ARGENTÓPOLIS

Relaciones karnales, Gato encerrado, amor Larreta-Vidal y el cordero de Lilita

Semana de celebración en la embajada paralela de De Pedro y el hijo de CFK. Por la rosca suben contagios y aislados en la política. El año de Rafecas.

Semana de éxitos para el ministro del Interior, Eduardo de Pedro. Aplaudido por jóvenes y no tan jóvenes empresarios en Bariloche, hizo un par de recorridas y tuvo una charla a solas con la gobernadora rionegrina, Arabela Carreras. Tras la visita exprés, regresó rápido a Buenos Aires para atar un posible acuerdo con Juntos por el Cambio y postergar las PASO. Como gesto a la oposición, habló en conferencia de prensa a pedido del siempre desconfiado Mario Negri. Además, tuvo un ojo, junto al nuevamente aislado Máximo Kirchner, en Estados Unidos y el FMI, los cucos que el kirchnerismo no quiere espantar aunque parezca lo contrario. “Queremos pagar, pero necesitamos más plazos”, insisten cerca del futuro presidente del PJ bonaerense con aspiraciones nacionales.

 

El tándem De Pedro-Kirchner heredó los contactos de Cristina Fernández con el entorno de Joe Biden. Los dos levantaron el teléfono para que finalmente se concretara el viaje del jefe del Comando Sur. Craig Faller llegó con tres hospitales de campaña bajo el brazo, uno de los cuales quedó para el Ministerio de Defensa. Agustín Rossi, junto a la ministra de Salud, Carla Vizzotti, lo recibió con todos los honores. Tras 45 minutos a solas, sumaron a sus equipos a una conversación sobre el reequipamiento de las Fuerzas Armadas. El americano se llevó souvenir: un pin en homenaje a los caídos en Malvinas que mandó a diseñar Rossi y que Faller se puso en la solapa mientras el ministro reivindicaba una vez más la soberanía de las islas. En línea con la Casa Rosada y con el Instituto Patria, el ministro asegura que no hay relaciones carnales ni distanciamiento con ninguna nación, por lo que ya recibió a una comitiva rusa, aceptó gustoso un hospital de campaña chino y ahora el envío de la flamante administración de Biden.

 

En esa gestión con Faller no participó, en cambio, el canciller Felipe Solá, también aislado por haber sido contacto estrecho del Presidente y con dos hisopados negativos en su haber. Junto al embajador en Washington,  Jorge Argüello, hizo fuerza para la visita que esta semana hará al país Juan González, el reemplazante de Mauricio Claver Carone como principal asesor para América Latina y el Caribe en el Consejo de Seguridad Nacional. Lo que todavía no saben en el Palacio San Martín es cuándo llegará un nuevo embajador.

 

Gato encerrado

En aislamiento también quedó Mauricio Macri después de su reunión con el grupo que lidera el diputado provincial Alex Campbell. La foto que ellos mismos difundieron los mostró sentados uno junto al otro en un lugar cerrado y sin barbijos. Apenas unas horas después, Campbell se anotició de su COVID positivo y terminó la semana en cama y con alta fiebre. Su segundo contagio fue aún peor que el primero, pero más duro fue el mensaje que les dio Macri a los de La Territorial. Viendo su prudencia sobre la gestión de la pandemia, les pidió que sean más duros con los gobiernos nacional y bonaerense. Antes de las medidas restrictivas de la Casa Rosada, tuvieron que aislarse todos y suspender próximas reuniones. No fueron los únicos afectados por el COVID. En el Congreso sube rápido la lista de contagios, entre ellos, el del senador santacruceño Eduardo Costa, que tuvo que ser internado en el Hospital de Río Gallegos por una neumonía post coronavirus.

 

Mientras Macri paró obligado por su contacto estrecho con el diputado vidalista, María Eugenia Vidal define qué hacer con la presentación de su libro. Tuvo que esperar el lanzamiento del "Primer Tiempo" de Macri, acto al que asistió aunque esquivó a fotógrafos y periodistas. Ahora, las nuevas restricciones la obligarían a un acto online con fecha probable para el miércoles 14 de abril. Sus vivencias personales y políticas y las críticas hacia el expresidente llegan a las bateas de la librería ese día.

 

Más que de un trío se habla de un dúo en el PRO. Horacio Rodríguez Larreta se autodefine como mucho más que un socio de Vidal porque, alega, las sociedades se rompen y en esta no hay posibilidad de ruptura alguna. Lo que no quiere contar es su charla con Elisa Carrió, a quien visitó en Exaltación de la Cruz el mediodía del domingo de Pascua. Hubo cordero en ese almuerzo, al que asistieron unos pocos dirigentes de la Coalición Cívica, amigos íntimos y familiares. Rodríguez Larreta no entra en ninguna de las tres categorías, pero cada 20 o 30 días se junta con la exdiputada nacional, que, mientras tramita la jubilación, amenaza con volver a ser candidata. De postre hubo varias tortas y rosca pascual.

 

Treguas ma non troppo

Donde hubo tregua es en Tucumán. Aún así, el vicegobernador Osvaldo Jaldo, que está en campaña para la gobernación en 2023, busca una foto con Cristina Kirchner. Sin reelección posible, salvo que modifique la Constitución, Juan Manzur quiere elegir a su sucesor y autoproclamarse número dos en la próxima fórmula para la gobernación. La pelea que viene contando Letra P llevó a Jaldo a buscar un salvavidas en el Senado de la Nación. Sin puentes con la Casa Rosada ni en los ministerios (varios funcionarios nacionales desembarcaron en el Jardín de la República para acompañar la gestión manzurista), el vicegobernador acude por auxilio ante la vice y ya pidió una reunión con el senador Oscar Parrilli. Jaldo marcó ticket para esta semana pero, mientras tanto, aceptó una bandera blanca. El mediador fue el manzurista Sergio Mansilla, presidente del bloque Lealtad, que pidió por los 1.603 contratos que bajó el jaldismo y los más de mil con carta documento lista para el envío. El pacto se plasmó horas antes del Congreso del PJ de este último viernes, al que fue Manzur pero no Jaldo. En pos de la gobernabilidad -.tal vez, para que no avance la oposición- hubo señales de unidad: el gobernador impuso al nuevo presidente, aunque repartió cargos para todos los sectores y pronunció un discurso conciliador. Jaldo devolvió la gentileza con palabras de unidad vía Twitter. Siguen sin hablar.

 

Uno que no pactó tregua alguna es Parrilli. En la última sesión se anotó como orador para defender la ley de Acoso Callejero y sacó el talonario de facturas. “Espero que en la Cámara de Diputados este proyecto no duerma el sueño de los justos, como lamentablemente está ocurriendo con más de 30 proyectos de distinta índole que sancionamos. La mayoría de ellos están sin despacho de comisión, así que espero que este no tenga la misma suerte”, se quejó. De la treintena a la que refirió el senador, que suena como la voz de la exmandataria, hay varios que lo tienen como autor y casi todos son del glosario K: rechazo de DNU de Mauricio Macri, suspensión de las Sociedades Simplificadas, reforma judicial y la ley del Ministerio Público Fiscal. En este último caso, sigue como rehén Daniel Rafecas, cuyo pliego como candidato a jefe de los fisvales ya lleva un año congelado.

 

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