Empoderado tras la celebración por el 75° aniversario del Día de la Lealtad, Alberto Fernández se recuesta en el Partido Justicialista (PJ) y se encamina a asumir su conducción el próximo 20 de diciembre, al tiempo que posterga su idea primigenia de darle una estructura institucional al Frente de Todos (FdT).
“Quiero revitalizar al peronismo, que tenga otra lógica para adelante, que se llene de cuadros jóvenes y que le demos un impulso distinto”, le dijo el Presidente a Letra P el sábado al salir del edificio de la Confederación General del Trabajo (CGT) sobre la decisión del Consejo Nacional del partido de ofrecerle la conducción formal.
Los detalles sobre cómo se materializará esa “revitalización” y cómo ejercerá el mando Fernández todavía son una incógnita. Al comienzo de su mandato, el Presidente renegó de la idea de asumir la presidencia del PJ que le propusieron, entre otros, el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, y el ministro de Defensa, Agustín Rossi. Fernández quiso, primero, poner manos a la obra en la institucionalización del FdT, a la manera del Frente Amplio uruguayo. Esa idea quedó congelada.
Pandemia y crisis mediante, gobernadores y referentes gremiales terminaron por convencerlo de la necesidad de profundizar su “peronización”. “Alberto fue presidente del PJ Capital y nunca le interesó demasiado el tema, pero ahora es presidente de la Nación y el partido le está dando todos los atributos de mando. Todo lo simbólico en el peronismo es importante. Esto lo fortalece mucho, porque es un doble liderazgo”, apunta un miembro de la mesa chica albertista.
CORONELES. Desde que desembarcó en la Casa Rosada, Fernández, que tuvo un rol muy activo en la mesa de acción política del PJ antes de que Cristina Fernández de Kirchner decidiera nominarlo como candidato, no participó de ninguna reunión partidaria. En marzo, cuando el Congreso Nacional del partido se reunió en Ferro y resolvió llamar a elecciones para el 3 de mayo, la Casa Rosada envió a dos representantes, Santiago Cafiero y Eduardo de Pedro.
Si bien Fernández asumirá formalmente la conducción, no es de esperar que siga el día a día de los detalles de la vida partidaria. El jefe de Gabinete es el hombre del Presidente en todas las mesas políticas y de gestión y todo indica que lo será, también, en el partido, como lo fue en el Congreso de Ferro y en la reunión del Consejo Nacional que se celebró el viernes 2 de octubre vía Zoom. De ese encuentro participó, también, el subsecretario de Asuntos Políticos, Miguel Cuberos, que fue el representante de la Casa Rosada en la mesa del FdT que organizó el acto del 17 de octubre y es interlocutor habitual con las otras patas de la coalición cuando hay que coordinar actividades conjuntas, como fue el armado del búnker electoral de 2019.
Cómo será el reparto de los lugares en la lista de unidad que consagrará a Fernández al frente del partido es algo que también está por verse. Por decisión del Congreso Nacional de 2018, esta vez, la lista deberá tener paridad de género y deberá respetar, como siempre, la representación de los diferentes sectores que integran el partido: el albertismo, el cristinismo, los sectores gremiales, el poder territorial y la juventud.
Aunque todavía restan dos meses, en el peronismo ya empiezan a analizar las variables de la elección para el caso de que en diciembre no sea factible reunir a los 900 congresales del partido de manera presencial. Con el coronavirus todavía en circulación, crecen las posibilidades de que el Congreso Nacional se celebre de manera virtual, modalidad que ya quedó validada por la acordada 51/2020, que la Cámara Nacional Electoral firmó el 6 de octubre.