Lejos de ser la capital nacional del fútbol, en las últimas semanas Avellaneda se convirtió en la capital nacional de la rosca y de los insultos de las hinchadas a la dirigencia, una situación que se reaviva cada fin de semana y que la política observa con atención: primero por las personas apuntadas, que se juegan el futuro en la conducción de los clubes; segundo, porque el oficialismo y la oposición nacionales forman parte del entramado de poder en Racing y en Independiente.
En el Rojo, las elecciones de diciembre atizan las internas y los cruces mafiosos en un clima cada vez más enrarecido. Un audio filtrado esta semana en el que el barra Loquillo Rodríguez reconoce la guerra abierta contra Bebote Álvarez y contra Camioneros para tomar el control de la tribuna de Independiente puso en alerta no solo al presidente, Hugo Moyano, sino al Ministerio de Seguridad bonaerense, que no quiere, a días de las elecciones legislativas del 14N, otra escena de tiros como la del 28 de septiembre en el centro de Avellaneda.
“Me llamó Maldonado a una reunión y fui. También me llamaron de la oposición, porque yo tiro 700 pibes en Independiente y 400 con carnets para votar. Ahora, yo no voy a ser funcional a Camioneros, que a mí me sacó la tribuna para dársela a Bebote y después se traicionaron entre ellos”, dice Loquillo en ese audio publicado por Infobae. Héctor “Yoyo” Maldonado es el actual secretario del club y ladero de Moyano. La oposición es la que intentan consolidar referentes de Juntos por el Cambio como Cristian Ritondo y Néstor Grindetti, con Enrique Sacco como un constructor en retirada.
El otro sector que se enfrenta a Moyano es el que lidera el empresario Daniel Grinbank, que en las últimas semanas subió su perfil y empezó a jugar de manera pública, una estrategia que en sectores del Gobierno generó cierto beneplácito: al menos se aseguran llegada a dos de las tres opciones que ofrece el tablero electoral. “La posibilidad de ir con el otro sector de la oposición es cada vez más lejana”, le dice a Letra P Fernando Montenegro, el posible candidato de la lista de Grinbank. “Hay incompatibilidades en los diagnósticos, en los remedios y, sobre todo, en los límites respecto a los actores del pasado que fueron y son parte del problema”, agrega. Uno de esos “actores” aludidos es Fabio Fernández, tesorero de la gestión Moyano hasta febrero de 2018, ahora impulsado por Ritondo y recientemente denunciado por Bebote Álvarez.
Mientras depuran y aceitan el aparato oficialista de cara a los comicios de diciembre, del lado de Moyano reconocen errores en la segunda gestión, aunque se los atribuyen a la persecución judicial contra el líder sindical durante el gobierno de Mauricio Macri. “Se dedicó más tiempo a tratar de no ir en cana que a Independiente”, sostienen. Eso generó desmanejos, contratos descontrolados y un aumento del pasivo que quedó a la vista en el balance de la última asamblea: casi cuatro mil millones de pesos (3.945.196.302) de deuda.
Blanco antigrieta
En la otra vereda de Avellaneda, Racing no tiene elecciones en su horizonte, aunque eso no lo exime de un clima cada vez más ríspido entre hinchas, la barra y la Comisión Directiva. Como nunca sucedió en sus ocho años al frente de la institución, Víctor Blanco viene recibiendo críticas por el pésimo presente del equipo en la Liga Profesional, que luego se trasladan a otros ámbitos.
Con silbidos, cantos e insultos en los dos partidos que jugó como local desde el regreso del público y un desfile de técnicos que no funcionan, la tensión hizo que el empresario hotelero y gastronómico -dueño del Hotel Savoy y de restaurantes- recibiera dos llamados que reciben pocas personas en el país. Con pocos días de diferencia, Máximo Kirchner y Horacio Rodríguez Larreta se comunicaron con él para transmitirle su apoyo.
Cuando el año pasado arrasó en las elecciones con el 71,4% de los votos, Blanco también había recibido el llamado de los dos referentes de las principales fuerzas políticas, pero esa vez para felicitarlo y para pedirle participación dentro de la nueva comisión directiva. Kirchner ubicó a Diego Bossio como protesorero, en una suerte de amnistía por sus años alejado del kirchnerismo, y al abogado de derechos humanos Diego Ciochi como vocal.
Hace dos semanas, en una entrevista con Radio con Vos, el jefe del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados destacó la gestión. “Están las demandas de la gente, pero tienen más que ver con una etapa de resultados negativos que con una mirada integral de lo que es la administración de Racing en los últimos años. La administración de Blanco ha sido más que correcta”, elogió.
Rodríguez Larreta, cuyo padre fue presidente del club en la década del setenta, opina muy parecido a Kirchner, algo que a Blanco le llega a través del cuñado del jefe porteño, Roby Martínez (esposo de Ximena Vallarino Alfaro Díaz Alberdi), vocal de la Comisión Directiva y encargado de las áreas de Márketing y Comunicación.
Con una oposición que nunca consolidó una fuerza o un nombre que pudiera competirle, Blanco reúne respaldo político XL, pero asimila algunos sucesos menores -y no tanto- que no existieron durante su larga luna de miel racinguista: a los insultos en el Cilindro, se le sumó esta semana la intimidación de la barra brava al plantel y una sostenida campaña en contra en redes sociales.
En el oficialismo sospechan que hay alguien detrás de todo eso e incluso dudan de que la oposición tenga las herramientas para sostenerlo. Como sucede siempre que la pelota no entra y los estadios dejan de ser postales para la heladera, en el fútbol todo el mundo está bajo sospecha. En Racing, como también en Independiente, nadie escapa a esa lógica.