La renovación del Superior Tribunal de Justicia (STJ), la máxima autoridad judicial de Río Negro, está atada a la decisión que tome el senador nacional Alberto Weretilneck, líder político de Juntos Somos Río Negro (JSRN), fuerza a la que pertenece la gobernadora Arabela Carreras. Pese a la presión de grupos feministas para que dos mujeres ocupen los lugares que dejarán Adriana Zaratiegui (Viedma) y Enrique Mansilla (San Carlos de Bariloche), el conductor espiritual de la fuerza patagónica encomendó a su alfil en el Consejo de la Magistratura, el legislador Facundo López, allanar el camino para la incorporación de dos nuevos integrantes de este cuerpo con cinco cabezas que completan Ricardo Apcarián, Sergio Barotto y Liliana Piccinini.
La renovación es estratégica para la vida institucional y política porque el STJ es la última instancia previa para llevar un caso a la Corte Suprema de Justicia y es un reducto ligado al poder real. Esta vez, le tocará a Carreras negociar con su jefe partidario los nombres propios que completarán el denominado club de los cinco, ese que define las reglas de juego institucional en Río Negro.
Apenas se supo de que dos magistrados organizaban su retirada, el Colegio de Abogados de General Roca reclamó un vocal en el máximo tribunal. Los juristas del Alto Valle, la ciudad del ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Martín Soria, presionaron para que un roquense o una roquense fuera quien asumiera en uno de los cargos. La presencia de Barotto (representante de Roca en el STJ) y el domicilio original del fiscal de Estado, Jorge Crespo, otro de esa localidad, barrieron con cualquier especulación. Desde entonces, la rosca fue en aumento y se puso la lupa sobre quiénes pueden ocupar estos espacios estratégicos reservados hasta hoy para Viedma, la capital, y para Bariloche, la ciudad más popular.
Así comenzó la danza de nombres para los reemplazos y también la discusión sobre cómo se divide el poder en la provincia. Como explicó Letra P, Weretilneck bendijo la candidatura de Carreras luego de tropezar en la Corte Suprema con su proyecto de re-reelección, pero dejó minado el gabinete de funcionarios de su extrema confianza. Salvo casos especiales, que significaron la eyección de algunos referentes del exmandatario como los exministros Agustín Domingo (Economía) o Nicolás Land (Desarrollo Social), el senador mantiene una notoria autoridad sobre el equipo político de la gobernadora.
Con ese espíritu, y como lo expresa la Constitución rionegrina, empezó la elección de autoridades del STJ tras la reunión de la mandataria, legisladores y representantes de los Colegios de Abogados de la provincia. En la primera convocatoria del Consejo Grande, se aceptó las renuncias de Mansilla y Zaratiegui y se anticipó que la audiencia de selección será el 30 de junio. La carta magna rionegrina determina que los candidatos al STJ son propuestos por la máxima autoridad del Ejecutivo provincial, al igual que un 25% del total de los miembros del Consejo. Este es el proceso que previamente será discutido con Weretilneck, advierten fuentes oficiales consultadas por Letra P.
Con Carreras en la presidencia, el Consejo está integrado por los legisladores Facundo López (JSRN), Norberto Blanes (JSRN), Sebastián Caldiero (JSRN), Elbi Cides (JSRN), Alejandro Marinao (FdT), Pablo Barreno (FdT), Marcelo Mango (FdT), y las legisladoras Silvia Morales (JSRN), Claudia Contreras (JSRN), Soraya Yahuar (JSRN), Julia Fernández (JSRN) y Alejandra Mas (FdT). También está compuesto por 12 representantes de los Colegios de Abogados de Viedma, General Roca, San Carlos de Bariloche y Cipolletti.
La danza de nombres
La mayoría de candidatos y candidatas son cercanos a JSRN. El nombre que suena más fuerza en Viedma es el de Sergio Ceci, un abogado de histórica militancia radical, fiscal de Estado en el gobierno de Pablo Verani, y actual secretario legislativo del oficialismo rionegrino. El rol en el parlamento, estrecho al jefe de la bancada Facundo López, le darían ventaja. Todo dependerá de la negociación que gira en la cúspide del poder.
Impulsadas por los sectores feministas, figuran en la lista de candidatas la jueza Rita Custet, la presidenta del Colegio de Magistrados y Funcionarios de Río Negro, Andrea Tormena, así como Silvana Mucci y Griselda Ingrassia. Custet fue asesora del Ministerio de Gobierno durante el gobierno de Miguel Saiz. Le juega en contra la pertenencia a esa gestión, manchada por la denuncia del cobro de sobresueldos de varios funcionarios.
En Bariloche, suena el abogado Lorenzo Raggio, de gran confianza con la gobernadora. En la danza de nombres también está la jueza Marcela Pájaro, titular de la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Minería de la localidad cordillerana.
Con este antecedente, desde el entorno de la gobernadora afirmaron que en este tipo de procesos “manda la política” y que “los colectivos no tienen peso” en la decisión final por los candidatos. Sobre todo, entienden las fuentes del oficialismo consultadas por Letra P, que el cupo femenino ya está garantizado por la presencia de Liliana Piccinini. “Nos ampara la Ley”, insistieron.
Como lo especifica la ley Orgánica del Poder Judicial (N° 5190), en su artículo 37, “la composición del Superior Tribunal de Justicia debe conformase con vocales de ambos sexos, procurando una equilibrada representación” de las distintas circunscripciones judiciales. Si bien garantiza la presencia de mujeres, no determina el número dentro del STJ.