ELECCIONES 2021 | CONGRESO

Las 11 figuras parlamentarias que ponen en juego sus liderazgos y sus bancas

Hay especialistas, mediáticos, actores clave para sostener la grieta y los jefes de los dos interbloques de la calle del medio. Los jefes que se quedan.

De los 257 miembros que hoy componen la Cámara de Diputados, 127 concluyen mandato el año próximo. En esa renovación se destacan 11 figuras del oficialismo y la oposición que deberán dejar el Congreso o renovar sus bancas poniendo en juego sus liderazgos, dentro de una aritmética tirante para los números que necesita el Gobierno para el mundo de la pospandemia. 

 

En el interbloque de Juntos por el Cambio (JxC), las partidas son iguales para sus dos mayores socios. El macrismo y el radicalismo deberán renovar 26 bancas cada uno. En el PRO, los escaños en juego alcanzan a personajes determinantes para el perfil opositor del espacio que preside Cristian Ritondo. Es el caso de Graciela Ocaña, una socia clave del alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad. También Fernando Iglesias, que ya acumula siete años como agitador en las redes y un rol clave para embarrar sesiones. A ellos se suma el vicepresidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el santafesino Luciano Laspina, principal hombre de consulta en la banca macrista para todos los proyectos que impliquen cálculos presupuestarios.

 

Entre los escuderos del radicalismo que se acercan a su dead line, se destaca el mendocino Luis Petri. Dentro del bloque de la UCR, que conduce Mario Negri, es uno de los duros del partido que corporiza las posiciones de Patricia Bullrich dentro del recinto en materia penal y judicial, a pesar de las críticas de sus pares.

 

El bloque de la Coalición Cívica, que dirige Maximiliano Ferraro, deberá renovar siete de las 14 bancas que posee y pondrá en juego la permanencia de Juan Manuel López, considerado el principal referente de la renovación de los dirigentes que responden a Elisa Carrió, la fundadora del partido. 

 

 

 

RENOVACIÓN OFICIALISTA. Dentro de los 51 diputados y diputadas del Frente de Todos (FdT) que terminarán su período parlamentario el año que viene, hay un puñado de referentes que tienen una mayor incidencia en el equilibrio de la coalición oficialista. Es el caso del banquero y titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller, la última espada económica del oficialismo dentro de la Cámara baja y a quien su presidente de bloque, Máximo Kirchner, le encomendó la elaboración del demorado proyecto para gravar a las grandes fortunas. 

 

También tendrá el mismo destino la titular de la comisión de Finanzas, Fernanda Vallejos, una de las dos impulsoras de debates redistributivos dentro y fuera de la Cámara junto al titular de la CTA, Hugo Yasky, que también concluye el año que viene. 

 

Otra pieza clave del oficialismo, que juega como uno de los mayores voceros sobre las causas de espionaje ilegal, es Leopoldo Moreau, presidente de la bicameral de Seguimiento de Organismos de Inteligencia. Al igual que Heller, tiene un contacto muy estrecho con la vicepresidenta y titular del Senado, Cristina Fernandez de Kirchner. El grupo que comparten con Yasky y Vallejos conforman una de las latitudes más progresistas de la coalición legislativa que encabeza Máximo Kirchner y que necesita diez votos para contar con mayoría propia en Diputados. 

 

 

 

Esa necesidad aumenta la importancia de los cambios que vienen para los bloques más pequeños, que reúnen 19 voluntades entre el bloque del lavagnismo y fuerzas provinciales

 

LAS CLAVES DEL CENTRO. El conglomerado que mantiene una mayor interlocución con el oficialismo es el Interbloque Unidad y Equidad Federal, que deberá renovar gran parte de sus liderazgos para seguir en pie. Su titular, el mendocino José Luis Ramón, concluye su mandato el año próximo, junto a dos escaños que formaron parte del PRO hasta el año pasado: el dirigente de UATRE  Pablo Ansaloni y la única representante del Partido por la Justicia Social, Beatria Avila. Dentro de ese espacio, el Frente de la Concordia Misionero también deberá renovar los títulos de dos de sus cuatro integrantes: Flavia Morales y Ricardo Wellbach.

 

 

 

Por fuera de Ramón, los otros jugadores de su armado tienen un bajísimo perfil, pero su ausencia a partir de 2021 podrían reducir el peso específico de un conglomerado que pondrá en juego cinco de las ocho bancas que controla. 

 

 

 

El interbloque lavagnista también pondrá en juego a su titular, el médico Eduardo Bucca, del bloque Justicialista. Junto a Ramón, el oficialismo podría perder a dos interlocutores clave en la búsqueda de votos aliados, por más esquivos que sean. El bloque Consenso Federal también carga con el vencimiento del mandato del economista Eduardo Sarghini.

 

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Mano a mano. El presidente de la Corte santafesina Rafael Gutiérrez y el gobernador Maximiliano Pullaro.

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