El micrófono del cronista de C5N que Mauricio Macri tiró al suelo, cuando salía del juzgado federal de Dolores, no fue la única sorpresa de la segunda visita que realizó para concretar su postergada indagatoria en la causa que investiga el presunto espionaje a los familiares del ARA San Juan. También sorprendió la reaparición de la exvicepresidenta Gabriela Michetti. Este miércoles fue una de las pocas dirigentes de Juntos por el Cambio que acompañó al expresidente. Hasta ahora no se había pronunciado públicamente a favor de Macri y lo hizo, casi al unísono, con el expresidente provisional Federico Pinedo. Ella eligió viajar a Dolores y él habló por los medios y, según supo este portal, ninguno de los dos perdió contacto en este tiempo con Macri.
Sin embargo, uno de los pocos asistentes del PRO que viajó hasta Dolores confió a Letra P que nadie se esperaba que ella fuera. Hace diez días, Macri habló de Michetti. La mencionó cuando el expresidente protagonizó una charla virtual por Twich para la marcha que se concretó la semana pasada. “Anteayer nos chateamos con Gaby”, le contó el exmandatario a Rosendo Grobocopatel, coordinador de Comunicación del PRO.
Las palabras de Macri dieron la idea de un reencuentro luego de un largo tiempo. Michetti está alejada de la actividad política desde que dejó la presidencia del Senado el 10 de diciembre de 2019, pocos minutos después de comenzar la ceremonia de traspaso de mando presidencial ante la Asamblea Legislativa. Desde entonces mantuvo un estricto silencio público que alimentó las sospechas de un alejamiento con Macri. “La relación se enfrió cuando salieron del poder. No sé si el vínculo quedó roto, pero no se hablaban para nada”, recordó a este medio un conocedor de la intimidad de ambos desde que ella lo acompañó por primera vez en la fórmula para pelear la jefatura de Gobierno porteña en 2007. Las diferencias existieron y posiblemente no hayan cerrado, pero basta repasar los últimos días de la era Macri para recordar que Michetti buscó acompañarlo hasta el último minuto en el poder.
Ante las consultas de este portal, cerca de la exvicepresidenta negaron distanciamiento alguno. Detallaron que nunca perdieron el contacto y que durante el aislamiento por la pandemia siempre estuvieron comunicados, aunque Michetti está muy pendiente de la salud de sus padres. “Va y viene de (la localidad bonaerense de) Laprida a la Ciudad todo el tiempo”, explicaron para asegurar que ella pasa más tiempo en su ciudad natal que en su histórica residencia que posee en el barrio porteño de San Cristóbal.
Ese ritmo, dicen, no le impidió mantener el contacto con Macri. “Con Mauricio siempre mantienen comunicación, la última vez que hablaron fue antes de que fuera a Dolores. Ella le dijo que lo iba a acompañar porque consideraba que era un disparate todo este tema”, detalló la fuente consultada que mantiene contacto cotidiano con Michetti. “Ella fue su compañera en el Gobierno durante cuatro años y quería estar a su lado”, completó.
Michetti solo habló cuando Macri estaba por dejar el juzgado de Dolores. “Terminamos siempre presos de decisiones de la política”, le dijo a los medios que fueron a cubrir la indagatoria. “Confío en nuestro equipo, en nuestro gobierno", aseguró y defendió a Macri. “Cuando no se encuentran cosas como las que han buscado, finalmente queda a la vista que terminan haciendo cosas que no tienen sentido común”.
La exvicepresidenta también dijo que ponía las "manos en el fuego" por los extitulares de la AFI, Gustavo Arribas y su exsubdirectora, Silvia Majdalani en una doble ofrenda de lealtad hacia Macri. “No tiene ningún sentido que acusen a un expresidente de la Nación que estaba todo el día dedicado en viajes, en las provincias, en el exterior, trabajando en la Casa Rosada con miles de reuniones. No cierra por ningún lado”, insistió en una defensa cerrada que también podría estar destinada a cuidarse en una causa penal que, más allá del rol del juez federal Martín Bava en medio de las elecciones, podría transformarse en un problema para Macri después del 14N.
Michetti estuvo en Dolores con Macri y con otras pocas figuras presentes, como el exfuncionario y candidato a diputado nacional Hernán Lombardi, la diputada nacional Carmen Polledo y su par Cristian Ritondo, entre otros. Para una parte de la dirigencia significó más que un gesto. Para otra parte, se trató de una señal esperada desde la semana pasada, porque había sido la vicepresidenta de Macri y no había hecho ningún pronunciamiento. En su entorno no contestaron las preguntas con respecto a un posible regreso a la escena pública. Solo confirmaron que esta absorbida por su situación familiar.
Pinedo, otro macrista histórico, no viajó pero concedió una entrevista radial para transmitir el mismo mensaje que Macri le dijo a Bava en la indagatoria. "Estamos convencidos de que lo que quieren es procesar a Macri antes de la elección", disparó el expresidente provisional de la Cámara alta. "Éso es un acto electoral, no judicial. Nuestra posición es contraria a este tema de tener jueces del poder y no jueces de la ley. Veo mucho afán en tratar de procesarlo antes de la elección. Es una especie de deporte argentino motivado en esta actitud de demonizar unos a otros que impide que la Argentina funcione bien, en definitiva", disparó.
En el equipo de Pinedo confiaron a este medio que, al igual que Michetti, nunca perdió el vínculo con Macri. “Federico sigue y siguió en contacto. Se estuvo juntando cada 15 días en los últimos meses para hablar de política y del análisis de la realidad. Se tienen mucho afecto y respeto”, explicaron.