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El peronismo abrazó a Fernández: modo covid, Todos pero no Todos juntos y la novela CFK

Todas las patas de la coalición se encolumnaron detrás del Presidente. Guiño a la caravana de Moyano, que expuso las grietas sindicales. Cristina, ¿mejor  así?

En la calle, en las redes, en la CGT, en las pantallas, el peronismo celebró los 75 años del Día de la Lealtad con un abrazo masivo al gobierno de Alberto Fernández, que cerró en la central obrera el acto principal acompañado por gobernadores y una gobernadora, gremialistas, intendentes e intendentas, figuras del gabinete, referentes sociales y protagonistas del Frente de Todos, aunque con la ausencia notable de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.   

 

“Hoy empezamos un tiempo distinto. El tiempo de la reconstrucción. Me toca a mí ponerme al frente. Estoy orgulloso y estoy seguro de que no claudicaré en ninguno de los compromisos que asumimos. A esta Argentina derrumbada la vamos a poner de pie”, prometió Fernández en el escenario del salón Felipe Vallese, donde lo acompañaron, de manera presencial, medio centenar de dirigentes que mantuvieron una distancia prudencial en las butacas para respetar el distanciamiento que impone el coronavirus.

 

La pandemia obligó a modificar la liturgia. Sin posibilidad de hacer una movilización en la calle, el peronismo se volcó a la utilización de una plataforma virtual en la que estaba previsto que se conectara más de un millón de personas. El sábado por la mañana, entraron más de siete millones de visitantes a la web. A las 13, la hora señalada, la plataforma se cayó, según el Gobierno, por “un ataque” recibido desde “más de 40 servidores de todo el mundo”. En la CGT se masticó bronca, porque la posibilidad de que se produjera un intento de hackeo estaba cantada. 

 

 

 

Parte de la militancia, igual, salió a la calle, empujada por la necesidad de mostrar un respaldo contundente al Gobierno tras meses de banderazos opositores. Encabezados por Hugo Moyano, los sindicatos que faltaron a la celebración del edificio de la calle Azopardo convocaron a una “caravana de la lealtad” hacia el Obelisco. Aunque el Presidente afirmó que prefería que se evitaran las manifestaciones en la vía pública tiempos de pandemia, agradeció el apoyo callejero, que terminó excediendo de manera abrumadora al arco sindical y sumó decenas de autos particulares. “Es muy emotivo. Hice diez cuadras con el auto y es muy impresionante”, dijo una vez finalizado el acto, en diálogo con un grupo reducido de medios, entre los que estuvo Letra P. El Presidente había llegado a la CGT pasadas las 16.30, en auto desde la Casa Rosada.

 

 

 

Al mediodía, como gesto hacia los gremios que no tuvieron lugar en la CGT, el Gobierno había enviado a uno de sus representantes a la caravana. El ministro del Interior, Eduardo de Pedro, llevó su mensaje a la sede de SMATA a saludar a los organizadores de la movilización sobre ruedas; un guiño político que incluyó un llamado a la unidad que luego el Presidente remarcó desde el escenario.

 

 

 

“En la Argentina, millones de argentinos reclaman otro futuro, un país que los integre y que no los deje de lado. Vamos a hacerlo con Cristina, con Sergio (Massa), con Máximo (Kirchner), con Héctor (Daer), con Hugo (Yasky), con el otro Hugo (Moyano), con cada gobernador y cada intendente. Acá nadie sobra. Todos hacemos falta", propuso Fernández.

 

 

 

En la dirigencia, se sintió como un espaldarazo. La representación de todas las figuras del Frente de Todos en el acto se armó de manera artesanal y resultó exitosa, con la única excepción de Cristina. En el salón Felipe Vallese estuvieron, entre otros, referentes sindicales como Héctor Daer, Andrés Rodríguez, Antonio Caló y José Luis Lingeri; los gobernadores Axel Kicillof, Sergio Uñac, Mariano Arcioni, Juan Manzur, Jorge Capitanich, Gustavo Bordet Raúl Jalil, las intendentes  Marisa Fassi, Mariel Fernández y Mayra Mendoza, los intendentes Jorge Ferraresi, Gustavo Menéndez y Fernando Gray; referentes de movimientos sociales como Fernando Navarro y Daniel Menéndez; el presidente del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, Máximo Kirchner; el presidente de ese cuerpo, Sergio Massa; la titular de AYSA, Malena Galmarini; la jefa de la ANSES, Fernanda Raverta; el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el secretario general de la Presidencia, Julio VItobello; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, y De Pedro.  

