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El possismo reclama renovar la UCR bonaerense: “Se cumplió un ciclo”

Así lo sostuvo a Letra P el diputado Walter Carusso, alineado al sanisidrense. Un intendente a la cabeza. Un frente “sin dueños” y con “amplitud”. Liderazgo opositor a dirimir. El mensaje al PRO.

Consumada la derrota electoral de Juntos por el Cambio en la esfera bonaerense, distintas expresiones de la vida interna del radicalismo ya piensan en una fuerte renovación en la conducción del partido centenario a nivel provincial, no solo en lo que refiere a rostros –algo que en efecto se dará teniendo en cuenta que la Carta Orgánica imposibilita a Daniel Salvador a ir por un nuevo periodo en 2020- sino en cuanto al perfil y al posicionamiento a la hora de la construcción frentista.

 

Además del grupo de dirigentes radicales sub 50 que apuestan a encabezar un proceso de “recambio generacional”, otro sector que puso de manifiesto su intención de avanzar hacia nuevos aires en el manejo del Comité Provincia es aquel que se referencia con la figura del intendente de San Isidro, Gustavo Posse, quien logró su sexta reelección en lo que es el distrito más populoso en manos de la UCR.

 

Miembro de la mesa chica de ese espacio, el diputado Walter Carusso, dejó en claro la posición del possismo en diálogo con Letra P: “Queremos una renovación del partido. Si se puede dar a partir de la unidad de todos los sectores del radicalismo, mejor y, si no, a través de una elección, pero estamos dispuestos a que el partido se tiene que renovar, se cumplió un ciclo”.
 

 


Reelecto en su banca en la Cámara baja bonaerense por la Primera sección, Carusso sostuvo que esa renovación tiene que ser “global”, abarcando la definición de candidaturas, la estrategia partidaria, “cómo presentarse ante el frente que se integra y cómo conducirlo a ese frente”. En cuanto a esto último, el legislador possista reclamó para el radicalismo “un protagonismo mucho más amplio y dinámico del que tiene”.

 

A su vez, pidió ponderar dentro del Comité bonaerense “el poder territorial” de los intendentes  “algo que no se da actualmente”.  Y ahondó: “Si hacés un repaso de las listas conformadas, no vemos una gran participación de los intendentes. Cuando termina una elección de este tipo los que quedan sosteniendo el partido son los que tienen el poder territorial y los que lo tienen son los intendentes. También hay algunos que no han llegado a ser intendentes pero que tienen su representación territorial”.
 

 


“Es el tiempo de los intendentes”, enfatizó para pedir para las elecciones partidarias del año que viene una lista de unidad encabezada por un jefe comunal. Aunque aclaró: “No le pongo nombre al que tiene que ser, creo que tiene que ser uno de los intendentes, obviamente que Posse va a conformar esto”. Así, advirtió que, de no darse los acuerdos para una confluencia total de las líneas internas, su espacio está dispuesto a “resolver en una interna” la conducción del Comité Provincia y dar la discusión “que no se estuvo dando en las últimas listas que se conformaron y en los últimos armados partidarios y electivos”.

 

El diputado provincial subrayó que la renovación viene siendo pedida por “una mayoría no solo de intendentes sino de varios dirigentes”. “Cuando empezamos esta recorrida, nos sorprendimos por la cantidad de dirigentes que piensan igual a nosotros y que no nos habíamos encontrado para buscar una solución a este tema que estamos viendo en común y que ahora sí estamos en diálogo y 2020 nos va a ver unidos para ir por el proyecto partidario con otras alternativas”, aseveró.
 

 


FRENTE SIN DUEÑOS. Consultado sobre la posibilidad de articular con sectores del radicalismo más crítico a Cambiemos e incluso con aquellos que trabajaron en las últimas elecciones por fuera de esa estructura, Carusso no dudó: “Un partido chico no le sirve a nadie. Nosotros vamos por un partido más grande del que tenemos. El possismo siempre tuvo esa amplitud y esa voluntad de ser frentista. Lo fuimos en 2013 y no nos siguieron, hasta se enojaron con nosotros. Y en 2015, los mismos que nos criticaban integraron el frente, algo insólito. Y se hicieron dueños de ese frente. Y nosotros justamente queremos integrar un frente sin dueños, donde haya alternativas, donde todos los dirigentes que quieran participar, opinen, si están de acuerdo con ese frente, cómo dirimir los espacios y no ser en ese frente un ‘sí’ constante”.

 

En la misma sintonía, dirigentes radicales que jugaron en la última elección bajo el paraguas de Consenso Federal expresaron su simpatía por la figura de Posse y su cometido de impulsar un recambio en el armado bonaerense del radicalismo. “Esto requiere de masa crítica y un camino de autonomía e independencia del partido”, deslizó a este medio un ex senador radical que trabajó en el armado lavagnista en la Tercera sección.
 

 


MENSAJE AL PRO. “Podemos dar un ‘sí’ o podemos dar un ‘no’. Decir ‘el radicalismo esto no lo vota, no lo concibe’. Discutir absolutamente todo, es lo que planteamos de acá en adelante”, recalcó Carusso que, al ser consultado sobre si la discusión también tiene que incluir la continuidad de la sociedad con el PRO, expresó: “El PRO tiene que entender que tiene un socio y los socios opinan, no son empleados los socios. Cuando todos opinan como socios, está todo bien. El problema es cuando hay dueño y empleado en un frente y eso nosotros no lo aceptamos”.

 

LIDERAZGO BONAERENSE. Con Vidal fuera de la Gobernación, Carusso observó que ya no habrá un liderazgo definido en Cambiemos: “Se tiene que construir entre todos los que van a seguir en Juntos por el Cambio. Obvio que María Eugenia es una dirigente muy importante, va a terminar su mandato el 10 de diciembre y después tendremos que consensuar. Hay un montón de intendentes y legisladores que siguen y son los que van a tener la parte operativa de este frente que continúa. Esa construcción de liderazgo se va a empezar a dirimir el año que viene”.

 

Cabe señalar que, en esa discusión de liderazgos, Posse –con aspiraciones a la Gobernación de larga data- puede llegar a ser uno de los anotados.
 

 


BLOQUE LEGISLATIVO. En cuanto a cómo se tiene que materializar la composición legislativa a partir del 10 de diciembre, el diputado que renovó su banca en la última elección se inclinó por  “un bloque compacto”, pero aclaró que “un interbloque tampoco  molestaría porque hay posiciones distintas y si eso ayuda a mantener un espacio unido y debatir y discutir”.

 

“Mi concepto es siempre al amplitud. Yo no quiero un partido chiquito, quiero un partido grande. Si hay que competir, lo hacemos no hay que tenerle miedo a la competencia. Cuando achicás un partido es porque tenés miedo a que te saquen esa cosita que tenés. Nosotros vamos por el poder en serio. Con Gustavo Posse somos una formación de ir por el poder. La aspiración de ir por un Ejecutivo es una aspiración de poder y hay otros que tienen una visión binaria que es parte de ser oposición y parte de un conjunto de legisladores. Nosotros no vamos por eso, vamos por el poder y para eso la construcción tiene que ser amplia”, enfatizó Carusso.

 

Delegado al Comité Nacional por la provincia de Buenos Aires, el legislador possista marcó que, en la discusión más cercana que tiene el radicalismo a la vista (la renovación de autoridades del Comité Nacional del diciembre próximo), su postura es “muy similar al pensamiento de (Alfredo) Cornejo”. 

 

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