La plaza de cemento que se ubica de manera estratégica entre el Centro de Exposiciones de la Ciudad de Buenos Aires y la Facultad de Derecho de la UBA se convirtió en un modesto epicentro en el que palomas y halcones pactaron una tregua por algunas horas y curiosos, seguidores y militantes hondearon la bandera de Mauricio Macri 2023. Todo ello como corolario de la presentación del libro del expresidente, Primer Tiempo, que fusionó el modelo de entrevista, la charla TED y los comentarios de respaldo de figuras destacadas del liberalismo hispano.
Una fila para todos y todas (o casi). Al menos una hora y media antes de la presentación prevista para las 18, los cerca de 700 invitados e invitadas organizaron el ingreso en una extensa fila que rodeó casi por completo la Plaza República Federativa del Brasil. Allí parecieron amalgamar por un momento sus diferencias políticas y perder sus escalafones de intendentes, diputados y exfuncionarios nacionales en una hilera en la que cada uno se ubicó de acuerdo al orden de llegada.
Allí estuvieron en grupo el senador nacional Esteban Bullrich y el exdirector de PAMI, Carlos Regazzoni; el intendente Néstor Grindetti, el exjefe comunal Ramiro Tagliaferro; y los radicales Mario Negri y Alfredo Cornejo.
Sin corbata. Los radicales Negri y Cornejo.
También fueron de la partida los diputados nacionales Waldo Wolff y Fernando Iglesias, el exministro Hernán Lacunza, y varias legisladoras y legisladoras bonaerenses dispersos como Walter Lanaro, Juan Pablo Allan, Juan Carrara, Verónica Barbieri, Gabriela Besana y Guillermo Sánchez Sterli.
Por supuesto que hubo algunas excepciones. Acaso porque ingresaron primeros o porque tomaron algún atajo, como el jefe de Gobierno anfitrión, Horacio Rodríguez Larreta, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, el exsecretario de Medios, Hernán Lombardi, e incluso el exbailarín Maximiliano Guerra; la abogada penalista Florencia Arietto y el exintendente Martiniano Molina.
Cristiano siempre juega. Ratazzi no faltó a la presentación del libro de Macri.
La burbuja del sí se puede. Silenciosos simpatizantes del partido amarillo, militantes fervientes del primer macrismo y personajes reconocidos del ambiente PRO se fusionaron en el ingreso del auditorio, en el que se destacaron principalmente los carteles proselitistas de Mauricio Macri 2023, los libros en mano y los ya clásicos cánticos del "Sí se puede".
No faltaron los orgánicos que recorrieron la plaza invitando a afiliarse al PRO, ni la mujer que representó en más de una oportunidad a la República Argentina con una pancarta que indicaba "devuélvanme mis tres poderes: el Ejecutivo, Legislativo y Judicial", en un claro mensaje que ahonda la grieta con el peronismo en el poder. Aún así, a metros de las vallas, o desde la Avenida Figueroa Alcorta se podían contar con pocas manos la reducida presencia.
La república, perdida.
La previa con micrófono. La organización del evento dispuso un escenario para observar la presentación desde afuera y sometió a las y los periodistas a un riguroso protocolo anticovid que los alejó de las figuras cambiemistas. Pese ello, la extensa fila de ingreso y la demorada apertura de puertas permitieron una serie de convesaciones con Letra P.
Allí, el diputado nacional Waldo Wolff aseguró que la presentación de Primer Tiempo no significó el regreso partidario del exmandatario. "Nunca se fue. Mauricio encontrará su lugar y sin dudas es el principal puntal de este espacio. En la Argentina no hay muchas alternativas: o el republicanismo o el populismo, y Mauricio es el principal jugador que defiende la República".
Blanco y negro. Marcos Peña también fue de la partida.
A su tiempo, el exministro de Hacienda de la Nación Hernán Lacunza descartó diferencias internas entre quienes se sientan a la mesa de conducción de la oposición. "No veo tensiones en Juntos por el Cambio, más bien veo que un espacio joven como el nuestro tiene varios liderazgos. Esto es algo sano y democrático, por su pluralidad y por las alternativas que presenta. Pero en definitiva el candidato será el que elija la gente más adelante".
También aprovechó para destacar el contenido de la obra del expresidente, que aseguró que "habla más del futuro que del pasado", y remarcó que eso es necesario para revertir "el programa económico del actual gobierno".
Por el futuro.
"Hoy el programa lo veo sin un rumbo definido, sin dar señales claras a largo plazo, y atendiendo más la coyuntura y el día a día. La verdad que la pandemia condicionó la política en general y la económica en particular, pero la verdad que cuesta ver más allá de los meses hacia dónde va la Argentina", criticó Lacunza.
El intendente de Lanús y una de las figuras del Grupo Dorrego Néstor Grindetti remarcó que "no hay dudas que Mauricio lidera este espacio por su calidad de socio fundador del PRO y de Cambiemos y por ser un expresidente", aunque aclaró que tras la derrota electoral de 2019 "también se generaron otros liderazgos como el de Horacio Rodríguez Larreta o Jorge Macri en la provincia de Buenos Aires". "Eso es algo normal y muy bueno", amplió en diálogo con este medio.
Puños. Arietto, Bullrich y Lombardi.
El aplausómetro. La abanderada de los rabiosos Patricia Bullrich y sus escoltas Maximiliano Guerra y Florencia Arietto subieron los decibeles de los fanáticos aplaudidores que las vieron ingresar. Corearon el nombre de la jefa nacional del PRO, se amontonaron en cuestión de segundos sobre las vallas y agitaron el brazo fuerte. Las palomas, dispuestas algunos metros atrás, observaban atentas.
