La empresa china Shangai Dredging Company (SDC), subsidiaria de la gigantesca estatal China Communications Construction Company (CCCC) es una de las interesadas en calar hondo y hacer pie en el río Paraná como concesionaria de la nueva Hidrovía que el gobierno nacional piensa administrar desde 2022 a través de una sociedad del Estado. No es cualquier empresa que sólo pretende hacer diferencia con el enorme negocio cautivo: su interés tiene implicancias en el comercio mundial y en la geopolítica. Por eso, al habitual lobby en este tipo de negocios, se le suma la más alta diplomacia y hasta la mirada filosa del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Con toda su operatividad, megaestructuras y espalda financiera, mira desde hace años el vencimiento de la actual licitación para poder desplegarse en un recurso natural estratégico. La semana pasada, Alberto Fernández habló con su par chino, Xi Jinping, durante 40 minutos. Según el parte oficial, el tema no se tocó, pero es un aspecto central de las relaciones futuras que empiezan a tejerse, más aún, si Fernández visita oriente en breve, como se planeó.
No bien asumió el gobierno de Mauricio Macri, la compañía china lo tentó con una tarifa de peaje muy menor para endulzarle los oídos con la palabra competitividad. El intento no prosperó, pero la paciencia es el máximo capital chino. La idea de dragar y mantener el río del polo aceitero más grande del mundo bien podría encajar en el interés de la llamada Ruta de la Seda, el megaproyecto global de China con inversiones en infraestructura para sellar vínculos económicos y comerciales. Y, claro, expandirse. El canciller argentino, Felipe Solá, consideró "posible" una adhesión del país.
Fernández en su charla telefónica con Xi Jiping.
La tensión entre los Estados Unidos y China es un factor que pesa en este tipo de temas y tendría efectos inmediatos en Washington en caso de que la compañía china compitiera y, más, si ganara la licitación en esta zona de influencia. Según contó el diario BAE, Julie Kozack, la número dos para el Hemisferio Occidental del FMI, en su visita de esta semana al país para desandar el pago de los 44.000 millones de dólares, hizo sugerentes preguntas sobre la factibilidad del esquema estatal que quiere Fernández y también por el avance chino.
Menos protocolar fue el secretario de Estado, Mike Pompeo, quien, consagrado su estilo a lo Trump, a fines de agosto agitó en un comunicado: “No se debe permitir que la República Popular China utilice CCCC y otras empresas estatales como armas para imponer una agenda expansionista”. Hasta la acusan de construir y militarizar islas artificiales.
China ya tiene un enclave de peso en la Hidrovía a escasos kilómetros de Rosario con la planta COFCO (China National Cereals, Oil & Foodstuffs), el trader y procesador de granos y biodiesel que lidera el ránking exportador en Argentina por sobre los gigantes ADM, Cargill y Bunge. En la campaña 2018/19, exportó ocho millones de toneladas, el 15% de las operaciones. Su explosión comercial llegó al comprar la totalidad de Nidera y Noble. Con una desconfianza prematura, en el sector agroexportador especulan sobre algún eventual privilegio para la dupla china.
PALA AFILADA. Por debajo de todo el tironeo de las relaciones internacionales, está la eventual operatividad que debería desplegar en las marrones aguas del Paraná. Shangai Dredging impacta por su maquinaria y finanzas que, en el fondo, es el régimen chino, pero en el sector portuario reconocen que sus fierros y el reconocido trabajo aplicado de los orientales no debe encandilar a nadie.
“Ponen una pala bien afilada y mucha fuerza y te hacen un pozo que sale en China. Hacen lo que les pidas, eso descontalo. Pero hasta ahí llegan y no ven más allá. En cambio, los europeos tienen un conocimiento y expertise extra, de años y años en la actividad, que puede corregir y mejorar cuestiones de fondo”, explicó un empresario y dirigente del sector portuario que está al tanto de la licitación.
Además de la china Shangai Dredging, en carrera hay otras cuatro empresas dragadoras con capacidad para hacer este tipo de trabajo en la Hidrovía. Se destacan las europeas de los Países Bajos con una larga experiencia. Una es Dredging International, del grupo belga Deme, con 175 años de vida. Otra belga y centenaria es Jan de Nul, que opera la Hidrovía desde hace 25 años. Las otras gigantes son las holandesas Royal Boskalis Westminster y Van Oord.
Los privados creen que es la oportunidad para que haya un pliego atractivo que dé lugar a la competencia de muchos jugadores para mejorar los costos. Recién se confeccionará cuando se termine de establecer el nuevo esquema de la Hidrovía, que pretende administrarse por el Estado nacional y las provincias costeras. Si bien se avanzó en la idea, por ahora no se concreta y le nacen condicionamientos.