 

“No es que me revitaliza, porque no me siento débil, pero puede ser un punto de inflexión para llamarnos a una reflexión a todos. Es muy tranquilizador saber que cuento con todos los gobernadores, los sindicatos... allí reside parte del poder político y fáctico de la Argentina. También hay muchos empresarios que nos apoyan. Siento que hay una disputa innecesaria”, analizó Fernández.

 

 

 

Durante el acto, el Presidente hizo una alusión indirecta a la construcción del discurso de la oposición al peronismo, hoy protagonista de los banderazos. “Las víctimas del odio fuimos nosotros. En nombre de la libertad, nos echaron del gobierno, nos fusilaban y nos hacían desaparecer compañeros”, dijo. Después, profundizó el concepto ante los medios. “A la mañana leía con Beliz los diarios del 18 de octubre del ´45 y son muy parecidos. Es muy impactante, pero es una lógica que hay que romper. Pasaron 75 años y seguimos con las mismas lógicas”, afirmó.  

 

Kicillof también se sumó al contraste entre la marcha por el Día de la Lealtad y los banderazos. “Hoy habrán visto que nadie salió a agredir a nadie. Todos los valores de los que hablamos son positivos: la solidaridad, el trabajar por los otros. Contrastan mucho con quienes se la pasan manifestando odio. Hemos visto hasta figuras con horcas. El peronismo no necesita expresar odio hacia nadie”, dijo el gobernador bonaerense, que por la mañana estuvo con el Presidente en la isla Martín García, donde visitaron la cárcel en la que estuvo detenido Juan Domingo Perón cuando las masas obreras salieron a pedir su liberación, el 17 de octubre de 1945. Kicillof también se refirió a la caída de la plataforma virtual. “Es otra expresión de violencia simplemente con el objeto de entorpecer, molestar, arruinar un festejo”.

 

 

 

¿Y CRISTINA? Imposible de pasar por alto, la ausencia de la vicepresidenta fue motivo de conversación en el acto, donde al menos se esperaba que apareciera con algún mensaje por video, pero esquivó el evento. Por la mañana, se limitó a escribir un mensaje en su cuenta de Twitter, en alusión al Día de la Lealtad, con una foto de Néstor Kirchner.

 

“Cristina está. Objetivamente, este fue un acto que organizaron la CGT y los gobernadores para que lo cierre el Presidente. No hay que leerlo de ninguna otra forma”, dijo Fernández ante la consulta de los periodistas.

 

En la previa, la asistencia de la expresidenta al acto había generado debate en el Gobierno. “Si no va, van a decir que no apoya a Alberto. Si va, ¿quién se va a llevar toda la atención? La atención se la tiene que llevar el Presidente. No sé si es conveniente que vaya”, le dijo a Letra P un ministro que seguía de cerca la definición del tema.

 

En el kirchnerismo, relativizaron el tema y se dedicaron a mencionar la lista de dirigentes cristinistas presentes en el Felipe Vallese, desde Kirchner hasta De Pedro, pasando por Raverta e intendentes identificados con la vicepresidenta, como Ferraresi. “No es un tema tan relevante, realmente no es un problema que no haya venido”, enfatizó una fuente calificada de la Casa Rosada una vez finalizado el evento. Tampoco Kirchner, enfrentado con varios líderes sindicales, había querido ir, pero la necesidad de no mostrar ruido interno en la coalición gobernante y que no pareciera una falta de apoyo al Presidente se impuso. "Me convencieron los compañeros", contó ante referentes del peronismo.   

 

 

 

Pasadas las 18, el Presidente se retiraba del edificio de la calle Azopardo tras haber estado en el cuarto piso junto a un grupo reducido de dirigentes: Massa, Galmarini, Cafiero, De Pedro, el gremialista Pablo Biró, los gobernadores Manzur y Jalil, Navarro, Vitobello, Beliz, Andrés Rodríguez, Daer, Gerardo Martínez y el diputado provincial Juan Andreotti. El tema de la reunión fue la necesidad de respaldar al Frente de Todos en plena crisis económica y sanitaria. “Es la primera vez desde que asumimos que nos podemos reunir todos en un acto. Viene muy bien”, dijo un funcionario de diálogo permanente con el Presidente. Con la unidad como bandera, en la calle, se escuchaban todavía bocinazos de festejo.

 

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