Radicalismo en estado puro. Este domingo 21, la vocación internista del partido centenario volverá a plasmarse con el ejercicio del voto, algo que en terreno bonaerense hace seis años y medio que no sucedía, para definir las autoridades del Comité Provincia. De un lado, el intendente de San Isidro, Gustavo Posse; del otro, el diputado provincial Maximiliano Abad. Ninguno pone en tela de juicio la pertenencia radical dentro del armado frentista de Juntos por el Cambio (JxC), pero los perfiles, mensajes y acompañamientos de cada uno son huellas que marcan caminos distintos de construcción a futuro, de hacerse con el timón de la UCR.
Posse encaró la campaña correligionaria desde el minuto uno post derrota nacional y bonaerense de JxC en 2019. Sus principales alfiles salieron con altavoz marcando un final de ciclo del salvadorismo y arremetiendo contra la lógica “dueño y empleado” que –remarcan– signó la relación PRO-UCR en los años de gobierno. Bajo ese plafón y avisando que va “por el poder en serio”, el possismo puso primera y aceleró.
Al iniciarse 2020, antes de que la pandemia modificara de cuajo la mecánica de campaña y los cronogramas electorales, el sanisidrense ya empezaba a lucir su escudería, logrando el respaldo de referentes históricos del alfonsinismo como Juan Manuel Casella y Federico Storani, de algunos intendentes del interior, como así también de la estructura de Evolución comandada por el senador nacional Martín Lousteau. “Es el paraguas nacional de la elección”, definió Posse al armado referenciado con el legislador porteño, que viene de presentar batalla interna en Córdoba en esa búsqueda de vuelo nacional.
Lousteau jugó un papel protagónico en el sprint final de la campaña bonaerense, acompañando a Posse en diversas recorridas y metiéndose de lleno a marcar diferencias con la lista de Abad: “Queremos erradicar el complejo de minoría”, subrayó, al tiempo que chicaneó al oficialismo partidario al observar que allí “había muchas ganas de no competir”.
Desde lo discursivo, el nombre de la lista entraña el corazón del mensaje que el possismo bajó al afiliado boinablanca: Protagonismo Radical. Se enfocó en la “sumisión” radical en el gobierno de Vidal, la cuasi nula presencia del partido en ese gabinete y en el conformismo de conservar un puñado de bancas legislativas a cambio de no construir liderazgos que hicieran sombra al socio amarillo. “Es una discusión conceptual”, sintetizó Lousteau sobre la interna.
Ante eso, prometen un radicalismo que sea “socio pleno” de JxC, a la vez que garantizan “PASO en todos los niveles”, mayor presencia en el conurbano y un “respeto a la territorialidad” que les devuelva la lapicera a los intendentes al momento de pensar las listas seccionales para, así, “terminar con el dedo”, una mecánica que ejemplifican con la llegada al Congreso de Sebastián Salvador, hijo del saliente titular del Comité Provincia, Daniel Salvador.
Sobre cómo se posicionará el radicalismo bonaerense frente al actual Gobierno, Posse resumió a Letra P: “La oposición tiene que ser constructiva. Nos preparamos para gobernar sin gorilismos”.
Éste último es precisamente uno de los contrapuntos retóricos con el oficialismo partidario que promueve la candidatura de Abad y no solo machaca contra el pasado “zigzagueante” de Posse, sino que sostiene que, con el sanisidrense al frente, “habría un radicalismo subsumido al gobierno de Kicillof”.
En febrero de 2020, en lo que fue el primer acto de la conducción nacional y bonaerense del radicalismo post derrota, Abad ofició de anfitrión en Mar del Plata. Allí, los discursos siguieron excavando en la grieta como receta cohesiva de la alianza: Cornejo llamó a pelear contra “unos cínicos que mintieron durante 30 años”. Abad ya hablaba de un gobierno “autoritario” y sentenciaba: “Volvieron peores”.
En la foto de ese acto, que sirvió de plataforma de regreso a la escena pública del socio fundador de Cambiemos Ernesto Sanz –referente de Abad–, se comenzó a abroquelar el ala radical que respalda hoy la incursión al Comité Provincia del jefe de bloque de JxC en la Cámara baja bonaerense.
Además de Sanz y Cornejo, bancan fuerte a la lista de Adelante Radicales los gobernadores Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdez (Corrientes), lo mismo que figuras legislativas del orden nacional como el diputado Mario Negri y el senador Luis Naidenoff, con mensajes que interpelan a un votante ya cautivo por la prédica de la grieta: “El radicalismo, en una coalición amplia, disputará con el kirchnerismo el futuro de la Argentina”, desliza Negri en uno de los videos dirigidos a los afiliados..
Pero en ese mismo video, Negri también alude a un mensaje que se repite en el aparato discursivo del oficialismo partidario: “Tendremos candidato a gobernador y a presidente”. El foco en la promesa de ir por una UCR que sea “la columna vertebral de JxC” es un aspecto sobre el que se fue reforzando al tiempo que se dejó de ver la figura de Daniel Salvador en fotos y videos de difusión de Adelante.
Amén de eso, en la estructura oficialista no dejan de ponderar que, desde 2015, la UCR bonaerense “se puso en valor”, argumentando un crecimiento en el número de intendentes y legisladores para refutar las acusaciones possistas.
Para abrir horizontes entre los correligionarios, el espacio liderado por Abad apostó fuerte a una figura en particular: Facundo Manes. Con su indefinición a cuestas desde hace tiempo en lo que a candidaturas refiere, en el último tramo de la campaña el neurólogo puso el cuerpo y militó en territorio por la lista que también integra como candidato a la Convención su hermano, Gastón Manes, participación más que suficiente para que a la vera de la Autovía 2 que desemboca en la costa atlántica se avizoren varios carteles con la leyenda “Abad-Manes”.
Además de caras conocidas como la del mediático neurólogo y la del reconocido actor radical Luis Brandoni, Abad se preocupó por exhibir volumen en términos de respaldos. Así, publicó una serie de solicitadas orientadas a mostrar musculatura. Primero, con la adhesión mayoritaria de los intendentes radicales de la provincia a su candidatura y, luego, con la publicación sobre el papel de un centenario diario de nombres de afiliados que, en diversos rincones del territorio bonaerense, se alinean a su proyecto.
En cuanto al rol de los intendentes, dentro de los 27 que apoyan la lista de Adelante, hay quienes jugaron activamente por la candidatura de Abad, pero también están los que prefirieron sostener, con cautela, una silenciosa adhesión bajo el paraguas de la preponderancia de enfocarse en la gestión.