura que no tiene vuelta atrás, todo indica que podría resolverse en Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias.

 

En la órbita del intendente están convencidos de que los movimientos de Alejandro Carrancio en torno al abordaje del pliego del transporte incubaban presiones para que Montenegro respaldara la postulación de Fiorini para la renovación de la banca en el Senado, que vence este año. Lo que no calculaban era que la crisis llegara tan hondo. Algunos armadores barajaban la posibilidad de una abstención decorosa de Carrancio, que pateara la discusión al recinto del Concejo y que fuera la oposición la que archivara el pliego. Nada de eso sucedió y la ruptura se precipitó con el voto no positivo del ahora exjefe de bloque oficialista. 

 

En el campamento amarillo analizan en retrospectiva la jugada de Fiorini y manifiestan asombro. Encuestas en mano, definen como un sinsentido impropio de un tiempista político desafiar a un jefe comunal “que tiene 64 puntos de imagen positiva” y que, además, muñequea la interna que se da en estratos superiores con una aceitada relación tanto con halcones como con palomas.

 

En el entorno del senador analizan que la negativa de Carrancio a acompañar el proyecto oficialista del transporte se circunscribe, por un lado, a diferencias insalvables sobre el contenido del pliego que, aseguran, repite deficiencias actuales, y, por el otro, a una larga tensión entre los socios locales de Juntos por el Cambio. Acusan falta de apertura política del gobierno y un modelo de liderazgo partidario “que caducó” y que -recuerdan- llevó a Mauricio Macri y a María Eugenia Vidal a la derrota. Por eso descartan una salida del espacio y pretenden pelear adentro en PASO. 

 

Este conflicto trasciende las fronteras balnearias y es observado de cerca por buena parte de los dirigentes de Juntos por el Cambio, aunque aún no es decodificado con claridad. Si bien en la Legislatura no creen que la ruptura vaya a trasladarse al Senado, algunos intendentes que integran el Grupo Dorrego siguen con cierto desdén la sociedad entre Fiorini y el presidente del bloque opositor en la Cámara alta, Roberto Costa. Creen que detrás del armado de Unidos, que lanzaron juntos hace unos meses, se esconde la renovación de Fiorini, una posible candidatura a diputado nacional de Costa, e incluso un pedido para que una persona de su círculo cercano integre el próximo directorio del Banco Provincia, un debate que aún se deben oficialismo y oposición.

 

De todos modos, en el equipo de Fiorini se aferran a las intenciones de ampliar el espacio con dirigentes de extracción peronista y vecinalista, y a reforzar los lazos que tendieron con el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horario Rodríguez Larreta, y su vicejefe, Diego Santilli, quienes vieron en el tándem de senadores otro puente para cruzar hacia el territorio bonaerense y sumar a la construcción de su candidatura a gobernador. 

 

En el montenegrista desestiman que los lazos tendidos por Costa y Fiorini con el larretismo incidan en el armado de listas. Detectan que el puente de acceso de Fiorini a Larreta-Santilli es Felipe Miguel (jefe de Gabinete porteño) pero que, tanto esos contactos como los generados en distritos PRO como Lanús, no tienen la raíz profunda que sí posee el mandamás marplatense y su tropa con la cúpula amarilla en pleno.

 

Sin adentrarse en la figura de Montenegro y su pasado en el gabinete porteño, destacan lazos de antaño, como el del coordinador de Gabinete marplatense, Alejandro Rabinovich, y el jefe de Gabinete lanunense, Diego Kravetz, desde tiempos de Legislatura porteña. Sacando lustre de amistades de ese tipo, consideran que el espesor de esas relaciones pesará más que acercamientos recientes al momento diagramar el armado bonaerense. Fuentes del municipio marplatense aseveran que el intendente no solo buscará impulsar en el Senado bonaerense una figura de su confianza, sino, también, sugerir nombres de candidatos a una banca en el Congreso. 

 

Hay quienes, en virtud de las tensiones entre Montenegro y Fiorini en 2019, no descartan que lo sucedido en Mar del Plata tenga su onda expansiva en el bloque de JxC en el Senado, algo que quienes integran Crear y Unidos descartan con insistencia. Lo que se mira con sumo atención ahora es el posible enfrentamiento en internas en la sección electoral en la que están habilitados para votar un millón 178 mil electores. El resultado de esa contienda en la que se elegirán cinco representantes –sumada a las tres restantes, que se librarán en la Primera, la Cuarta y la Séptima secciones– será clave para determinar la correlación de fuerzas en la Cámara alta, donde hoy manda la oposición.

 

La clase media en la era Javier Milei
Maximiliano Pullaro y tres de sus ministros, en su encuentro con la Corte Suprema. (Foto: X @josegraells)

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